Gestión de residuos sólidos: cómo accionan las empresas
Para 2050 se ampliará un 65 % la generación de residuos hasta llegar a las 3.800 toneladas anuales. El promedio de reciclaje mundial es de sólo el 19 %.

29 May, 2024

La problemática de la generación de residuos y la contaminación asociada, junto con la mayor emisión de gases de efecto invernadero (GEI), continúa agravándose, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) difundidos este año. Cambiar los modos de producción y consumo, y transformar los residuos en nuevos recursos y materiales son algunas de las estrategias que hoy se plantean en el rumbo hacia un mundo Zero Waste.

En abril pasado, en el marco de una conferencia organizada en Buenos Aires por la Asociación para el Estudio de los Residuos Sólidos (ARS) —miembro nacional de la International Solid Waste Association (ISWA)— se presentaron las conclusiones del informe Perspectiva mundial de la gestión de residuos 2024. También se anunció que Argentina será sede del Congreso y Exposición Mundial ISWA 2025, bajo el lema: “Reimaginemos los residuos. Hacia un futuro sin residuos o un planeta sin futuro”.

La presidente de la ARS, Lucía Barcia refirió: “A nivel mundial no se reduce la generación de residuos y hay que caminar un largo recorrido para poder bajar de esta media de producción. Ningún sistema de reciclado puede absorber la cantidad de residuos secos que se generan. También la generación de húmedos sigue siendo tremendamente alta”.

Reciclar para ganar

El informe de la ONU, publicado en forma conjunta con la ISWA, presenta datos alarmantes, pero también modelos que podrían generar un cambio positivo. Se prevé que para 2050 la generación de residuos sólidos urbanos (RSU) aumentará a 3.800 millones de toneladas anuales, contra los 2.300 estimados en 2023.

“Las empresas deberían trabajar en implementar prácticas de producción más sostenibles, como el diseño de productos con materiales reciclables o biodegradables.” Grace Delgado, CSO en Green Computer.

Desde Green Computer, la empresa de triple impacto que ofrece tecnología reacondicionada premium, su chief security officer, Grace Delgado, consideró: “Una de las estrategias más efectivas para abordar la gestión de residuos sólidos es reducir la cantidad de desechos generados, en primer lugar. Las empresas deberían trabajar en implementar prácticas de producción más sostenibles, como el diseño de productos con materiales reciclables o biodegradables, la optimización de procesos para minimizar el desperdicio y la promoción de la reutilización y el reciclaje entre sus empleados y clientes”.

Por su parte, desde el sector vitivinícola, Bodega Trivento apunta a monitorear la generación de residuos en cada etapa del proceso productivo: “Se controla qué tipos de residuos se generan, se clasifican y se define cuál va a ser la disposición final de ellos. Esto incluye desde el residuo de la poda en el viñedo —que se reincorpora al suelo— hasta una botella que se puede romper en la línea de producción y se coloca en un recipiente de vidrios para su posterior reciclado”, señaló María Mercedes Álvarez, subgerente de Sustentabilidad.

“Repensamos los residuos y definimos nuevas formas de gestionarlos”, afirmó Florencia Martin, gerente de Geocycle, la empresa de Holcim en Argentina, líder mundial en soluciones innovadoras y sostenibles para la construcción. “Geocycle —agregó— utiliza tecnología innovadora para resolver los desafíos de los residuos de manera sostenible, asegura su recuperación y reciclaje, define nuevas formas de gestionarlos y, así, contribuir a una economía circular regenerativa. Somos el proveedor de soluciones más impulsivo, innovador, de pensamiento disruptivo y enérgico para una economía circular”.

Sobre el rol de las empresas, Barcia las clasifica en: generadoras de residuos, las que convierten a los residuos en otros materiales y los vuelven al circuito económico, y las empresas gestionadoras de residuos. En estas tres categorías, las empresas han colaborado, se han producido mejoras, pero no alcanza”.

Cómo reducir el impacto ambiental

En el desafío de reimaginar los residuos, las empresas —en sus distintas categorías— son uno de los actores de un espectro más amplio. “Ningún actor por sí mismo puede generar un cambio. Se entrelazan, porque los residuos intersectan todo el tejido social. El actor principal es el Estado, tanto municipios como provincias. El nacional, primero, por la emisión de normas sobre cómo debe estar encuadrado el sistema de manejo de residuos —valoró Barcia—. Cada uno de los municipios tiene la potestad de regular el marco de los residuos. También hay otros actores: el mundo académico, los productores, la comunidad y quienes financian. Lo que se busca es que cada vez se entierren menos desechos y que, en cambio, puedan volver al circuito económico”.

“Mediante la tecnología de coprocesamiento —agregó Florencia Martin—, en Geocycle se integran los residuos de una fuente conocida a los procesos productivos de la industria cementera, eso impulsa la economía circular en torno a la gestión de estos residuos, lo que mejora el desempeño medioambiental al preservar recursos no renovables y contribuir a la disminución de las emisiones de CO2. En este sentido, la gestión de residuos, como los neumáticos fuera de uso (NFU), RSU o de diversas podas, constituye un eje central para reducir el impacto ambiental que los mismos pueden generar”.

Sobre la acción de Green Computer para reducir su huella de carbono, Grace Delgado afirmó: “No consideramos la tecnología en desuso como basura; creemos en la prolongación de los ciclos de vida de los dispositivos. Para lograrlo, se realiza una clasificación meticulosa de los activos, separamos los componentes que no son viables para su reutilización y los dirigimos hacia programas de reciclaje donde aprovechamos cada parte para nuevos usos. A los equipos funcionales los sometemos a procesos de reacondicionamiento minucioso y, una vez que pasan las evaluaciones de calidad, los ofrecemos en el mercado”. Sobre las partes que no se reutilizan, añadió: “Son enviadas a instalaciones de reciclaje especializadas que desmontan todas las partes y reclasifican para que puedan ser utilizados en otras industrias. Aquellos componentes que no pueden ser reciclados son gestionados de forma segura, incluyendo la destrucción física para proteger la información sensible y el cumplimiento estricto de todas las regulaciones ambientales y de salud ocupacional”.

 

Lucía Barcia, Grace Delgado, María Mercedes Álvarez, Florencia Martin
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