En un contexto de transformación económica y estratégica, nuestra perspectiva es optimista, pero realista. La evolución del crédito privado, el impacto de las adquisiciones recientes y los desafíos estructurales del país son temas clave para el futuro del banco y del sector financiero.
2024 estuvo marcado por hitos estratégicos. El año que termina ha sido crucial para nuestra entidad. La adquisición de HSBC Argentina no sólo consolidó a Galicia como el banco privado más grande del país, sino que también destacó su capacidad para adaptarse y liderar en un contexto dinámico. La incorporación de 750.000 nuevos clientes individuos y 21.000 empresas a nuestra cartera no es sólo un logro en términos de escala, sino una oportunidad para reforzar nuestro propósito: mejorar el día a día de más personas.
Asimismo, 2024 estuvo marcado por avances tecnológicos en los que el cliente siempre está en el centro. Con plataformas como Nave, la solución de cobros y pagos para comercios; y Nera, la plataforma agrotech, Galicia ha profundizado su compromiso con el desarrollo de soluciones innovadoras para comercios y el sector agropecuario.
De cara a 2025, las expectativas son ambiciosas. La integración completa de HSBC será un desafío clave, pero también una oportunidad para afianzar el liderazgo del banco en segmentos estratégicos, como los individuos de altas rentas, las pequeñas, medianas y grandes empresas. Nos enfocaremos en ampliar nuestra oferta de soluciones personalizadas y, de esta manera, continuamos fortaleciendo el ecosistema financiero.
Argentina ha iniciado el sendero de normalización económica, lo que presenta un escenario favorable para el crecimiento del crédito privado. Esto permitirá que más argentinos accedan a financiamiento a plazos más largos y con tasas competitivas, lo que impulsa el consumo y la inversión.
Sin embargo, el crecimiento sostenido del sector financiero y de la economía en general requiere medidas estructurales. La reducción de controles cambiarios es fundamental para facilitar el comercio exterior e incrementar el ingreso de divisas. Al mismo tiempo, es imprescindible institucionalizar la prudencia fiscal y monetaria, reducir expectativas de inflación y generar un entorno más predecible.
En el ámbito tributario, es necesario combatir la evasión fiscal y aliviar la carga tributaria, particularmente en los impuestos distorsivos, como el de débitos y créditos. Estos pasos son esenciales no sólo para reactivar la actividad económica, sino para garantizar que el sistema financiero pueda acompañar ese crecimiento con herramientas eficientes y accesibles.
Por último, reducir el uso del efectivo no sólo optimiza costos y mejora la transparencia, sino que impulsa la inclusión financiera, algo que sigue siendo una prioridad en nuestro país.
Nuestro compromiso es seguir transformando y mejorando el día a día de las personas y empresas con soluciones financieras que sean parte del cambio que Argentina necesita.
