Dado el contexto actual de incertidumbre, Adecco Argentina, filial de la empresa de consultoría integral en recursos humanos, comparte cinco consejos sobre cómo recuperar la motivación en el trabajo y su repercusión en la empresa.
El impacto de una fuerza laboral bien motivada es claro: los empleados motivados son más productivos. Aparte de la eficacia de los equipos, también se demuestra que la motivación impulsa la fidelización y mejora la cultura de la organización.
La motivación ha disminuido en todos los equipos de trabajo. Por ejemplo, según un estudio realizado por el Grupo Adecco a nivel global, del que participaron trabajadores argentinos, sólo el 43 % de los empleados sin puesto de supervisión afirma estar satisfecho con sus superiores y la motivación ha retrocedido en toda la fuerza laboral. Los empleados sin puesto de supervisión revelaron los peores niveles de motivación y el mayor deterioro.
“A pesar de estar continuamente conectados, los trabajadores nunca habían tenido una conexión emocional tan baja con su empleo. Los líderes tienen la capacidad de reconectar a los empleados y reinventar la cultura laboral. El momento llegó, no será fácil, pero hay que comenzar a implementarlo”, explicó Victoria Loza, directora de Recursos Humanos & Sustentabilidad de Adecco Argentina, Chile y Uruguay.
“Se ha observado un retroceso en las relaciones, la motivación, el sentido de equipo y la cultura empresarial desde que comenzó la pandemia. Esta desconexión resulta una amenaza para la cultura y cohesión de la empresa; es por esto que es muy importante cómo llevar a cabo esa reconexión”, agregó Loza.
Por eso, al momento de preguntarse cómo aumentar la automotivación en el trabajo, da las siguiente lista:
- Renovar la motivación. En el momento en el que no se consigue un premio inmediato, o se siente satisfacción al eludir una tarea fastidiosa, es conveniente recordar que la razón por la que lo hacemos es significativa o contribuye a algo importante. ¿Cómo? Encontrando el propósito más grande y teniendo la calidad como eje.
- Conocer el valor del trabajo. Con las metas cuantitativas, el foco suele estar en alcanzar el número y es menos probable prestar atención a la tarea que se hace y disfrutar del proceso.
- Buscar inspiración en modelos a seguir. Tener a alguien a quien admirar puede ser una forma poderosa de motivación. Sin idealizar, se puede aprender más sobre lo que los llevó a donde están, como fuente de inspiración, pensando en cómo llegaron y no en sus logros específicos, ya que eso puede resultar frustrante.
- Organizar objetivos. A veces no se desglosan los objetivos en acciones manejables. Si siempre se tiene esto en cuenta, los triunfos más pequeños y habituales conseguirán generar un impulso, siempre que resulten significativos y señalen de un modo claro hacia un fin a más largo plazo. Para tener una conexión con los objetivos, hay que tener una visión clara de cómo cada paso te acerca.
- Aprovechar tu autocompasión. Pocas cosas pueden disminuir la motivación laboral más rápido que la duda y el diálogo interno negativo. No podemos hacer todo bien todo el tiempo. Así que se recomienda trabajar para poder ser amable con uno mismo cuando aparezcan errores.