Desde hace años, Argentina tiene amplios sectores de la economía en la informalidad, y eso es un límite para el desarrollo del negocio bancario y financiero. Sin embargo, la pandemia de coronavirus trajo cambios: ahora nueve de cada diez adultos tienen una cuenta bancaria en el país, según el último informe de inclusión financiera del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Las políticas de asistencia a raíz de las restricciones sanitarias, entre ellas el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), la tarjeta Alimentar o el programa Potenciar Trabajo, condujeron a millones de personas a ingresar al sistema bancario. En este contexto, el uso de los medios de pagos electrónicos creció a un pico histórico.
Sin embargo, tener cuentas bancarias o teléfonos inteligentes no implica necesariamente un uso intensivo del dinero electrónico. Una encuesta nacional realizada por la Asociación Civil TECHO en barrios de bajos recursos mostró que, si bien más del 60% de las personas recibe transferencias monetarias, solo un 22% lo utilizaron para pagar servicios, enviar o recibir dinero, o para realizar compras en el último año. Persiste la necesidad de utilizar los billetes.
Estrategias de las entidades para aumentar pagos electrónicos
A pesar de haber desplegado cajeros automáticos móviles en localidades de la Costa Atlántica para la temporada de verano 2022, el Banco Provincia manifestó que tiene como objetivo que los clientes se familiaricen con los pagos electrónicos.
Tienen previstas campañas con acciones promocionales para la billetera digital Cuenta DNI. “Esperamos que este verano más personas descubran lo fácil y conveniente que es operar con nuestra billetera digital”, afirmó Juan Cuatrommo, presidente del banco.
El viraje hacia lo digital también se observa en empresas cuyo negocio principal tiene que ver con el manejo de los billetes, como la icónica Rapipago.
Según informaron, la empresa del Grupo GIRE busca acrecentar su ecosistema digital. En esa línea, ya se avanzó con la puesta a punto de diversos canales, como una app, el sitio web y las redes WhatsApp y Facebook Messenger. La idea es que los usuarios tengan diversas alternativas para el pago de facturas y operatorias que se adapten a su nuevo estilo de vida.
“Uno de nuestros principales objetivos es la integración financiera que facilite la operatoria de los clientes a través de la transformación de nuestros puntos de cobranza en centro de servicios”, explicaron desde la compañía.
Necesidad de educación financiera
Otras entidades se focalizan en acciones de educación financiera.
Con esa preocupación, el Banco Santander lanzó Santas finanzas, un canal de podcast sobre educación financiera aptos para todo público. El ciclo, que está disponible para las plataformas WeToker y Spotify, destaca oportunidades en materia de inversiones y de ahorro para la vida económica de las personas.
Por otro lado, los adultos mayores forman parte de uno de los sectores más reticentes a abandonar el efectivo. El Banco Ciudad, en conjunto con el gobierno porteño, viene impulsando con el objetivo de integrar a las personas de avanzada edad al entorno de las nuevas tecnologías.
En diciembre pasado, este banco participó de un workshop sobre la “Economía plateada”. El taller buscó incentivar prácticas e iniciativas para incluir a las personas mayores en los productos y servicios existentes. También desarrollar ideas disruptivas diseñadas para las personas mayores.
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