Los bancos buscan incorporar a los menores de edad
¿Cuál es el desafío de la alfabetización financiera desde una edad temprana? En busca de afianzar la educación financiera y haciéndose eco de las necesidades de menor uso de efectivo y mayor transparencia de la economía, los bancos ofrecen nuevos productos para los menores de edad. Junto a la iniciativa del Banco Central de la […]

13 May, 2019

¿Cuál es el desafío de la alfabetización financiera desde una edad temprana?

En busca de afianzar la educación financiera y haciéndose eco de las necesidades de menor uso de efectivo y mayor transparencia de la economía, los bancos ofrecen nuevos productos para los menores de edad. Junto a la iniciativa del Banco Central de la apertura de cajas de ahorro en unidades de vivienda (UVI) para menores, se suman nuevas herramientas disponibles que fomentan la bancarización desde una edad temprana. Al mismo tiempo se les brinda a los jóvenes educación en el buen uso del dinero y la planificación de sus gastos.

Desde el Banco Nación, Juan Francisco Alberti, del departamento de Banca Comercial y Personas comentó: “Como resultado de la Comunicación “A” 6069 del Banco Central, desarrollamos la Caja de Ahorro en Unidades de Vivienda a nombre de menores de edad que permite que se destine un capital a nombre de un menor y que el día de mañana pueda contar con este ahorro capitalizado. Y, con el objeto de avanzar en la inclusión financiera, encaramos un trabajo conjunto con la Provincia de Mendoza, el Ministerio de Educación y el Ministerio de Deportes de la Nación. Así fue que el año pasado se realizó una prueba piloto en la Ciudad de Mendoza, realizando reuniones en escuelas, impartiendo clases de inclusión financiera, de cómo bancarizarse, para qué sirven los bancos. El objetivo es afianzar los conceptos del ahorro e impulsar la familiarización con los servicios bancarios para el segmento de jóvenes”.

En la misma línea, la entidad lanzó el año pasado la caja de ahorro destinada a menores autorizados. Alberti señaló que este instrumento es una “cuenta de depósito donde el titular, que es el padre, madre o tutor, puede designar un menor que tiene carácter de autorizado. Se otorga a menores desde 13 años en adelante que tienen la posibilidad de realizar compras, transacciones electrónicas, depósitos, transferencias, para lo cual tienen habilitada una tarjeta de débito. Esta cuenta tiene límites tales como la imposibilidad de realizar inversiones o plazos fijos. Para este producto, se tiene además en cuenta la capacidad progresiva que establece el nuevo Código Civil y que adhiere nuevas capacidades al menor año a año, siendo que cuando cumple los 18 años pasa a ser también una caja de ahorro común”.

El Banco Galicia es otra de las entidades que viene apuntando a los más chicos. Recientemente, lanzó una tarjeta de débito adicional para mayores de 14 años. Daniela Bacci, analista senior de Medios de Pagos de la entidad, indicó: “Es una idea que se nos ocurrió hace un tiempo, similar al producto de tarjeta de crédito y sus adicionales, que ya se encuentra muy instalado y que también existe para menores. Quisimos utilizar este mismo concepto aplicado a la tarjeta de débito. La idea es que el titular le pueda otorgar una adicional sin costo de emisión a cualquier persona mayor de 14 años, sin importar si hay vínculo familiar. Con la tarjeta de débito adicional para menores se puede implementar un límite diario de extracción y de compra definido por el titular o bien se le puede dar una versión full, del mismo límite que el del titular”.

La vocera detalló: “La persona dueña de una tarjeta de débito adicional no puede sacar dinero por ventanilla, sólo puede extraer por cajero automático o realizar compras. El banco tiene un gran compromiso con el tema de la inclusión financiera y con el objetivo de desalentar el uso de efectivo. Este producto forma parte de nuestro segmento de banca digital. Entendemos que los jóvenes que están en estos canales no son proclives a venir a las sucursales bancarias, por lo que intentamos atraerlos por estas vías y que se acostumbren a desarrollar esta conciencia de bancarización, a ir al cajero, usar su clave y poder extraer el dinero si están en la calle”.

El Banco Itaú también le está prestando atención a los clientes del futuro. Como puntualizó Patricia Riondini, gerente de Producto de la institución, “para menores de edad, tenemos disponible el producto Primera Cuenta. Se trata de una cuenta que los padres pueden abrir a sus hijos para acompañarlos en sus primeros pasos en el manejo del dinero. Mediante esta cuenta, ellos pueden programar una transferencia de un monto fijo en forma semanal o mensual, además de transferirles montos adicionales cuando lo deseen. Y, sin invadirlos directamente, pueden ver desde su home banking el uso que el menor hace del dinero. Por otra parte, a través de Itaú Key, también se pueden realizar transferencias desde WhatsApp. Y los padres pueden solicitar tarjetas de crédito adicionales para sus hijos asignándoles un límite predeterminado de compra si lo desean”.

“Esta herramienta les sirve a los padres para enseñar a sus hijos a tener control cuando utilizan el dinero y a ser responsables de realizar pagos de servicios con vencimiento, siendo el celular lo más habitual. Estamos trabajando con nuestros primeros menores ayudándolos a comprender el uso de los productos y de las aplicaciones con las cuales pueden operar”, agregó Riondini.

La especialista destacó: “Escuchando a nuestros clientes, detectamos que muchos padres querían iniciar algún proyecto de educación financiera para sus hijos y no encontraban otra manera que la remesa mensual o semanal en efectivo. Esto les resultaba preocupante respecto del control de cómo se gastaba el dinero o la preocupación de que se pierda o se lo roben”.

Por el lado del Banco Macro, otra de las entidades que viene trabajando en esta línea, Milagro Medrano, su gerente de Relaciones Institucionales y Atención al Cliente, señaló: “Ofrecemos la posibilidad de que nuestros clientes soliciten la apertura de una caja de ahorro que puede ser utilizada por un menor de edad de entre 13 y 17 años, que viene asociada a una tarjeta de débito a nombre del mayor y otra a nombre del menor, las cuales se pueden administrar independientemente, con límites diferenciados de compra y de extracción”.

“Lanzamos este producto ya que posibilita a los jóvenes tener la capacidad de ahorro y realizar compras sin necesidad de utilizar efectivo en su día a día. Además, genera conciencia y educación financiera en este segmento. Desde el banco pensamos los productos a través de la demanda y, en este caso, encontramos un segmento que estaba necesitando un servicio con estas características”, destacó Medrano.

Beneficios para padres e hijos

La utilización de estas nuevas cuentas permite la inclusión de los menores en formas alternativas de pago respecto del efectivo.

Alberti explicó que, para el caso de las cuentas en UVI, “están a nombre de un único menor y su representante legal, sin límite de edad, que conforman fondos indisponibles, esto es, se pueden hacer depósitos, los cuales tienen incluida una actualización por resultados de tenencia más una retribución que ofrece el banco, pero son fondos que no se pueden retirar hasta la mayoría de edad, en que pasan a ser parte de una caja de ahorro común. Como estos fondos tienen como destino el ahorro, no pueden tener asociados otros productos comerciales como plazos fijos o tarjetas de crédito”.

El ejecutivo agregó que en el caso de la caja de ahorro para menores autorizados el menor sí puede operar. Señaló: “Ofrece diferentes beneficios comerciales: el adulto responsable puede tener acceso al detalle de las operaciones y es, al mismo tiempo, una buena opción para que los menores comprendan desde una edad temprana la bancarización y se familiaricen con métodos que ofrecen mayor seguridad, como la tarjeta de débito frente al uso de efectivo”.

En cuanto a la colocación de estos productos, el especialista remarcó: “El lanzamiento es muy reciente pero podemos observar que están avanzando en forma muy positiva”.

Bacci señaló, por su parte: “Hicimos una prueba piloto antes del lanzamiento, buscando evitar la situación cotidiana que exige dejar efectivo para los gastos de los menores, suplantando una caja chica familiar que, por tanto, cuente con límites de operación. El lanzamiento es reciente, pero ya estuvimos viendo que la mayoría de los que se suman eligen utilizar estos límites. Desde los padres es fundamental la confianza que les da un producto financiero con menor uso de efectivo y un control más directo de los movimientos de gastos del menor”.

“Por otra parte –agregó–, estas tarjetas adicionales tienen los mismos beneficios que cualquier tarjeta normal del banco y las compras con ellas también suman puntos Quiero, que es nuestro programa de beneficios, para el titular de la cuenta.”

En el caso de los productos que ofrecen, Riondini puntualizó: “El menor puede operar su cuenta desde una aplicación independiente, tanto por Internet como desde su celular, pagar facturas de servicios, transferir dinero a otras personas, constituir plazos fijos y realizar compras con tarjeta de débito en comercios. A su vez, los padres pueden solicitar tarjetas de crédito adicionales para sus hijos asignándoles un límite de compra predeterminado si lo desean. Todos estos productos pueden adquirirse en forma digital desde el home banking del adulto, sin necesidad de concurrir a las sucursales”.

Fortaleciendo vínculos

Las entidades ven a estos productos como una oportunidad para iniciar un vínculo con las personas más jóvenes que, si es bien aprovechado, se puede extender por un largo tiempo.

Desde esta perspectiva, Riondini destacó: “En un futuro cercano estaremos ampliando las comunicaciones hacia los menores de edad tanto en cantidad como en diversidad de canales, entendiendo cuál es la mejor manera de llegarles”.

“Un buen negocio es aquel que hace que el banco se mantenga en las elecciones del cliente, que tiende a adquirir productos y servicios adecuados a sus objetivos de vida. En consecuencia, tienen un índice de satisfacción mayor, un índice de incumplimiento menor y una relación de larga duración con el banco. Esto es el rendimiento y la satisfacción de los clientes”, enfatizó.

Riondini detalló que, entre las acciones principales que ya llevaron adelante, “contamos con capacitaciones presenciales en universidades, participamos del programa Aprendiendo a ahorrar impulsado por el Banco Central y desarrollamos talleres de sensibilización sobre emprendimientos y el uso de la metodología Design Thinking para estudiantes de escuelas públicas”.

Por su parte, Medrano remarcó: “Desde el año 2015 desarrollamos y contamos con el primer portal de educación financiera del país, Cuentas Sanas, con contenidos y herramientas para aprender a administrar su economía personal y tomar decisiones seguras para mejorar sus niveles de bienestar e inclusión financiera en las distintas etapas de la vida de una persona”.

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