En diálogo con NBS, Revisa de Negocios, Bancos y Seguros, Martín Monteverdi, el CEO de IUDÚ nos cuenta cómo ve el panorama para el año 2022.
Hasta ahora había dos mundos en el sistema financiero. Un mundo más bancario, un poquito más pesado, tal vez con quejas por la usabilidad de los servicios, pero con una oferta enorme de productos. Y después las fintechs, con experiencias muy fáciles y geniales como proveedores de servicios de pago (PSP), pero con productos más acotados por las limitaciones del BCRA.
Nosotros estamos en la convergencia de los dos mundos, porque somos una compañía financiera con patente bancaria. Podemos intermediar entre préstamos y depósitos, emitimos CBU y tenemos todo el sistema de garantías, pero desarrollamos toda la usabilidad de las fintechs. Se hace el onboarding en tres minutos: abrís la cuenta, con la emisión de una tarjeta de débito y una precalificación para crédito, y se traen todos los productos de la banca tradicional. Además, nunca tenés que presentar un papel ni nada.
Todo en un solo lugar
No queremos competir con las PSP. Las principales fintech tienen muchísimos usuarios, pero cuando se observan los volúmenes, son mucho más chicos. Un montón de conocidos míos usan la app que tiene QR porque es recontracómoda, y tienen razón. Pero al momento de manejar los ahorros no los tenés ahí porque sólo es una experiencia de pago buenísima.
Como buscamos ocupar lo mejor de los dos mundos, nuestro partido es el de la «principalidad»: que no se use a la fintech como complementaria, si no que dejes al banco principal.
Queremos tener escala y que el 25% de esos clientes nos tomen como banco principal. Si tenés en un solo lugar todo, ¿para qué vas a seguir pagando un paquete bancario?
La pandemia nos empujó a tomar decisiones mucho más rápidas. Lo más interesante es que se migró a una forma de trabajo 100% por objetivos, y que tenemos el 95% de trabajo remoto. Esto nos llevó a desarrollos tecnológicos para que se pueda operar y atender a los clientes desde la casa. Cada equipo define si se reúne o no en la oficina. Al final del día lo que nos importa es que las metas se vayan cumpliendo. La dinámica del horario de oficina se empezó a desdibujar, ahora no hay marcha atrás.
Inversiones y acuerdos
Estamos en un punto de equilibrio operativo como compañía, haciendo enormes inversiones en el 2021 y 2022 en infraestructura de base. Nuestras inversiones fueron de cuentas remuneradas, en tarjetas de débito, con tarjetas de crédito que ya teníamos y préstamos personales para el desarrollo de la app. El 2022 va a ser un año de gran despliegue, y calculamos que en 2023 va a ser un año de cosechar lo que hemos hecho, en la que apuntamos a una buena base de un millón de clientes.
Además, firmamos un acuerdo con InvertirOnline.com, con la que se puede operar a través de nuestra app. Antes de fin de año vamos a estar sumando fondos comunes de inversión y CEDEAR. Durante el primer trimestre del año que viene se incluirán plazos fijos y el resto de la oferta como compra de acciones, bonos o dólar MEP. Lo único que va a tener que hacer el usuario es el test del inversor, porque permite avisar cuando se hace una operación por fuera de su perfil de riesgo.
Por otro lado, tenemos un eje de sostenibilidad con educación financiera con el blog Sumás, en el que damos un montón de tips para inversores con cuestiones básicas. En inclusión financiera, ofrecemos una caja de ahorro gratuita remunerada (paga un interés a los saldos a diferencia de los bancos tradicionales).
Cuando diseñamos IUDÚ hicimos 12 o 13 focus groups con gente bancarizada y no bancarizada, de todas las edades y regiones. Lo que cruzaba los segmentos medios y medios-bajos es que tenían la sensación de que los bancos «no eran para ellos». Nuestra idea es acercarnos un poquito más al ser digital. Este es el mensaje: hay espacio para todos.
