A pesar de haber transitado un primer semestre duro y una segunda mitad del año con menos incertidumbre, la baja de la inflación fue una buena noticia, sobre todo porque nadie esperaba semejantes indicadores en tan poco tiempo.
Por otra parte, el tipo de cambio también fue una sorpresa. Aunque había una cierta certeza de que el dólar no se iba a disparar, no se esperaba que se mantuviera entre los 1.100 o 1.150 pesos.
Creo que un fenómeno importante fue la transparencia en los precios relativos. Es decir, hacia finales de 2023 las empresas sobrerreaccionaron por la incertidumbre y el temor frente a un 2024 que se esperaba complicado.
Pero lo que vino después fue un sinceramiento en la economía y, frente a la caída del consumo, las empresas debieron bajar los precios. La dinámica de precios acelarados que el país venía sufriendo en los últimos cinco años cambió.
Por otra parte, el blanqueo implementado por este Gobierno, a diferencia de otros que hubo en la historia argentina, fue muy importante porque tuvo un impacto directo en la economía real, en tanto le permitió a la gente invertir sus dólares en cambiar el auto, comprar un departamento o hacer reformas.
Ante este escenario, si el 2024 fue un año donde el sector desplegó una estrategia de defensa y foco en el control de gastos, para 2025 lo que estamos viendo es un panorama de recuperación y crecimiento, que cada sector irá haciendo a su ritmo.
En 2025, en Insur vamos a poner el foco para que todos los sectores vayan en crecimiento. Pero creemos que, a nivel industrial, va a haber mucho desarrollo y nosotros queremos estar detrás.
El sector exportador es otra de las materias pendientes. Creo que el año que viene se va a dar un ordenamiento de los trámites, de los pagos, de la cobranza y de las normativas aduaneras.
No estábamos siendo competitivos porque el dólar estaba caro, pero en 2025 vamos a apuntar a alcanzar nuevos mercados, porque Argentina va a entrar en una fase de impulso económico. Para eso, va a ser importante que el Gobierno siga dando señales claras para acomodar el tipo de cambio.
Nosotros trabajamos en un sector que abarca tanto el seguro de crédito como el seguro de caución, y el mercado se ha adaptado a la idea de que el Estado ya no será el principal impulsor de la obra pública, que ahora se concentra principalmente en las provincias, los municipios y en proyectos privados. Es evidente que esta tendencia continuará en el futuro.
