Las empresas se organizan para restaurar el ecosistema
Frente a la degradación ambiental, el sector público y algunas empresas privadas se organizan para restaurar el ecosistema de la forma más natural posible.
Restaurar el ecosistema

18 Jul, 2022

La naturaleza a través de sus recursos y funcionalidades permite el desarrollo de las sociedades como las conocemos hoy en día. Dependemos del ambiente en el que vivimos para poder realizar todas nuestras actividades diarias: precisamos el agua de los ríos para generar energía o poder trasladar mercancía, también necesitamos pastizales o bosques en buenas condiciones para conseguir alimentos y obtener madera para la construcción o calefacción de nuestros hogares.

Sin embargo, las prácticas de extracción y utilización de los recursos naturales no siempre han tenido en consideración su finitud ni tampoco la responsabilidad que poseemos como sociedad en dejarle un ambiente sano a las próximas generaciones.

Actividades como el cambio de uso de la tierra a través de la deforestación de un bosque para realizar agricultura, la sobreexplotación de los organismos sin un plan de manejo adecuado y la contaminación son algunos de los principales impulsores de la pérdida de diversidad biológica y, por ende, de la degradación ambiental.

Cuando hablamos de degradación de ecosistemas nos referimos a la pérdida de las condiciones naturales con respecto a un ecosistema de referencia, que es el que tiene todos sus atributos y funciones”, señala Javier Sanguinetti, doctor en Biología y ecólogo del departamento de conservación y manejo del Parque Nacional Lanin.

Según la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), la degradación de la tierra disminuyó la productividad de la superficie terrestre en un 23%.

La degradación lo que hace es homogeneizar el ambiente a través de la simplificación de la estructura de la vegetación, la disminución de la cantidad especies y la pérdida de funcionalidades. Un ejemplo de estas funcionalidades es la polinización”.

El desarrollo económico y social no es inmune a la degradación del ambiente. Según la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), la degradación de la tierra disminuyó la productividad de la superficie terrestre en un 23%, y la pérdida de polinizadores pone en peligro la producción anual de cultivos a nivel mundial por valores que oscilan entre 235.000 millones de dólares y 577.000 millones de dólares.

Revertir la degradación

Ante este panorama, han surgido diferentes acciones para revertir la degradación de los ecosistemas. Algunas de ellas con la conservación, la preservación y la restauración.
La conservación puede tener una visión antropocéntrica de conservar recursos naturales mientras los usamos, como un manejo forestal de forma sustentable. El otro extremo de la conservación es donde uno busca mantener los ecosistemas de la forma más natural posible y con la menor influencia del ser humano”, explica Sanguinetti.

Manos sosteniendo planta

La restauración ecológica es una disciplina que busca recuperar especies, condiciones y funciones de ecosistemas degradados o que han sido transformados. En la mayoría de los casos lo que sucede es que se restaura para generar algún beneficio social o económico. Este tipo de restauración tiene un enfoque más utilitario”, agrega.

En este sentido, la Asociación de Amigos de la Patagonia realiza actividades de restauración en varios lugares del país para revertir la degradación de distintos tipos de ecosistemas. Sebastián Homps, director ejecutivo de la Asociación, comenta que trabajan en los bosques incendiados de la Patagonia y también en los humedales y el bosque de tala del norte de la provincia de Buenos Aires.

“Las empresas se están sumando a través de la compensación de sus huellas de carbono de forma anual.” Dante D’Ambrosio, Fundación Banco de Bosques.

“En 2017, después de un gran incendio que hubo en Chubut, desarrollamos un programa para, en 2018, lanzar la primera plantación. También empezamos a trabajar con el Parque Nacional Los Alerces y en terrenos privados que habían sido incendiados”, recuerda Homps.

En la pandemia, el Parque Nacional Lanín nos invitó a brindar apoyo para llevar adelante el proyecto Pehuén de restauración del bosque de araucaria”, añade. Según Homps, esta alianza logró impulsar el proyecto a través de la realización de plantaciones y siembras en el bosque de araucarias e involucró a las autoridades del municipio.

A su vez, el sector privado se sumó de manera más activa al proyecto. “Ver un proyecto de la Asociación con la seguridad que estamos plantando en un Parque Nacional y que se han llevado a cabo sucesivas plantaciones que fueron exitosas, generó confianza en el sector privado. Esto es importante para que puedan comprometerse con una mirada más a largo plazo”, resalta Homps.

Participación privada para restaurar el ecosistema

El involucramiento del sector privado en las actividades de Amigos de la Patagonia puede ser a través de donaciones de árboles, participación en las plantaciones, realización de una salida a campo con el equipo de las empresas, o recibiendo talleres de educación ambiental virtuales o presenciales. “Se suman empresas pequeñas, medianas o grandes, para lograr que el modelo se adapte sin importar el tamaño. Es importante el sentido de pertenencia de los actores más allá de quién lo lidere”, concluye Homps.

Otro ejemplo de acciones de conservación y restauración es el trabajo que realiza la Fundación Banco de Bosques en la provincia de Misiones. “La fundación tiene el proyecto Las Araucarias que comprende dos chacras de 61 hectáreas de bosque nativo que se encuentra degradado y en retroceso. Lo que hacemos es restaurar algunas áreas a través de, por ejemplo, la plantación y la clausura de la zona”, comenta Dante D’Ambrosio, coordinador de programas de la Fundación Banco de Bosques.

La importancia de este bosque reside en que la especie principal, la Araucaria angustifolia, se encuentra en peligro crítico de extinción. Una de las principales amenazas de la zona es la alta tasa de transformación de la tierra en agricultura intensiva.

Las empresas se están sumando a través de la compensación de sus huellas de carbono de forma anual”, explica D’Ambrosio. “Las empresas primero deben tratar de reducir al máximo sus emisiones de gases de efecto invernadero en sus producciones y, en el caso de que siga habiendo emisiones, se compensan mediante las acciones de conservación y restauración de bosque nativo, que es lo que hacemos desde Banco de Bosques. Esto se puede hacer gracias a que este tipo de bosque logra almacenar grandes cantidades de carbono”, agrega. Algunas de las empresas que se han sumado a este proyecto son el banco Galicia y Andreani.

Manos plantando“Todos los proyectos incluyen las mismas actividades: trabajar con las comunidades locales, desarrollar un destino de ecoturismo, restaurar las tierras en las que trabajamos y reintroducir especies nativas.” Emiliano Donadio, Fundación Rewilding Argentina.

Dado que realizan mediciones en territorio, conocen cuánto carbono existe en cada metro cuadrado de bosque nativo de las chacras. Las empresas pueden acercarse a la Fundación con el cálculo realizado de cuánto deben compensar y pagar por la cantidad de metros cuadrados necesarios.

Los bosques que conservamos y restauramos los donamos para que sean parte de áreas protegidas. En el caso de Misiones, lo donaremos para que sea parte de la Reserva Natural Estricta San Antonio que es aledaña a la chacra y es administrada por la Administración de Parques Nacionales (APN)”, destaca D’Ambrosio.

La APN es un actor clave en tareas de conservación y restauración, dado que se involucra a través de la custodia de las áreas, el monitoreo de las plantaciones y la participación en las capacitaciones.

A su vez, la APN también es un beneficiario de los resultados obtenidos del proyecto. D’Ambrosio cuenta que las chacras del proyecto Las Araucarias facilitan el acceso a la reserva, dando un camino seguro para que puedan ingresar.

Otro elemento importante es la fauna ya que los diferentes animales y organismos también aportan a las funcionalidades de los ecosistemas. En este sentido, la Fundación Rewilding Argentina realiza tareas de reintroducción de especies que ya no se encuentran en ciertos ambientes.

La Fundación se ocupa de restaurar ecosistemas utilizando herramientas poco frecuentes en Argentina como es la reintroducción de especies mediante la translocación de individuos con la idea de crear grandes áreas protegidas que puedan convertirse en motores de la economía de las comunidades locales que la rodean”, sostiene Emiliano Donadio, biólogo y director científico de la Fundación Rewilding Argentina.

“Existen algunos donantes argentinos y empresas que donan equipamiento o materiales, pero aún es incipiente el involucramiento del sector privado, sería bueno incrementarlo.” Emiliano Donadio, Fundación Rewilding Argentina.

Hoy en día la Fundación tiene cuatro grandes proyectos activos: en el Parque Nacional El Impenetrable y zonas aledañas, en los Esteros del Iberá, en el Noroeste de la provincia de Santa Cruz, y en la costa sur de la provincia de Chubut que incluye elementos costeros y marinos.
Siguió Donadio: “Todos los proyectos incluyen las mismas actividades: trabajar con las comunidades locales, desarrollar un destino de ecoturismo, restaurar las tierras en las que trabajamos y reintroducir especies nativas. Estas especies se eligen en base a documentación histórica que indica que antes estaban en ese lugar y hoy ya no se encuentran”.

En los proyectos de la Fundación el involucramiento del sector público y de las comunidades es importante. De acuerdo con Donadio, los estados provinciales y el nacional son los que emiten los permisos para poder reintroducir animales o plantar especies nativas. A su vez, las secretarías de turismo provinciales son importantes para poder crear y mantener los destinos turísticos.

Asimismo, el involucramiento de las comunidades es una parte esencial del trabajo, ya que una vez que la Fundación no pueda acompañar más a las actividades, ellas son las que deberán sostener y proteger el área.

Acerca del rol de las empresas, Donadio comenta que “la Fundación se financia con fondos de instituciones o filántropos extranjeros en su mayoría. Existen algunos donantes argentinos y empresas que donan equipamiento o materiales, pero aún es incipiente el involucramiento del sector privado, sería bueno incrementarlo”.

En los distintos casos, diversos actores se involucran para poder revertir el daño generado en los ecosistemas, y la interacción entre sector público, privado y la sociedad permite obtener mayores impactos y resultados en el territorio. Poder mejorar la salud de la naturaleza y, por ende, la calidad de vida de las generaciones actuales y futuras depende de las acciones que se realicen por distintas personas, empresas y gobiernos.

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