La sequía, el golpe de gracia sobre una economía tambaleante
Este año por la falta de lluvias ingresarán 20.000 millones de dólares menos. La crisis de la sequía profundiza los problemas estructurales que viene enfrentando la Argentina.

12 May, 2023

Durante los últimos días de abril el mercado cambiario atravesó una fuerte crisis que llevó la cotización del dólar paralelo a rozar los 500 pesos. Estas turbulencias cambiarias son el resultado de la escasez crónica de dólares que atraviesa la economía nacional. A los desequilibrios tradicionales se le sumó la sequía que azota el campo y que afecta a la principal fuente de divisas del país. Se estima que por esa vía ingresarán 20.000 millones de dólares menos en concepto de exportaciones durante el año en curso.

La cifra no es menor. Se trata de poco menos de un cuarto de las exportaciones totales durante ese mismo año.

Ante ese escenario y para incentivar la liquidación de divisas del campo el Gobierno lanzó el plan Soja 3 que consiste en remunerar las exportaciones de la oleaginosa con un valor preferencial del dólar a 300 pesos.

Sin embargo, el resultado dista de lo esperado y se encuentra muy lejos del impacto que se había logrado con los programas de idénticas características que lo antecedieron, conocidos como Soja 1 y Soja 2. La escalada de la divisa en los mercados paralelos ahora torna menos atractiva la liquidación de las tenencias de soja, si las hubiera.

El economista Orlando Ferreres señaló a NBS: “La sequía aporta unos 20.000 millones de dólares que no van a estar. Por más que se haga un esfuerzo por lograr un cambio de metas en las reservas, el acuerdo con el FMI no va a ser cumplido ni en la parte fiscal ni en la parte de las reservas”. Para Ferreres, esa situación, “influye mucho en el mercado de cambios que llegó hasta los 497 pesos, un valor muy alto».

«Cada vez que comenzó el período del dólar soja inmediatamente tuvimos una disparada del dólar .» Víctor Beker, Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano.

Para Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano, el dólar Soja 1 y 2 actuaron como estímulo para que se acelerara la liquidación: «El problema se planteó ahora con el dólar Soja 3. La experiencia de los casos anteriores es que los productores o acopiadores venden la soja con una mano y con la otra corren a comprar dólares para no perder poder adquisitivo. Cada vez que comenzó el período del dólar soja inmediatamente tuvimos una disparada del dólar y el Banco Central optaba por aumentar las tasas de interés para contenerlo”.

En esta oportunidad, señaló que “las liquidaciones fueron menores y, no obstante eso, en cuanto se disparó el dólar libre no hubo reacción del Banco Central, que no tomó ninguna medida hasta el jueves de la primera semana».

Para Jorge Colina, director del Instituto para el Desarrollo Económico y Social de la Argentina (IDESA), en realidad, “la sequía es el golpe de gracia». Y en cuanto a su origen, manifestó: «La crisis que estamos viviendo es producto de los crónicos déficits fiscales de la Argentina. Hubo muchísima emisión con la pandemia y luego siguió. Crece la emisión de pesos por encima de los dólares existentes y eso ejerce presión sobre el dólar”.

Colina explicó: “Con el Soja 1 y 2 Sergio Massa usó la soja acumulada para mostrar una paz cambiaria en la segunda mitad del año pasado, y a la espera de la nueva liquidación de abril, que no apareció por la sequía y por el tipo de cambio muy desfavorable. La Soja 3 no alcanzó y se produjo este salto”.

Problema de fondo

Desde la Fundación Libertad y Progreso, Aldo Abram apuntó: “Claramente la muestra de que hay otros componentes es que la sequía ya lleva mucho tiempo. En 2022 también hubo sequía. Al principio no se notó porque los precios internacionales estuvieron subiendo por la fuerte emisión del mundo a partir de la pandemia, y que no frenó hasta 2022. Hubo financiamiento porque hubo ínfimos rendimientos en las economías seguras y el capital fue a los países emergentes, que son los principales demandantes de los productos agrícolas”. Además, sostuvo: “Perdimos dos grandes competidores con la invasión de Rusia a Ucrania y entraron 6.000 millones de dólares netos de organismos internacionales. Todo eso se esfumó junto con lo que entró de liquidación de exportaciones anticipadas de embarques de este año por el dólar Soja 1 y Soja 2. El problema es más de fondo que el cambio climático”.

En sintonía Orlando Ferreres reconoció: “No es sólo la sequía que influye en la falta de dólares. Evidentemente tiene que ver también con la parte fiscal y con la parte monetaria que se expande mucho. Hay una inflación que llega al 105% anual y que se alimenta con los aumentos salariales, los del gas, la luz y los precios que quedan rezagados. La segunda explicación de la inflación es el atraso cambiario, que se va a adelantando todos los meses al 6 y 7%. Cuando los cambios de precios relativos se empiezan a mover juntos todo el sistema se vuelve vulnerable. No es la sequía nomás, sino el conjunto de variables que hacen a los precios relativos”.

Abram dio su explicación sobre el origen de esta cuestión: “Tenemos un cepo que, por el atraso cambiario, no reconoce el verdadero valor del peso que pagan a los exportadores, con lo que disminuye el incentivo de vender al BCRA. La única forma en que se pudo sostener el cepo es con un boom de exportaciones que hubo en los últimos dos años, pero es insostenible en el tiempo porque no se puede tener precios internacionales por las nubes para siempre. Cayeron los precios y ahora tenemos una fuerte caída. Es cierto que una sequía suele generar caída en el nivel de actividad, porque es el principal sector productor de divisas y el más eficiente. Pero hay cosas de fondo, como la mala gestión económica”.

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Jorge Colina, Aldo Abram, Orlando Ferreres, Víctor Beker
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