Al comenzar 2024, en Banco Nación teníamos una expectativa muy favorable y apostamos fuertemente a la baja de la inflación y a la expansión del crédito. Ahora, aun con la mentalidad más optimista, no hubiéramos podido imaginar que íbamos a tener una expansión tan importante. A finales de octubre, hemos liquidado el equivalente a 12.500 millones de dólares en financiaciones a favor de las pymes y las familias argentinas. Pero, además, a partir de junio, lanzamos nuestro programa de créditos hipotecarios, que prevé el desembolso de 40.000 hipotecas. La verdad es que era impensado que hubiéramos podido tener un año tan favorable en Banco Nación, con la economía al borde de la hiperinflación que existía en Argentina a finales del 2023.
En Banco Nación esperamos que el crédito en Argentina se multiplique. Como decimos nosotros, la promesa de “inflación cero” de nuestro Gobierno del presidente Javier Milei viene acompañada del compromiso de la expansión del crédito. Cuando decimos multiplicar, proyectamos duplicar para 2025 en adelante, desde niveles muy bajos. Así que aquí nos preparamos para afrontar una demanda muy importante de crédito, tanto en pesos como en dólares, y tanto a favor de las pymes argentinas como de las familias.
El principal desafío que tenemos es lograr un enorme crecimiento en nuestra eficiencia. El Banco Nación, y los bancos en general, han vivido muchos años con una alta inflación y, en definitiva, tenemos que poder operar con los spreads más bajos posibles, con una mínima diferencia entre el costo de captación de nuestros depósitos y los valores o tasa de interés de nuestra oferta de préstamos. Ahí tenemos una tarea enorme. Obviamente, hay también una tarea de desarrollo e inversión tecnológica.
Por otro lado, tenemos un problema impositivo para lograr cosas con mayor eficiencia. Para un banco federal como el nuestro, las tasas municipales han tomado una envergadura enorme, y en algunas provincias, lo mismo con el impuesto a los ingresos brutos. En nuestro cuadro de resultados, estos dos impuestos igualan en incidencia a los salarios, lo que marca un desequilibrio enorme.
Para 2025 y los años venideros, siempre vamos a cumplir con el mandato de nuestro fundador, Carlos Pellegrini. Cuando Pellegrini fundó el banco en 1891, el país salía de una crisis financiera y él le encomendó al primer directorio, presidido por Vicente Casares, desarrollar el crédito pyme y regional en nuestro país. Por supuesto que no utilizó estas palabras, que son mucho más modernas. Pero este mandato sigue perfectamente vigente, en la medida en que el país se recupera de una larga crisis.
En nuestro caso, el desafío es redoblado en lo que respecta al desarrollo del crédito hipotecario en Argentina. Para lograrlo es necesario que el banco mantenga una fuerte capitalización y desarrolle fondeos alternativos de mercado. Por eso estamos en un proceso de transformación, y pronto seremos Banco de la Nación Argentina Sociedad Anónima. El crédito hipotecario en nuestro país es inexistente, y apenas alcanza a medio punto del PBI. Le toca al Banco Nación ser el responsable de impulsarlo. En eso estamos.