El universo de las fintech cambió definitivamente la forma de usar el dinero electrónico y las finanzas personales y, a esta altura, ya conforma un mercado expandido y maduro. La caída en las inversiones y la reestructuración de varias empresas demuestra que la industria está en proceso de estabilización en pos de consolidarse.
Pero, mientras que la inversión global en el último año cayó fuerte, con el menor nivel de operaciones y el monto total involucrado más bajo desde 2017, según el reporte bianual de KPMG, en el inicio de 2025 se observa una remontada; y gracias a la solidez del sistema, el ecosistema argentino tiene buenas proyecciones para el resto del año.
En números, el informe Pulse of Fintech que elabora la auditora internacional KPMG destaca que en 2024 se concretaron 4.639 operaciones, que involucraron 95.600 millones de dólares contra el pico de 2017.
Esa performance también marca una fuerte caída interanual en comparación con el año previo, cuando se habían registrado 119.800 millones de dólares en 5.382 operaciones.
El tercer y el cuarto trimestre la inversión mundial en fintech aumentó de 18.000 millones a 25.900 millones de dólares.
En el segundo semestre de 2024 la evolución fue bastante más lenta que en el primero, con un descenso de la inversión de 51.700 millones de dólares en la primera mitad del año hasta los 43.900 millones de dólares en la segunda.
Sin embargo, en el análisis global los expertos observaron un cambio de tendencia, ya que entre el tercer y el cuarto trimestre la inversión mundial en fintech aumentó de 18.000 millones a 25.900 millones de dólares.
Tanto el valor de las operaciones de fusión y adquisición como la inversión en capital de riesgo también subieron de un trimestre a otro, pasaron de 7.400 millones a 14.200 millones, y de 9.700 millones a 11.200 millones de dólares, en cada caso.
Frente a este panorama, en el reporte destacan que “una tormenta perfecta de factores se combinó para suavizar el apetito inversor, incluidos los retos macroeconómicos, los conflictos y las tensiones geopolíticas, un año de elecciones, y la preocupación por las valuaciones y la ausencia de salidas a los conflictos existentes”.
América, la plaza más atractiva
De todas maneras, dentro del ecosistema global de las fintech, y con los datos aportados por PitchBook Data, se observa que el continente americano atrajo la mayor inversión anual, y en la Argentina, en particular, se dio una focalización en unos pocos proyectos sólidos.
A nivel Américas, Estados Unidos marcó el ritmo con 1.836 operaciones concretadas por 50.700 millones de dólares, sobre un total de 2.267 operaciones por un monto de 63.800 millones de dólares. En comparación, la región Europa, Oriente Medio y África llegó a un tercio de ese monto, y la región Asia-Pacífico, apenas, a un sexto.
A nivel sectorial, el vertical de los medios de pago americano fue el que movilizó la mayor parte de la inversión (31.000 millones de dólares), seguido de los activos y divisas digitales (9.100 millones de dólares), y las soluciones tecnológicas para industrias altamente reguladas (7.400 millones de dólares).
Más acotadas, las inversiones en fintech de tecnología aplicada al real estate sumaron 3.000 millones de dólares, mientras que las destinadas a la gestión de activos recibieron apenas 400 millones de dólares.
En el ecosistema fintech de Latinoamérica, según Pitchbook y el reporte tech regional 2024, la inversión rondó los 2.600 millones de dólares, que se vieron reflejados en 174 acuerdos, lo que contrasta con los 1.500 millones invertidos en 242 acuerdos, durante el 2023. Esto representa un aumento del 73% en el volumen total financiado y una apuesta a menos proyectos con mayor financiación individual.
Así como a nivel global por el contexto de incertidumbre no hubo apuestas por grandes proyectos, en la Argentina también hubo cautela y baja exposición al riesgo de los inversores, pero con menos operaciones por montos mayores.
Por ser la punta de lanza de la transformación digital y el volumen operado no hay dudas de que el sistema de pagos continuará siendo el más atractivo a nivel global y local, si bien las inversiones en activos y monedas digitales siguen en expansión, así como la inteligencia artificial y la ciberseguridad.
En la industria están más preocupados por los desafíos normativos de las regulaciones oficiales y la presión tributaria que por las herramientas y los instrumentos específicos para abastecer a una demanda que mira más al futuro financiero digital de las empresas y personas que a las coyunturas políticas y económicas.
De hecho, la Cámara Argentina de Fintech está mirando como una oportunidad el modelo del open finance y como una amenaza el incremento de ingresos brutos y el impuesto a los débitos y créditos sobre el flujo de fondos de terceros que, a su entender, representan un cepo al desarrollo.