Inclusión e innovación
Las compañías, como actores fundamentales de la sociedad, están impulsando cada vez más iniciativas que propicien importantes impactos tanto dentro de la misma firma como también en las comunidades más vulnerables y en el ambiente, propuestas enmarcadas dentro de planes de responsabilidad social empresaria (RSE). Todos los años, los Premios Conciencia buscan destacar este tipo […]

19 Ene, 2018

Las compañías, como actores fundamentales de la sociedad, están impulsando cada vez más iniciativas que propicien importantes impactos tanto dentro de la misma firma como también en las comunidades más vulnerables y en el ambiente, propuestas enmarcadas dentro de planes de responsabilidad social empresaria (RSE). Todos los años, los Premios Conciencia buscan destacar este tipo de propuesta.

El 7 de noviembre en el Hotel Emperador de Buenos Aires se entregó la sexta edición del galardón que distingue a las empresas por sus acciones corporativas para generar un cambio positivo en el comportamiento de las personas sobre la prevención del riesgo y la previsión de las consecuencias a futuro para lograr una sociedad más sustentable.

Este año el premio, organizado por el Grupo Sol, destacó a las compañías cuyas acciones tienen como propósito acercar a la población conceptos vinculados a un cambio positivo en las conductas.
El notable y variado jurado que participó este año de la selección de las iniciativas estuvo compuesto por representantes de organismos públicos: Ministerio de Desarrollo Social; Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación; Ministerio de Hacienda de la Ciudad de Buenos Aires; Ministerio de Ambiente y Espacio Público; Superintendencia de Seguros de la Nación; Superintendencia de Riesgos del Trabajo; Seguridad Vial; Puerto Buenos Aires. También, por universidades: Universidad de Tres de Febrero y Universidad del Salvador. Y organizaciones: Consejo Publicitario Argentino; Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica (CEDyAT); Ovilam; la asociación civil MINU, Fundación Medifé, la Asociación Argentina de Productores Asesores de Seguro (AAPAS), y la Federación de Asociaciones de Productores Asesores de Seguros de Argentina (FAPASA). ComunicaRSE, medio de comunicación sobre responsabilidad social empresaria, completa la nómina del jurado 2017.

Durante el proceso de selección, que duró casi dos meses, el jurado accedió a todas las propuestas que se presentaron vía web para seleccionar a los semifinalistas. Este grupo luego debió defender la iniciativa ante el jurado. Tras este paso, se votaron los proyectos más destacados.

En cuanto a las propuestas que se presentaron este año, uno de los miembros del jurado, Sergio Matheos, subsecretario de Coordinación Institucional de la Secretaría de Articulación Científico Tecnológica del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, destacó el grado de inclusión que tuvieron las iniciativas: “El nivel de este año fue excelente en muchos sentidos, en el ministerio nos causó muy buena impresión la inclusión de las estrategias”.

Para seleccionar los ganadores, describe Matheos, no se tuvieron en cuenta cuestiones de carácter económico, sino el objetivo que tenían tanto hacia afuera de la sociedad como hacia adentro. “Muchas propuestas tenían un proceso de concientización de la empresa misma, con la gente y los empleados. Se desató la excelencia en cuanto a los objetivos montados y el tiempo de ejecución”, agregó.

Lucila Demarchi, directora de Apoyo a Iniciativas y Prácticas Socialmente Responsables del Ministerio de Desarrollo Social, que fue también miembro del jurado, consideró que las propuestas del 2017 fueron más innovadoras y respondieron mejor a los conceptos del Premio Conciencia.

Demarchi, quien es jurado del certamen por segundo año consecutivo, destacó mejoras entre los proyectos presentados entre un año y otro en cuanto a la inclusión: “Hay mayor compromiso para adentro de las empresas y se elevó la toma de conciencia en cuanto a lo que los empleados hacen, porque muchos detallaron cómo comprometen al resto de los empleados”. Aunque agregó que los proyectos presentados en 2016 fueron similares a los de este año en cuanto a la sustentabilidad.

La funcionaria resaltó como beneficioso la digitalización del proceso de participación y que existan menos instancias para la selección. “La instancia de defensa de los proyectos es muy productiva para conocer el grado de compromiso que tiene cada empresa con la idea”, afirmó.

Uno de los jurados más antiguos es Gustavo Panera, director general de la Unidad de Gestión General Operaciones Administración y Asuntos Legales del Ministerio de Modernización, Innovación y Tecnología del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que lleva cinco años seleccionando los proyectos del Premio Conciencia. De acuerdo con su experiencia, este año se destacaron la pluralidad y diversidad de propuestas y la mayor convocatoria.

Para Panera fue interesante que este año se presenten compañías más chicas que empiezan a incorporar la responsabilidad social. “Es muy virtuoso para estos casos, es más destacable que las compañías que poseen departamentos de RSE o multinacionales que toman experiencia de sus otras filiales”, sostuvo.

También mencionó que hay que diferenciar la inversión en términos económicos y en términos humanos: “No es lo mismo que haya una nómina de 3.000 personas abocadas al proyecto que sólo cinco, lo cual es bastante acotado. Las propuestas ganadoras hablan de un mayor compromiso de los empleados en estas iniciativas”.

Crece la adopción de políticas de responsabilidad social en las compañías argentinas

Los jurados coinciden en que las compañías tienen un mayor grado de conciencia. Y destacan que va creciendo cada vez más la adopción de este tipo de iniciativas en las medianas y pequeñas empresas.

“Hoy las empresas están teniendo cada vez más conciencia, esto no es sólo responsabilidad social empresaria sino que tiene que ver con generar cambios culturales de impacto. Argentina es nueva dentro de este paradigma, muchas de las firmas se alinean con ejemplos internacionales o se adhieren a los objetivos de desarrollo sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)”, dijo Lucila Demarchi, del Ministerio de Desarrollo Social.

Detalló que a partir de este cambio de paradigma se empieza a trabajar mayormente en la articulación público-privado: “Las empresas recién ahora están entendiendo que son fundamentales las políticas públicas y propuestas de Gobierno, si no están involucradas va ser difícil que se generen los cambios”.

Para Panera, del ministerio de Modernización de CABA, hubo un cambio en la forma en la que las empresas llevan a cabo estas iniciativas: “En el 2013 se habían asociado tres empresas para hacer una propuesta de común, eso hablaba de buen espíritu asociativo pero también estaban aunando esfuerzos financieros-económicos. Que no está mal, pero no lo veían como una política propia sino en conjunto. Esto cambió”.

Los especialistas coinciden en que este impulso se está dando dentro de un contexto político-económico más favorable para el desarrollo de este tipo de propuestas.
“Argentina está empezando un proceso y es importante que se sostenga en el tiempo, en lo que respecta a alianzas estratégicas que generan las empresas. Es destacable que a la hora de tener proyectos de inversión social privada se puedan aliar empresas que tal vez compitan a nivel mercado. Creo que es muy importante que se siga profundizando porque, por ahora, cada empresa tiene su nicho. Es considerable aunar esfuerzos. Por ahí hay 50 empresas que se dedican a tener programas contra la desnutrición infantil o similares. Son en estos casos en los que deberían unirse para llegar a más destinos”, consideró Demarchi.

“Las empresas que aún no se animaron a tener programas de inclusión y conciencia deberían comenzar a hacerlo, porque los hace crecer como corporación. Las firmas deben estar bien instaladas por dentro y por fuera. Crear un compromiso con el personal con función social de por medio es algo increíble”, afirmó Matheos.

“La RSE es un cambio cultural, es no tirar papeles a piso o es no imprimir la hoja que puedo leer desde la pantalla. Es un proceso de adaptación. Argentina llegó tarde, como al cambio climático, pero se nota como las empresas locales se están adaptando”, opinó Panera.

El funcionario destacó que no sólo se trata de pensar en la sustentabilidad, que ve este término como una ecuación económica de cada compañía, sino que se trata de una política de destinar recursos humanos y procesos: “Hacer RSE sin procesos es como tirar el esfuerzo, es válido pero no eficaz”.

Para aquellas compañías que quieran destacar sus iniciativas de responsabilidad social empresaria, próximamente se abrirá la convocatoria para la edición 2018 de los Premios Conciencia. Para mayor información: www.premioconciencia.com.ar.

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