Banco Ciudad: Fortalecimiento de emprendedores sociales
En apenas cinco meses, un plan de bancarización y capacitación de acceso a canales digitales les permitió a manteros de Once y a recuperadores urbanos de la Ciudad de Buenos Aires salir de la informalidad e ingresar al sistema financiero. La informalidad laboral es una problemática que persiste en la actualidad y les quita a […]

19 Ene, 2018

En apenas cinco meses, un plan de bancarización y capacitación de acceso a canales digitales les permitió a manteros de Once y a recuperadores urbanos de la Ciudad de Buenos Aires salir de la informalidad e ingresar al sistema financiero.

La informalidad laboral es una problemática que persiste en la actualidad y les quita a muchos trabajadores la posibilidad de realizar aportes jubilatorios o de expandir su negocio a través de la solicitud de un crédito. Además, la falta de acceso a los canales digitales impide realizar ventas online, una modalidad que no deja de crecer. El banco se propuso incluir a un sector de la sociedad que no tenía acceso a estos servicios. Fue por eso que a principios de 2017, la entidad avanzó en la bancarización de dos grupos específicos: los manteros del barrio de Once y los recuperadores urbanos de la Ciudad de Buenos Aires.

En el primer caso, el objetivo fue colaborar con una solución a un problema urbanístico, de informalidad laboral y exclusión financiera. En conjunto con el Gobierno de la Ciudad y la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), se buscó transformar el caos urbano y la informalidad laboral en mejores condiciones de trabajo e inclusión financiera. Se abrieron cuentas en las que el Gobierno brindó un subsidio para que pudieran dejar de trabajar en la calle y trasladarse hacia un nuevo paseo de compras y se realizaron talleres de educación financiera en el uso de cuentas bancarias y Posnet para celulares. Pese a ciertos prejuicios, hubo poca resistencia al uso de medios electrónicos.

La experiencia con los manteros permitió emprender un programa similar para incluir financieramente a los recuperadores urbanos. El Gobierno les dio un subsidio complementario al sueldo que cobran a través de cooperativas sin pasar por la banca y luego de las capacitaciones lograron bancarizarse.

“En el marco de estas acciones propiciamos la realización de talleres de trabajo, donde capacitamos a más de 6.000 usuarios en el uso adecuado de productos bancarios y sus beneficios. En estos espacios, además, se realizó la entrega de tarjetas de débito y Posnet para telefonía celular en el caso de los manteros. Vale la pena destacar que en ambas experiencias se pudo observar cómo el uso de la tecnología se ha convertido en un aliado para avanzar de manera crucial sobre la bancarización e inclusión financiera de los sectores más vulnerables de la población. Familiarizados con el celular y otros dispositivos móviles, les resultó sencillo realizar consultas bancarias y ventas con mPOS, pese a su escasa utilización hasta ese momento”, contaron los responsables de llevar adelante el programa de inclusión financiera.

“En apenas cinco meses, los resultados del programa fueron muy positivos y abren una puerta para sumar a esta experiencia a otros sectores de la sociedad, ya que se han abierto 6.000 cuentas con sus respectivas tarjetas de débito, se otorgaron 79 créditos y se entregaron 50 dispositivos mPOS, además de colaborar en el ordenamiento urbano y la eliminación de la venta ambulante en el barrio de Once”, destacaron.

“Acá nos abrieron la mente para buscar otros medios de mercado y ahora sabemos que está Internet para vender productos en línea y tratar de hacer más publicidad”, explicó Daniel Moreno, quien, por una cuestión de necesidad, llegó a la venta callejera y hoy cuenta con más herramientas para potenciar sus habilidades.

También se logró que estos grupos tomen conciencia sobre el rol de la inserción financiera mediante el uso de la tecnología, a través de capacitaciones sencillas y fáciles de entender. Además, el banco avanzó con la bancarización y capacitación de sectores vulnerables y desarrolló, a través de la educación financiera, espacios donde los participantes de zonas vulnerables de la Ciudad de Buenos Aires se familiarizaron en la operativa bancaria y en el correcto uso de las herramientas financieras y transaccionales.

El valor de estas actividades no sólo fue reconocido por el Gobierno de la Ciudad y por los participantes de los talleres sino también por la Cámara de Diputados de la Nación, que declaró las capacitaciones como un evento de interés nacional.

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