En 2021 el Sistema de Riesgos del Trabajo cumplió 25 años de vida. Este aniversario nos encuentra con más de 10 millones de trabajadores y 900.000 empleadores. La baja de los índices de siniestralidad —como el de 80% menos de fallecimientos, que implica 14.000 vidas salvadas— es uno de los indicadores que nos marcan que vamos por buen camino. Aunque bien sabemos que es un proceso dinámico de alto compromiso de todos los involucrados y de implementación de mejoras continuas, para acompañar la evolución y cambios en las modalidades de trabajo.
Impacto de la pandemia en el sistema
Este año el Sistema de Riesgos del Trabajo tuvo que lidiar con una patología nueva y exógena al sistema, que nos planteó una reconfiguración total del servicio tanto a nivel cuantitativo, como cualitativo, y demandó un enorme esfuerzo y compromiso de parte de todos. Hoy nos encontramos con una incertidumbre grande en cuanto a cómo se terminará de financiar dicha cobertura.
La familiarización con los protocolos específicos elaborados en 2020 y la activación de recomendaciones en materia de prevención por parte de las empresas, sumadas al respeto de las mismas por parte de los trabajadores conformó un círculo de sustentación para limitar y contener los efectos de la COVID-19, obviamente reforzado por el importante avance de la vacunación.
Las ART continuaron con su servicio 24 × 7, con un alto compromiso de todos sus profesionales y recursos humanos, con la clara consigna de que trabajamos para y con empleadores y trabajadores.
En números concretos, entre abril de 2020 y octubre de 2021 se dieron más de 30 millones de servicios virtuales a las empresas clientes. Incluyeron videoconferencias, asesoramientos telefónicos específicos, asesoramientos virtuales, por ventanilla electrónica, capacitaciones y materiales didácticos. La atención remota se convirtió en un canal eficiente para mantener activos los servicios generales.
Desde el inicio de la pandemia y hasta el 12 de noviembre de este año se atendieron 438.825 casos de COVID-19, más un promedio mensual de alrededor de 40.000 accidentes laborales.
Temas para el año que viene
Los temas que preocupan al sector para el año que viene, lamentablemente, no son nuevos y llevan años pendientes de resolución, además se han visto agravados con la crisis sanitaria. Pronto se cumplirán cinco años de demora de la constitución del Cuerpo Médico Forense, el instituto previsto en la reforma de la Ley de Riesgos del Trabajo. Esta ley aboga por la creación de una instancia profesional de peritos en el seno de las justicias provinciales y de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en CABA. Convocará a los peritos mediante concurso de antecedentes, con honorarios ligados al acto médico, y no como porcentaje de la sentencia (que hoy alienta la sobreestimación del daño).
La ausencia de este cuerpo profesional de peritos abre una grieta por donde la judicialización se exacerba, y retoma la tendencia alcista de las causas, que se había morigerado como fruto de la reforma en 2017.
Contar con esta pieza clave implica eliminar una gigantesca amenaza constituida por un stock de 270.000 demandas. Para dimensionarla, en promedio, los peritos se exceden en 17,5 puntos de incapacidad respecto del Baremo, lo que, en dinero, equivale a la recaudación del sistema durante cuatro años.
Otros temas que estarán en agenda son el equilibrio entre prestación y financiamiento, tasas de actualización acordes a los rendimientos de los activos y rever la tarifación COVID-19 y No COVID-19 para que sea suficiente.
Si estas cuestiones encuentran solución, podríamos pensar en retomar la idea de acceder a la demanda de otros colectivos, como los autónomos y monotributistas, que ven al sistema y sus servicios como un aspiracional al que hoy no acceden.
Asimismo, seguimos con atención lo que ocurre con la pandemia que, a juzgar por lo que se observa ahora en Europa, está lejos de desaparecer como preocupación.
