Adecco Argentina analizó la inserción laboral de las personas mayores de 55 años. El primer punto de análisis del estudio local reflejó que las personas que pertenecen al grupo “mayores de” no cuentan con políticas de inclusión en el 75 % de las empresas. Como consecuencia de esta situación se generan ideas erróneas de que las personas más grandes no tienen conocimientos digitales, que no soportarían tener un jefe más joven que ellos, que se resisten a los cambios o que aspiran a sueldos muy altos.
Desde Adecco marcan que el “edadismo” sigue siendo un gran obstáculo para los trabajadores mayores. Las encuestas de percepción social y los estudios de productividad indican que, para la mayoría de las personas, la capacidad física y mental disminuye después de los 30. Sin embargo, el conocimiento y la experiencia —los principales indicadores de rendimiento en el trabajo— suelen seguir aumentando, incluso después de los 80.
De hecho, el análisis de los datos de empleo del Grupo Adecco revela que los trabajadores mayores sufren menos accidentes, ya que tienen más experiencia, lo que derriba el mito de que es más riesgoso emplear a personas de edad más avanzada.
El rol de los prejuicios
Según Ximena Díaz Alarcón, cofundadora y CEO de la consultora de investigación y tendencias Youniversal, las trabas que, en general, encuentran las personas de 55 años para insertarse en el mundo laboral son múltiples: «Los mayores obstáculos tienen que ver con los prejuicios que, a veces, tienen las compañías con respecto a que la gente más grande es menos ágil o es menos tecnológica, y esto juega en contra por el imperativo de agilidad y de aceleración de hoy, y de tecnologización que también hoy tienen todos los negocios. Entonces, desde ese punto de vista son realmente prejuicios, pero también hay muchas iniciativas como para que esto se vaya despejando”.
Díaz Alarcón refuerza la idea: “Los cambios demográficos hacen que, efectivamente, haya más gente de estas edades en el mercado laboral, insertada y o buscando insertarse. Hay mucho camino por recorrer en toda América Latina con respecto a la inserción laboral de la gente más grande. Lo que se ve en distintos estudios a nivel global es que las empresas que efectivamente son más diversas, son entre un 28 y un 35 % más innovadoras y le ofrecen más valor al mercado”.
El peso de la experiencia
Carolina Brana, líder de Comunicación Externa y Sustentabilidad de Adecco Argentina y Uruguay explica que entre los desafíos más comunes que enfrentan estas personas “se encuentra la idea y percepción errónea de obsolescencia, la preferencia por contratar talento más joven con el fin de reducir costos salariales, la discriminación basada en la edad y la subestimación de la experiencia acumulada”. Y refuerza que “se requieren medidas concretas para combatir los prejuicios y la discriminación por edad, así como para valorar adecuadamente las habilidades y experiencia de los trabajadores mayores en el entorno laboral”.
Aunque las empresas se esfuerzan por ser más diversas e incluir perfiles + 55 a sus equipos de trabajo, las estadísticas muestran que lograrlo no es tan fácil como parece. “Más allá de esta realidad, resulta alentador observar que la edad está empezando a perder relevancia en los procesos de búsqueda de empleo de algunos sectores, lo que sugiere un cambio positivo en la mentalidad empresarial, donde las habilidades y la experiencia están empezando a valorarse por encima de los prejuicios relacionados con la edad. Pese a estos avances, todavía queda un gran camino hacia la diversidad e inclusión de este tipo de perfiles”.
“Nosotros somos una firma de consultoría que opera en toda la región, pero la mitad de nosotros somos mayores de 50. Como consultoría incorporo a mucha gente de más de 50 con la experiencia que las empresas necesitan y hago un mix con los recién graduados. Esto me da mucho resultado. Para mí más que una problemática es una oportunidad, porque es la chance de incorporar gente con experiencia y que, además, están motivados y tienen el ego resuelto”, explica José Luis Aromando, socio fundador de Together Business Consulting.
Sobre este punto, Aromando menciona que estos adultos son capaces de adaptarse a tener un jefe mucho más joven: «La mayoría tienen jefes de 20 años menos. Obviamente, depende de la personalidad de cada uno”.