Banco Ciudad firmó un acuerdo con Sociedades de Garantía Recíproca
Te contamos la evolución de la sinergia entre bancos y SGR. ¿Qué nuevos proyectos tienen en conjunto? El Banco Ciudad firmó recientemente un convenio con las sociedades de garantía recíproca (SGR) Pyme Aval e Intergarantías para que a través de Ciudad Microempresas puedan atender a microemprendedores. En la entidad bancaria indicaron que se trata de […]

17 Dic, 2018

Te contamos la evolución de la sinergia entre bancos y SGR. ¿Qué nuevos proyectos tienen en conjunto?

El Banco Ciudad firmó recientemente un convenio con las sociedades de garantía recíproca (SGR) Pyme Aval e Intergarantías para que a través de Ciudad Microempresas puedan atender a microemprendedores. En la entidad bancaria indicaron que se trata de la primera alianza entre SGR y bancos para avalar microcréditos en el país.

Claudio Saffirio, subgerente general de Banca Mayorista del banco, destacó: “La SGR es una herramienta enorme para nosotros porque nos ayuda en este proceso de inclusión financiera que estamos encarando. Este nuevo convenio está orientado a financiar proyectos de microfinanzas en barrios carenciados, en barrios donde el banco ya tiene presencia, como por ejemplo en Los Piletones, Barrio 31, Barrio 1-11-14 y en muchos otros para colocar este tipo de créditos y hacerlo de la mano de las SGR”.

El ejecutivo adelantó que se encuentran trabajando en otros convenios para atender microfinanzas con avales en las provincias de Buenos Aires, Mendoza, Tucumán y Salta.

Desde Pyme Aval SGR, una de las dos sociedades de garantía que participaron en el acuerdo ven con entusiasmo este nuevo proyecto para expandir su rango de acción a los microemprendimientos. Según su gerente comercial, Juan Ignacio Losada, como SGR están muy entusiasmados de acompañar este tipo de acciones y agrandar el mercado: “Hoy las SGR estamos para asistir a las pymes, al mercado productivo, es lo que hacemos y lo que nos gusta y, a través de este convenio, vemos una forma de expandirnos a lo que es microcréditos y a estas garantías inclusivas”.

A través de este acuerdo, los microemprendedores que cumplan con requisitos mínimos, como inexistencia de antecedentes negativos en el sistema y al menos un año de antigüedad, podrán solicitar créditos de hasta seis salarios mínimos, siendo 60.000 pesos el importe promedio solicitado inicialmente.

Como señalaron en el banco, a partir de este convenio, la tasa fija en pesos de los microcréditos se reduce en 13 puntos porcentuales.

“Se trata de un convenio de avales automáticos. La SGR no hace el análisis de crédito sino que eso está sumido a la responsabilidad del banco. El análisis lo hacen sus oficiales en campo, lo cual es una tarea muy sutil. Acompañan a quien se le da el microcrédito durante varias semanas para ver cómo se comporta y cómo es el emprendimiento. Por lo general, es gente que está por fuera del sistema financiero, por lo que no tiene un track record y empieza a generarlo a partir de esta asistencia”, explicó Losada.

Si el tomador del préstamo no paga, es la SGR la que se encarga de responder por el crédito. Mediante este convenio, que favorece la inclusión financiera, principalmente en sectores vulnerables, se estima llegar al menos a 2.000 emprendedores. Según el especialista, lo que motivó este convenio es ampliar el mercado y poder acompañar también a la comunidad facilitando el acceso a la financiación.

Una creciente colaboración

Es los últimos años se viene dando una creciente interacción entre los bancos y las sociedades de garantía recíproca.

Una de las entidades que más activamente trabaja con ellas es el Banco Ciudad, que se ubica como tercer banco colocador bajo esta modalidad. Según Saffirio, en estos últimos años el banco se focalizó en trabajar fuertemente con las SGR: “Entendimos que teníamos que expandir nuestro negocio con este esquema de garantías porque permite sumar hacia algo muy bueno que es la inclusión financiera”.

El banco trabaja actualmente con 17 SGR, incluyendo a Fogaba, que es un fondo de garantía específico para la provincia de Buenos Aires. “Además de operar con Fogaba y con Garantizar, que son los dos principales actores del mercado, hay otras SGR con las que venimos trabajando muy bien, como Pyme Aval, Acindar e Intergarantías, y también hemos hecho convenios con SGR regionales, como es el caso de Cuyo Aval, que va específicamente para esa zona, sobre todo Mendoza”, puntualizó el ejecutivo.

Para Saffirio, la sinergia entre la entidad pública y las sociedades de garantía está pasando por un muy buen momento: “Entre junio y septiembre de 2018, cuatro meses muy difíciles para la economía y para el negocio bancario, logramos 262 nuevos avales para 244 empresas. Lo virtuoso de esto es que, siendo meses bastante complejos, el banco generó 262 nuevos créditos. En lo que va del año nosotros teníamos a diciembre 2017 1.100 millones de pesos colocados en avales y a septiembre ya tenemos 2.400 millones de pesos para 912 empresas. Crecimos un 105% en el monto de avales y un 73% en la cantidad de avales emitidos”.

Con este esquema de avales, desde el banco han financiado proyectos que van desde la adquisición de bienes de capital, pasando por el tradicional capital de trabajo, hasta primeras exportaciones de pymes, trabajando tanto en pesos como en dólares e, incluso, en UVA.

“Este negocio se está desarrollando a una velocidad enorme. Por ejemplo, otra cosa que estamos incorporando este año es el aval digital con Garantizar y se está firmando un convenio con el Ministerio de Producción para el desarrollo de un fondo de garantía que se llama FoGAr (Fondo de Garantías Argentino), con el que se van a emitir avales por hasta 2 millones de pesos para pequeñas empresas en los cuales el 100% viene en forma digital permitiendo otra velocidad para el otorgamiento de la garantía”, destacó Saffirio.

El funcionario recalcó que en el objetivo de la entidad para los próximos tres años de convertirse en el banco referente en la ciudad para las pymes el trabajo conjunto con SGR tendrá un papel clave.

Losada enfatizó: “Los bancos se están dando cuenta cada vez más de que las SGR son una gran herramienta para la financiación de las pymes e incluso también sugieren que vayan los clientes a una SGR porque se quedan más tranquilos. Es riesgo SGR, es nuestro riesgo y para eso estamos. Hace cinco años que viene creciendo este sector. Cada vez hay más pymes que se acercan a consultar y a tratar de tener una calificación crediticia. Y lo bueno es que llegamos a un montón de empresas a las que los bancos no llegan. Las pymes se están dando cuenta de eso”.

Según Simón Carman, gerente comercial de Garantizar, a pesar de los avances realizados en los últimos años aún queda muchísimo para colaborar entre bancos y SGR: “La mejor forma hoy sería que el nivel de actividad retome los senderos que se venían manejando. Porque cuando hay buenas tasas, los bancos, frente a la necesidad de crecer, se apoyan mucho en las SGR en lo que es la cartera pyme, con lo cual ganamos todos. Nosotros por porque ayudamos a la pyme y generamos cartera y el banco porque recibe clientes a bajo riesgo, no tiene que hacer análisis crediticio ni armar carpeta y después puede trabajar con esos clientes otros productos o servicios más específicos que nosotros no trabajamos”.

Un sector que viene creciendo

En los últimos años el sector de SGR ha registrado un significativo crecimiento tanto en número de sociedades como en pymes avaladas y volumen de garantías otorgadas. Según datos suministrados por la Subsecretaría de Financiamiento de la Producción, en la actualidad existen 36 SGR habilitadas (frente a las 20 que existían en 2011) que brindan avales a casi 15.000 pymes. El volumen total de garantías otorgadas al cierre de 2017 ascendía a 33.000 millones de pesos, cifra que creció un 75% respecto a 2016.

La asistencia bajo estos avales está orientada mayormente a empresas micro y pequeñas que se constituyen ante las SGR como socios partícipes, obteniendo, previa calificación, el aval con el que pueden acceder a financiamiento en el sistema financiero en condiciones más convenientes. Las pymes también pueden optar por financiarse en el mercado de capitales a través de los avales de las SGR.

Carman destacó: “Como SGR nuestro deber o función principal es la de conseguir la mejor tasa. Entonces, cuando viene una pyme, al tener la operación aprobada, la SGR se pone como garante y hablamos con los bancos como en una subasta o le buscamos la mejor alternativa, siempre consensuando con la empresa para que se lleve el mejor crédito”.

De acuerdo con el especialista, la operatoria con SGR también se traduce en beneficios para las entidades financieras: “Al tener la ventaja de ser una garantía preferida “A” a nivel técnico, que es una calificación que brinda el BCRA, eso libera al banco del análisis de riesgo y de tener un legajo de crédito a nivel completo o integral. El que hace el análisis y el pedido de documentación somos nosotros y luego, con un simple legajo, la pyme monetiza la operación. También, al no estar reguladas por el BCRA y un poco también por el espíritu nuestro de estar cerca de las pymes, somos muchísimo más flexibles en cuanto a los requerimientos técnicos. A veces el banco está muy limitado por una regulación técnica a no poder asistir a una pyme. Por ahí le gusta el riesgo pero el limitante del papel lo complica. Nosotros no tenemos ese limitante”.

El especialista también resaltó las nuevas regulaciones implementadas en el sector que apuntan a facilitar la operatoria de las SGR y su constitución. Prevé que en el corto o mediano plazo va a haber un reacomodamiento en el sector y van a aparecer nuevos jugadores, así como también serán más las pymes integradas al sistema.

“Soy muy optimista. Hoy tenemos una cartera que no llega a 15.000 pymes. Entonces, si tomando el peor escenario hay 100.000 pymes potenciales en Argentina vemos que tenemos todavía un porcentaje bajo de penetración. Por eso hay que seguir desarrollando el sector, porque hay mercado y hay espacio para seguir creciendo. Está lleno de pymes que necesitan financiamiento, que quieren salir del mercado informal o que quieren agrandarse. Y para eso están las SGR, que son el puente entre la informalidad y el acceso al crédito barato o competitivo”. enfatizó.

Losada coincidió: “Todavía falta mucho por crecer. Hay que llegar a más, este es un sistema que recién hoy está creciendo y se empieza a conocer, nunca tuvo mucha publicidad, más allá de los convenios que hacía el gobierno. Se tendría que divulgar más. Que sepan que llegamos a los lugares donde los bancos no entran y que en nuestro caso somos una SGR abierta y que, por sobre todo, nos gusta apalancar al sector productivo”.

Y si bien la coyuntura actual dificulta la búsqueda de buenas tasas de interés, Carman indicó que, “independientemente de los vaivenes que sufrió el año, nuestro nivel de actividad es sostenido porque las pymes siempre están buscando alguna alternativa para financiarse y, con todo este abanico de opciones con el que trabajamos, siempre tenemos posibilidad de darles alguna alternativa. La limitante es que antes esas alternativas eran más baratas. Hoy lamentablemente las tasas están un poquito más altas pero el nivel de demanda nosotros lo seguimos manteniendo. Y si bien esta situación cambiaria afecta a muchos sectores, a muchos otros los beneficia. Lo vemos en Chubut y Neuquén, por ejemplo, con el tema del petróleo y el turismo, o en Cuyo, con las exportaciones de vino. Ni hablar en la zona núcleo a nivel agro”.

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