Se reordenan las billeteras digitales
Después del auge del 2020 y 2021, la industria sufrió una depuración, donde algunas fintech quedaron en el camino y otras se reperfilan para continuar creciendo. Llegó el tiempo de autoexaminarse para definir.
Billeteras digitales

28 Oct, 2022

El 2022 fue un año de reordenamiento para las start-ups de base financiera, porque el contexto local e internacional complejo, signado por la desaceleración de la actividad económica, las llevó a revisar sus modelos de negocio.

Con la irrupción del coronavirus, las billeteras virtuales habían tomado relevancia y se convirtieron en una importante herramienta financiera para usuarios que se encontraban fuera del sistema bancario. Pero en medio de un avance más rápido del previsto, algunas no pudieron vencer los obstáculos y quedaron en el camino, mientras que otras supieron identificar las oportunidades que el mercado presenta para consolidar su posición en la industria.

Con la entrada y la salida de jugadores se multiplicaron las opciones de administración del dinero en forma digital para los usuarios. Ahora se acerca una etapa de maduración, con una promisora proyección hacia adelante, pero también con la imperiosa necesidad de autoevaluarse y reperfilarse para ser sustentables en el tiempo.

“Si bien a lo largo de estos años, las fintech introdujeron una ráfaga de innovación, desde nuevas plataformas de pago hasta contratos inteligentes. Ahora tienen el potencial de brindar servicios financieros de manera más rápida y segura, pero cargan con sus propios desafíos que, en medio de la pandemia, se hicieron mayores”, observó David Somoza Mosquera, especialista en negocios y manejo de capital humano.

Ganadores y perdedores

En términos de financiamiento, 2022 terminará con un amesetamiento. Según la edición correspondiente al primer semestre de 2022 del informe Pulse of Fintech, que elaboró la firma de auditoría y consultoría KPMG, la inversión total en fintechs en América registró un descenso: pasó de 59.700 millones de dólares contabilizados al semestre anterior a 39.400 millones al cierre del ejercicio que se extiende entre el 1° de enero y el 30 de junio.

En ese sentido, según un análisis del Financial Times, las acciones de las empresas de tecnología financiera cayeron, en promedio, más del 50% desde comienzos de año. Su capitalización de mercado acumulada bajó 156.000 millones de dólares en lo que va de 2022. Si se mide cada acción desde su máximo histórico, se perdieron más de 460.000 millones de dólares.

Billetera digital

El flight to quality y la búsqueda de seguridad de los inversores va a contramano del crecimiento frenético de muchos de estos emprendimientos. Quienes los respaldan muestran cierta desconfianza, especialmente los inversores de capital de riesgo no tradicionales, tales como fondos de riqueza soberana y de pensión. Algunos adoptaron una actitud cautelosa y se están retirando de acuerdos que habían firmado.

En la Argentina varios episodios muestran el difícil momento que atraviesa el sector. El 16 de agosto dejó de operar la plataforma Bimo, que pertenecía a Prisma Medios de Pago y Agea, y que tenía el apoyo de Clarín 365. Se había lanzado en 2020 y permitía realizar distintos tipos de pagos. Su cierre se sumó al de Ank, la billetera digital de Banco Itaú. El 29 de julio fue su último día de funcionamiento.

El criptocrush se cobró este año a su primera víctima en la Argentina y magnificó el derrumbe que sufrieron muchas empresas de criptomonedas en los países emergentes. En mayo, Buenbit, el exchange local que había levantado 11 millones de dólares en su primera ronda de inversión Serie A hace poco más de un año, redujo abruptamente su personal en casi un 50% y anunció que detendría sus planes de expansión en el corto plazo. Además, informó que momentáneamente dejaría a un lado su modelo de crecimiento acelerado para preservarse mientras pasa el “invierno financiero”.

No obstante, aunque en este escenario varias compañías no lograron vencer las adversidades, también se encuentran las que consiguieron fondos frescos para continuar su expansión. En esta lista, figura Koibanx, plataforma local de tokenización de activos y pagos a través de la tecnología blockchain, que cerró una ronda de inversión Serie A, en la que obtuvo 22 millones de dólares que utilizará para avanzar con la ampliación de su operación regional.

La fintech Pomelo levantó otros 15 millones de dólares en una extensión de su ronda Serie A, y con eso elevó los fondos alcanzados a 50 millones de dólares. La empresa, fundada por tres ejecutivos que formaron parte del nacimiento de Naranja X, ya consiguió fondeo por más de 60 millones de dólares en solo 18 meses. Al igual que en el anterior caso, empleará los recursos para expandir su presencia en la región y robustecer su cartera de productos.

El CEO de la firma Poincenot Tech Studio y presidente de la Alianza Fintech Iberoamericana, Mario López, consideró: “Los inversores que siguen apostando por estos proyectos priorizan no tanto las proyecciones de buenas historias, sino sus resultados a largo plazo. Esto significa un desafío para muchas empresas, pero también representa una oportunidad de crecimiento. El sector se enfrenta ahora al reto de comenzar a dibujar su madurez”.

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Entrevistados: David Somoza Mosquera, Mario López
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