La década para marcar la diferencia en el desarrollo sustentable
Aumentó la conciencia ambiental sobre la relación de causa y efecto entre una mala utilización de los recursos naturales y un impacto negativo para la sociedad y el medioambiente.
desarrollo sustentable

22 Feb, 2022

Las cuestiones ambientales y sociales vienen tomando una importancia preponderante cuando se piensan estrategias de crecimiento de un negocio o de un país. Ambos temas, en conjunto con la economía, son los pilares del desarrollo sustentable en el planeta que habitamos.

El fomento de acciones que mejoren la eficiencia de los recursos, disminuyan los gases de efecto invernadero, los residuos y fortalezcan la relación con la comunidad ya es moneda corriente. Sin embargo, aún queda un largo camino a recorrer para disminuir los impactos de las crisis en la que nos encontramos inmersos, tanto la climática como la de biodiversidad.

Para Agustina Cundari, especialista en Derecho y políticas del cambio climático, es fundamental entender cómo realizar un buen manejo de los recursos. “El desarrollo de la economía y de la sociedad continúan de la misma manera año tras año, sin tener en consideración la dinámica propia de los recursos naturales y del ambiente. Por lo cual, uno de los principales ejes de la sustentabilidad, hoy día, está relacionado con los recursos naturales: por el mal manejo o por su agotamiento se llega a situaciones de mucha movilización social”, remarca.

En este sentido, la década de 2020 a 2030 es clave para la acción. En múltiples ocasiones Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, marcó la importancia de trabajar rápidamente para lograr los objetivos asumidos por los países en términos de cambio climático.

Por otra parte, según el último Informe de riesgos globales del Foro Económico Mundial, los problemas más severos en los próximos diez años son de índole ambiental: la poca acción ante el cambio climático se encuentra en el primer lugar, seguido por los eventos extremos y la pérdida de diversidad.

Avances en sensibilización ambiental

Para hacer frente a este nuevo panorama hacen falta soluciones y respuestas rápidas e innovadoras. “Necesitamos un cambio transversal: hay que entender que las prácticas tal como las venimos llevando ya no sirven. Si seguimos abordando los temas de la misma forma de los últimos años, vamos a tener los mismos resultados”, destaca Paz González, consultora de cambio climático y docente de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF).

La sociedad también ha avanzado en la misma dirección a través de la toma de conciencia y sensibilización acerca de los efectos en el ambiente de las formas de producción y consumo hegemónicas. “Hoy en día se tiene un nivel de conciencia ambiental donde se entiende esa relación de causa y efecto entre una mala utilización de los recursos naturales y un impacto negativo para la sociedad y los ecosistemas”, comenta Cundari.

González complementa: “El movimiento social muestra un gran apoyo para pensar nuevas soluciones y una gran contraposición a seguir en la misma línea de siempre. Esto debe ser una gran señal para el sector privado y para el público. El que primero va a la vanguardia es el sector privado, que es mucho más ágil en entender lo que necesita la sociedad y brindárselo”.

Una década para marcar la diferencia en cuanto al desarrollo sustentable

El sector científico ha remarcado la importancia de limitar el aumento de la temperatura media mundial para evitar grandes impactos, como subas del nivel del mar, pérdida de especies, reducción de productividad de los suelos y más frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos.

Enrique Maurtua Konstantinidis, experto en cambio climático y negociaciones multilaterales, remarca: “Esta es la década en la que se marca la diferencia para alcanzar las probabilidades de limitar el aumento de la temperatura media mundial en 1,5 °C. Sobrepasar el umbral de un aumento más allá de 1,5 °C significará enfrentarnos a temperaturas máximas y olas de calor tales como las que se tuvieron en todo el país en los primeros días del año”.

Ante este contexto, Cundari explica que es necesario que las acciones de adaptación a estos eventos tomen un rol preponderante y que tengan la misma importancia que las medidas de mitigación de gases de efecto invernadero: “La adaptación es clave, ya que dado que el cambio va a llegar de todas formas, necesitamos definir cómo queremos que llegue y qué podemos hacer para que nos impacte lo menos posible”.

A su vez, Maurtua Konstantinidis enfatiza: “Esta década no solo es importante por las acciones climáticas y por el lugar de Argentina en la matriz de emisiones mundial, sino también porque es la oportunidad de adelantarse y estar a la vanguardia de lo que se va a venir. El mundo está yendo en una dirección, por lo cual la pregunta es a quiénes les vamos a vender bienes producidos con una industria que ya tienen fecha de vencimiento”.

Según Cundari, el sector privado tiene la capacidad de generar conocimiento acerca de cómo su propia actividad está modificándose por las nuevas condiciones ambientales y cuáles son las herramientas y soluciones para enfrentar los impactos. Esta información puede resultar de gran valor para que toda una comunidad, o un sector, se adapte más rápidamente.

En el sector privado se debería generar una mayor visualización de las acciones de adaptación que ya realizan, como adaptación per se, y que algunas veces se pueden perder como otro tipo de acciones, por ejemplo, la responsabilidad social empresarial”, apunta Cundari. “Lo que le pasa a una sola empresa en un sector específico, probablemente no le pase a ella sola. Entonces compartir los conocimientos, las experiencias, el intercambio es clave para la resiliencia de los sectores”, agrega.

Las empresas y organizaciones tienen que empezar a trabajar de forma colaborativa”, remarca González. “En todos los ámbitos se sigue haciendo un trabajo compartimentado y necesitamos poder sentarnos en la misma mesa para entender la necesidad de los diferentes actores y comprender las barreras, pero sin que las barreras impliquen no avanzar y no cambiar”, propone.

En el primer mes del 2022 ocurrieron diferentes noticias con el foco en la generación de energía en la Argentina y la oferta de electricidad. Teniendo en consideración la inminente transición que el país debe realizar hacia energías limpias, Maurtua Konstantinidis comenta que una estrategia para adelantarse y dar un primer paso es diversificar la matriz energética de tal forma de que sea más estable.

“La transición no va a ser inmediata ni sencilla, se requiere mucha inversión, cambios estructurales dentro de los hogares, empresas y redes eléctricas, pero no podemos quedarnos en que no se puede, y que entonces debemos seguir en el mismo camino”, remarca González. “Estamos viendo problemas del futuro con ideas del pasado”, añade.

Rol clave del sector público

La innovación y una nueva economía necesitan instrumentos que la fomenten y regulen, para lo que resulta clave el rol del sector público. “La Argentina tiene que apuntar a promulgar la ley de humedales, que ya está dando vueltas desde hace mucho tiempo, y esos son ecosistemas cuya importancia va más allá de la cuestión climática”, explica Maurtua Konstantinidis, que remarca que estos espacios ayudan a regular los ciclos hídricos y las temperaturas, ayudan a capturar carbono, y a albergar diferentes especies. “También se debe fortalecer la actual ley de bosques nativos con el objetivo de recuperar lo que se perdió hasta el momento”.

“Es fundamental trabajar en una ley de eficiencia energética con el fin de reducir el consumo del país y en una ley que regule el costo de la energía, que no solo beneficiará a la eficiencia energética, sino que también impulsará a las energías renovables que hoy en día, por los subsidios a los combustibles fósiles, se encuentran en desventaja”, concluye Maurtua Konstantinidis.

Por otra parte, González remarca la necesidad de políticas que promuevan la diversificación de las actividades productivas a nivel local para que la población tenga sustento y, además, no se deteriore la matriz productiva regional una vez que se agote el único recurso del cual depende.

La sustentabilidad en los próximos años nos llama a buscar soluciones innovadoras y a adaptar los sistemas de producción y consumo actuales a las nuevas condiciones. Para esto resulta importante escuchar a la ciencia que nos puede dar información para adelantarnos y estar a la vanguardia, y no dejar de lado las necesidades sociales, que cada vez están más en línea con el cuidado del ambiente.

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