Los bancos se vuelven cada vez más sustentables tanto puertas para adentro como para afuera, en sus operaciones cotidianas, en sus decisiones financieras y en sus relaciones con los stalkeholders.
Según un estudio de la firma Sherlock Communication, casi el 60 % de los argentinos prefiere un banco que use su dinero para causas sociales y medioambientales. A su vez, el 49 % optaría por un banco que contribuya de alguna manera con la sociedad, mientras que otro 9 % cerraría su cuenta si se enterara de que su banco invierte en acciones contrarias a sus principios morales. En tanto, un 32 % destacó que su prioridad son los precios y cargos, aunque podría ponderar las prácticas sostenibles.
Pero a los bancos no sólo les preocupa la reputación frente a sus clientes, sino también ante sus inversores, que cada vez más ven con buenos ojos los negocios sostenibles. Al respecto, la gestora de inversiones Schroders recabó la opinión de los mayores inversores del mundo entre 770 instituciones de 36 regiones, y la principal conclusión fue que las carteras verdes son un imán para grandes inversionistas.
“El mercado de las finanzas sostenibles alcanzará los 22.000 millones de dólares a fin de la década.” Allied Market Research.
En tanto, de acuerdo a un informe de la consultora Allied Market Research, el mercado de las finanzas sostenibles alcanzará los 22.000 millones de dólares a fin de la década y advirtió que «ninguna nación puede quedar fuera de esta tendencia». En ese sentido, la Argentina tiene una oportunidad.
Bonos sustentables a ciudades
«Creemos en una transformación genuina que contemple al medioambiente y la sociedad. Ofrecemos financiación para individuos y empresas, para la adquisición de productos y servicios que reducen el impacto ambiental y promueven la movilidad sustentable o proyectos verdes», describió Ignacio Lorenzo, gerente de Financiamiento de Deuda Global del Santander.
«Ofrecemos herramientas para la transición a una economía baja en carbono, para esa migración a negocios sostenibles. En los últimos años lideramos en volumen y cantidad de bonos verdes colocados. En lo que va de 2024, llevamos ejecutadas cinco ON (cuatro verdes y una social) por un monto total emitido de 35.000 millones de pesos. Además, tenemos una cartera de préstamos por 113.000 millones de pesos», especificó.
Ese hito se sumó a otros dos: Santander fue el primer banco en emitir el primer bono social de una ONG, junto a Techo en 2021; y el primero verde de una ciudad, con el municipio de Córdoba en 2022.
Asimismo, con la colocación de bonos verdes, sociales y vinculados a la sustentabilidad, en algunas de esas operaciones los emisores se comprometieron, a través de KPI, a reducir su huella de carbono (el banco es neutro en carbono). A través de estos instrumentos, Santander financia parques eólicos y solares, y edificios sustentables, e impulsa la generación de empleo, entre otras iniciativas.
Sucursales ecológicas
Para BBVA Argentina, la sostenibilidad forma parte del gerenciamiento y, en ese sentido, la definió como una de las prioridades estratégicas, con doble foco: acción climática, por un lado, para fomentar la eficiencia energética, la economía circular y la descarbonización; y por otro, el crecimiento inclusivo, que moviliza inversiones a infraestructuras y fomenta la inclusión y los emprendimientos.
A sus clientes les ofrece una línea de préstamos que promueve la adquisición de productos relacionados a energías renovables, movilidad, eficiencia energética, salud, educación, inmuebles perdurables, agricultura sostenible y economía circular. El monto máximo al que se puede acceder es de 30 millones de pesos. Cuenta con tasa fija, sistema de amortización francés y hasta 60 meses para su devolución. Además, es posible elegir el día de pago de la cuota.
«Esta línea de crédito personal, vinculada a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, está pensada exclusivamente para que las personas puedan tomar decisiones que contribuyan a mejorar su calidad de vida, pero también al bienestar de la sociedad y el cuidado del ambiente», consideró Oscar Gemignani, gerente de Sostenibilidad y Partners de BBVA Argentina.
Financiamiento con etiqueta de género
«Asumimos el compromiso de ser líderes en el desarrollo de productos y servicios que respondan a esta demanda creciente. Formamos parte de los Principios de Banca Responsable de UNEP FI y desarrollamos los Fondo FIMA Sustentable ASG, herramienta de inversión que se estructura con activos emitidos por entidades que contemplan aspectos ESG. También trabajamos en ON como instrumento de deuda e inversión», afirmó Alejandra González, líder de Estrategia Ambiental de Galicia.
Así, junto a Trasa actúa como colocador y organizador de la ON Pyme Social por un monto de 30 millones de pesos. Y, junto a Sumatoria, mediante la colocación de 83,1 millones de pesos en un bono social para proyectos que faciliten el financiamiento de emprendimientos con enfoque de género, contribuyan a la equidad y la disminución de la brecha socioeconómica.
“Además, fuimos avalistas, organizadores y colocadores del primer bono con etiqueta de género de la Argentina, porque acompañamos a Pro Mujer en el nuevo régimen simplificado y garantizado emisiones con impacto social”, dijo.
Protocolo de finanzas sostenibles
En julio, se cumplirán cinco años del primer acuerdo voluntario de entidades financieras del país que amplió y consolidó la cooperación en la agenda de sostenibilidad entre los 30 bancos signatarios, que representan más del 93 % de la cuota de mercado del total de préstamos del sistema financiero. Impulsada con apoyo de BID Invest (brazo privado del Banco Interamericano de Desarrollo) y de Fundación Vida Silvestre Argentina, se constituyó un acuerdo sobre cuatro ejes: desarrollar políticas internas para implementar estrategias de sostenibilidad, crear productos y servicios para apoyar el financiamiento de proyectos con impacto ambiental y social positivo, optimizar los sistemas de análisis de riesgo con foco medioambiental y social, y promover una cultura de sostenibilidad.
«Desde hace 46 años la Fundación Vida Silvestre Argentina promueve soluciones a problemas ambientales. Hace ocho, con la Organización Mundial de Conservación (WWF), a la cual estamos asociados, iniciamos el trabajo con el sector financiero, convencidos de su potencial para dejar de financiar actividades productivas negativas para el ambiente y las personas, y apoyar la transición para asegurar el desarrollo humano en armonía con la naturaleza», manifestó Manuel Jaramillo, director general de Fundación Vida Silvestre Argentina.