La Riojana: Proyecto fairtrade
Luego de observar los problemas que sufrían muchos de los habitantes de La Rioja y tras obtener la certificación de Comercio Justo, La Riojana, una cooperativa que desde sus inicios estuvo comprometida con la comunidad, logró colaborar con las necesidades de la región y de su gente. En 2006, trabajadores de la cooperativa visitaron Tilimuqui, […]

19 Ene, 2018

Luego de observar los problemas que sufrían muchos de los habitantes de La Rioja y tras obtener la certificación de Comercio Justo, La Riojana, una cooperativa que desde sus inicios estuvo comprometida con la comunidad, logró colaborar con las necesidades de la región y de su gente.

En 2006, trabajadores de la cooperativa visitaron Tilimuqui, un pueblito perdido en el medio del desierto, donde la situación y las condiciones en que sus pobladores vivían eran muy duras, por lo que se decidió que había que hacer algo para modificar esa realidad.

En este pueblo, donde la mayoría de las personas trabajan en las fincas de la cooperativa, no había agua potable en las casas, sólo había una escuela primaria con tres aulas y sus habitantes no contaban con asistencia médica.

La idea que se planteó en ese momento fue la de desarrollar un proyecto que estuviese ligado a las exportaciones de vinos y aceites, vinculado con el trabajo de los habitantes del pueblo y que pudiera ligar a los principales clientes de La Riojana con un proyecto a largo plazo en el cual, por cada caja vendida se pudiese destinar una porción importante de las ganancias al proyecto de desarrollo del pueblo.

Para cumplir con esa misión, primero había que realizar muchas tareas. El primer paso fue proveer de agua potable a cada familia, el segundo desafío fue construir una escuela agrotécnica que permitiera a sus niños continuar con la educación secundaria a la vez que combatía el trabajo infantil y, por último, la construcción de un hospital.

Las expectativas que había al inicio se superaron ampliamente: la producción sustentable, orgánica, el comercio justo, la reducción de gases con efecto invernadero y ahora la certificación Biodinámica marcan el rumbo que se ha tomado. Y el reconocimiento internacional que se ha logrado habla del éxito del proyecto integral de la empresa.

Los resultados se pueden medir a través de la mejora de calidad de vida de los habitantes de Tilimuqui y de los pueblos aledaños, de donde provienen los cientos de niños que asisten al colegio. El gobierno mejoró la vieja escuela primaria y la convirtió en una escuela modelo en la zona. Además, el hospital gratuito significará una transformación estructural para sus habitantes, que nunca antes tuvieron apropiada asistencia médica. Para la empresa, la iniciativa significó una consolidación de sus principios filosóficos cooperativistas y de compromiso social.

El proyecto de la escuela fue tan significativo que logró un reconocimiento internacional en octubre de 2014 cuando, desde Manchester, se lo destacó como el proyecto de comercio justo más grande, más exitoso y de mayor impacto del mundo.

Los aportes en términos de toma de conciencia en la comunidad fueron varios: la reafirmación de que el comercio justo no es caridad, sino que obtiene un precio justo por su producción, logró otorgar a los trabajadores una mayor seguridad y autoestima.

El hecho de que las obras se realizarán en los pueblos donde ellos viven, que los proyectos fueran obras con visión de largo plazo y que los fondos no se destinarán a consumo, sino a cubrir necesidades básicas como el agua y la salud y a la educación, también significó un aporte enorme a la toma de conciencia en los jóvenes, quienes rápidamente entendieron que el cambio sustentable pasa por una mayor y mejor educación.

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