La industria del vino se vuelca a la producción ecológica
“A nivel local, la demanda es incipiente pero crece. Antes a las bodegas no les interesaba comunicar que eran orgánicos, hoy es un valor agregado." Juan Pino, VIOS Vinos más Sustentables.
La industria del vino se vuelca a la producción ecológica

27 Ene, 2023

En 2022, en Argentina se cosecharon 706.171 quintales de uva orgánica y se exportaron 11,1 millones de litros de estos vinos. Crece la tendencia mundial de consumo de productos más saludables.

La vitivinicultura sustentable busca reducir el impacto socioambiental y aumentar la producción agroindustrial de vinos de calidad. Se basa en el uso de variedades de vinos calificadas, la producción en serie, el empleo de tecnología de conservación y el uso de materias primas sostenibles, entre otros puntos centrales. Cada vez más bodegas con impronta ecológica buscan captar un público dispuesto a consumir productos con sello verde.

“La calidad de la uva, por el cuidado que tiene, es necesariamente muy buena, nadie la utilizaría para vinos de baja gama”, afirma Juan Pino, cocreador de VIOS Vinos más Sustentables.

Paula Daniela Vecchio, ingeniera agrónoma de la Facultad de Ingeniería de la UBA y docente de la cátedra de Fruticultura, sostiene: “Veo como beneficio que el mercado está aprendiendo y conociendo sobre los vinos orgánicos y sacando un poco los mitos de que no son buenos”. Pero hay un problema, que es la falta de mano de obra: “En la producción de vid uno de los ítems más importantes es la poda. Es manual porque, por más que haya un apoyo mecánico, se termina siempre manual, entonces eso va a hacer un costo alto en la producción”.

“A nivel local, la demanda es incipiente pero crece. Antes a las bodegas no les interesaba comunicar que eran orgánicos, hoy es un valor agregado.» Juan Pino, VIOS Vinos más Sustentables.

Vecchio considera que esta industria es un éxito porque van cambiando los consumidores, las demandas y el concepto de calidad de lo que es el vino. “Hoy una producción orgánica o un vino orgánico es un atributo de calidad para el mercado que está siendo demandado. Hoy hay más conocimiento de cómo tiene que ser el vino. Se desmitificó que el vino tiene que ser caro y para gente mayor de cincuenta años”, comenta.

 

Los números argentinos

 

En junio de 2022 el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) publicó el primer Informe especial de productos orgánicos vitivinícolas en el que no solo registra el crecimiento de esta industria, sino también la fuerte demanda en el mercado.

Los viñedos orgánicos argentinos corresponden al 4,4% del total cultivado en el país. En 2022 se cosecharon 706.171 quintales de uva orgánica. El 60,9% de ese total fue en Mendoza, el 18,6% en La Rioja y el 17,9% en San Juan.

Son 142 los establecimientos registrados con ingreso de uva orgánica en el país, el mayor volumen corresponde a Malbec (30,1%) y le sigue la uva Cereza (14,7%). Luego se destacan tres variedades blancas: Torrontés Riojano (9,5%), Chardonnay (5,5%) y Pedro Giménez (5%).

“A nivel local, la demanda es incipiente pero crece. Antes a las bodegas no les interesaba comunicar que eran orgánicos, hoy es un valor agregado. El consumidor argentino ha aprendido mucho. Ya no pregunta qué es lo orgánico, sino que lo busca. A nivel internacional, lo orgánico es un diferencial importante muy demandado. Pero los productores saben que con eso no basta, y por eso van hacia más prácticas sustentables, como reducción de huella de carbono. La producción y consumo sustentable es una tendencia imparable. No es una moda, es un camino de ida”, afirma Pino.

“A nivel mundial se requieren un montón de estos vinos, se exportan, se consumen.» Paula Daniela Vecchio, ingeniera agrónoma.

Hoy el vino es el segundo producto orgánico de origen vegetal exportado por Argentina después del azúcar de caña. Su incremento ha sido exponencial, en 2021, se enviaron 11,1 millones de litros de vino orgánico, 2,4 millones de litros de mosto concentrado orgánico y 887 toneladas de pasas de uva orgánica. Representa un aumento del 146% para el mosto orgánico y 6,4% para el vino orgánico comparado con 2020. “A nivel mundial se requieren un montón de estos vinos, se exportan, se consumen. Los precios no son más elevados”, aporta Vecchio.

El mayor volumen de las exportaciones se destinó a Estados Unidos, el resto se distribuye entre Dinamarca (21%), Suecia (19%), Reino Unido (13%) y Alemania (9%).

El auge de la vitivinicultura sustentable tiene su impacto en organismos como Bodegas de Argentina, la cámara empresaria que nuclea a la mayoría de las principales empresas del país. En 2010 esta institución creó una comisión de sustentabilidad para abordar temas como el cambio climático, su probable incidencia fenológica en la vid y en la calidad del vino, el impacto comercial y la huella de carbono. El objetivo es fortalecer la sustentabilidad ambiental, social y económica y la competitividad de la industria vitivinícola argentina en el largo plazo. Y, además, brinda herramientas educativas y de sensibilización para incrementar la aplicación de prácticas sustentables en la producción vitivinícola, y medir y demostrar su progreso.

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Juan Pino, Paula Daniela Vecchio
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