Crece la llegada de los cajeros automáticos a los barrios populares
Aunque ha habido un boom de medios electrónicos de pago, la necesidad de billetes persiste en todo el país. Empresas como Trasa, Prosegur y Rapipago aportan soluciones a estos problemas.

22 Jul, 2024

En los últimos años hubo un boom de los medios electrónicos de pago. Sin embargo, el público sigue necesitando billetes, especialmente quienes están inmersos en la informalidad. Desde hace años, algunas empresas buscan responder a esta necesidad con soluciones de inclusión financiera, como la instalación de cajeros automáticos (ATM) en los barrios vulnerables. 

Trasa, una de las organizaciones que se especializa en este enfoque, opera la red de cajeros Pago24 con unas 80 unidades en diferentes lugares del país, de los cuales el 30% se ubica en zonas empobrecidas. En 2017, fue la primera compañía de este tipo en ingresar en una villa de emergencia.

El desembarco de estas instalaciones arrancó en el barrio Padre Mugica (ex Villa 31), para extenderse en San Lorenzo B y Ramón Carrillo. Otros cajeros, en cambio, se encuentran en un radio de tres a cinco cuadras de los vecindarios de extracción popular, como Barrio Copello, Monte Chingolo, Tristán Suárez, Barrio Itaembé y Villa 21-24.

“La instalación de infraestructura física de servicios financieros, como lo son los cajeros automáticos, mejoran los puntos de acceso al sistema financiero en comunidades donde, generalmente, no suele haber este tipo de servicios”, apuntó Ricky Minicucci, fundador de Trasa.

Prosegur es otra de las organizaciones que prestan estos servicios. La red Orus, de Prosegur Cash, tiene más de 60 cajeros automáticos distribuidos en todo el país. Uno de los ATM que instaló la compañía en los últimos años es el de Punta Mogote del predio ferial La Salada, con el fin de dar respuesta a la alta demanda de efectivo en la zona y por la nula presencia de alternativas de extracción.

Según un análisis comparativo de la empresa Trasa, los cajeros automáticos ubicados en barrios populares registran un mayor uso y montos de extracción más altos.

Hernán Ball, gerente de Innovación Latam sur en Prosegur, señaló que la empresa ofrece a los comercios un servicio seguro, moderno y asequible para resolver la bancarización de su recaudación en efectivo y brinda, a su vez, una solución de retiro de efectivo 7 × 24 a sus clientes”.

Durante 2023, Prosegur expandió su presencia por el interior y sumó más cajeros automáticos en las provincias de Santa Fe, Córdoba, Catamarca, Mendoza, Corrientes, Chaco, Jujuy y Río Negro. Allí, los rubros con mayor demanda son estaciones de servicios y entidades gubernamentales.

Otra marca relevante del sector es Rapipago, del Grupo Gire. En 2023, fueron instalados cinco locales Rapipago franquiciados por vecinos de Barrio 20, Lugano, y Barrio 1-11-14, lo que permitió acercar esos servicios a estas zonas.

Ayelén González, especialista de RSE y Sustentabilidad de Gire, señaló que el 29% de los clientes finales de la empresa “son personas no bancarizadas” y que el “81% de las sucursales Rapipago están ubicadas en zonas donde hay una o ninguna entidad bancaria o ATM”.

Alta actividad en los barrios

Según un análisis comparativo de la empresa Trasa, los cajeros automáticos ubicados en barrios populares registran un mayor uso y montos de extracción más altos que el de zonas más pudientes. 

El estudio revela que los vecindarios en áreas populares registran alrededor de 3.600 transacciones mensuales, con un promedio de 27 millones de pesos retirados. En contraste, en los barrios de mayor poder adquisitivo, el número se reduce a 2.700 transacciones, con un promedio de 19 millones de pesos.

Otro dato curioso, según el relevamiento de Trasa, es que los ATM en los barrios populares tienden a ser más rentables que los de otras zonas. En promedio, tardan cuatro meses en llegar al punto de equilibrio; es decir, a recuperar la inversión, mientras que en los vecindarios de medianos y altos ingresos dicho lapso se extiende a medio año. La empresa también detectó que el mantenimiento por daños y roturas es poco significativo y similar entre los distintos barrios.

Si bien cada empresa tiene su propia estrategia, en general, se coincide en que los cajeros aportan soluciones. “El 51% de las operaciones de cash incash out de billeteras digitales realizadas en zonas de alta vulnerabilidad se realizan en zonas donde no hay ATM ni bancos”, sostuvo Ayelén González.

Los ATM también ofrecen ventajas para los comercios donde están ubicados, ya que ayudan a reducir los costos asociados con el manejo de efectivo. Asimismo, los dispositivos pueden ser recargados con el efectivo recaudado y esta presencia puede aumentar el tráfico de clientes. 

“En ciertas zonas del interior, esto implica que la gente ahorre tiempo y dinero al evitar viajar varios kilómetros hasta otra localidad para obtener efectivo. En el caso del conurbano, zonas como la feria de La Salada o localidades del sur bonaerense, son lugares estratégicos de alta demanda de efectivo y escasa oferta, y es allí donde intentamos agregar valor”, aseguró Ball.

Ricky Minicucci, Hernán Ball, Ayelén González

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