Al ritmo de la inflación contenida y la necesidad de financiamiento de las personas con actividad laboral que puedan afrontar compromisos crediticios, las instituciones bancarias ensayan incentivos y opciones para captar a una porción creciente de la población objetivo.
La financiación en pesos al sector privado experimentó un salto real del 17,2% el año pasado, según los últimos datos del Banco Central, y la línea con mejor desempeño fue la de préstamos personales, que aumentaron más del 144% en forma interanual.
En el primer informe del año de la autoridad monetaria argentina se indica que en enero los préstamos en pesos registraron un incremento de 3,4 billones de pesos, que implica una suba del 6,5% a precios constantes y una variación interanual real del 98,7%. En particular, los préstamos personales treparon un 9,1% en términos reales frente a diciembre, con un alza interanual superior al 200%.
Las proyecciones del Gobierno y las expectativas del mercado marcan un crecimiento de la economía de entre el 4,5% y el 5% para 2025, sin embargo todos advierten que el consumo será inferior a ese porcentaje. Una vez que pase la estacionalidad del verano, se podrá empezar a ver cuál es la tendencia en las expectativas de los tomadores.
Por el nivel de liquidez de los bancos públicos y privados, el desafío es cómo tentar a los clientes a endeudarse para acceder a bienes y servicios.
Por eso, y por el nivel de liquidez de los bancos públicos y privados, el desafío es cómo tentar a los clientes a endeudarse para acceder a bienes y servicios. Ambos confían en que las condiciones macroeconómicas se consoliden y, las personas, que su situación laboral se mantenga o mejore en cuanto al nivel de ingresos.
Ya el año pasado se observó un crecimiento en el volumen de créditos: primero los personales, luego los prendarios, los comerciales y, finalmente, los hipotecarios. Las entidades reactivaron sus líneas y crearon nuevas con opciones de montos, tasas, plazos y condiciones de acceso.
Tasas escalonadas y decrecientes
Se espera que, poco a poco, y como ocurre en el resto del mundo, la ampliación de la demanda traerá una mayor competencia en la oferta y una sofisticación en los productos ofrecidos. En esta línea, el Banco Nación lanzó los nuevos préstamos personales con tasa de interés escalonada decreciente, con el objetivo de estimular la demanda de productos y el consumo de bienes y servicios por parte de clientes y no clientes en todo el país.
En un mercado que tiene opciones de créditos personales por montos de hasta 70 millones de pesos, y con varias entidades muy activas, como el BBVA, Macro, Provincia y Ciudad, el mayor banco público del país salió a ofrecer esta alternativa por un monto máximo de 50 millones de pesos, lo que permite reducir progresivamente el valor de las cuotas, brindar un mayor alivio financiero y mejorar la capacidad de pago de los clientes a lo largo del tiempo.
Desde el BNA aclaran que el plazo límite es de 48 meses, con sistema de amortización francés y una tasa nominal anual fija diferente para los clientes que tengan o no un paquete de servicios en su cuenta, lo que implica un interés del 55% y 76% el primer año, bajando a 42% y 59% en el segundo y llegando al 25% y 35% desde el mes 25 y hasta terminar el préstamo.
El diferencial de este lanzamiento contrasta con su anterior oferta de préstamos personales y con otras líneas del mercado que varían en monto, plazo y, sobre todo, tasas, si bien la relación entre cuota e ingreso ronda el 30% en todos los casos y los requisitos para acceder son variables.
Por ejemplo, el BBVA tiene disponibles hasta 70 millones de pesos por sucursales y 40 millones de pesos online a un plazo máximo de 60 meses, aunque la TNA anual se fija en el 76%. El Macro ofrece a sus clientes hasta 32 millones de pesos a igual plazo límite con una TNA del 74%.
Por su lado, el Banco Provincia presta hasta 50 millones de pesos, extiende el plazo a 72 meses pero tiene una tasa fija del 88% anual. Y el Banco Ciudad tiene una línea, también, por hasta 72 meses y 20 millones de pesos con una TNA del 66% para clientes con acreditación de ingresos en la entidad y una tasa efectiva anual del 90,12%, si se elige el plazo máximo.
Como en el pasado, la expansión de la demanda obliga a la oferta a generar opciones creativas e incentivos acordes al contexto para competir con calidad y precio en un mercado pequeño que, por eso, tiene un enorme potencial. El endeudamiento privado en la Argentina ronda el 6% del PBI, uno de los más bajos de la región.
Según la CEPAL, esto se debe a que los sistemas financieros de la región carecen de profundidad y excluyen a algunos grupos vulnerables, entre ellos a las mujeres. Si este año crece la inversión y mejoran los ingresos, la dinamización de la reactivación del consumo es una oportunidad para las entidades bancarias locales.