Los préstamos al sector privado en moneda extranjera presentan un sostenido crecimiento, aunque los depósitos en divisas muestran un franco descenso a partir de los niveles máximos alcanzados desde mediados del año pasado por el ingreso de fondos de la exteriorización de activos promovida por el Gobierno nacional.

Esta activación de la demanda de créditos en dólares en las entidades financieras locales se produjo desde que el Banco Central decidió flexibilizar las condiciones para otorgar préstamos en moneda extranjera, al eliminar la prohibición de prestar a clientes que no generen ingreso de divisas, en la medida en que los fondos provengan de obligaciones negociables o líneas de financiamiento del exterior.

El saldo entre los activos y pasivos en moneda extranjera en los bancos se encuentra en un rango alto, alrededor de 30.500 millones de dólares. Impulsados por el crédito comercial en más del 76% del total, los préstamos al sector privado en moneda extranjera, con la incorporación a la demanda de los clientes no exportadores, se está dinamizando como no ocurría desde hace años.

En febrero de 2025 se drenaron unos 840 millones y, aún así, ese mismo mes las entidades pudieron otorgar créditos por 1.230 millones de dólares.

Es cierto que tras unos meses en que los dólares blanqueados se quedaron en las entidades, por la penalización que implicaba retirarlos, desde noviembre pasado los depositantes retiraron 3.865 millones, casi un cuarto del total ingresado. Sólo en febrero de 2025 se drenaron unos 840 millones, y aún así ese mismo mes las entidades pudieron otorgar créditos por 1.230 millones de dólares.

Todavía no hay datos sobre lo ocurrido en marzo, pero la autoridad monetaria sí tiene el registro del stock acumulado de créditos en 13.965 millones de dólares, el mayor monto alcanzado desde octubre de 2019, cuando todavía estaban vigentes los del préstamo otorgado por el FMI al presidente Mauricio Macri y el ministro Luis Caputo.

Hoy la historia se repite, con el pedido de un nuevo préstamo al Fondo Monetario del mismo funcionario, y todo lo que eso significa para la estabilidad y futuro del mercado financiero local, pero la coyuntura interna y externa es muy diferente.

El BCRA y las empresas buscan dólares

En cualquier caso, está claro que el crédito al sector privado será uno de los pilares principales de la recuperación de la actividad durante este año. A nivel corporativo e industrial, para inversiones de capital o para importar materias primas, bienes intermedios o terminados, la necesidad de dólares será creciente en los próximos meses. Y el BCRA tiene reservas netas negativas y hay deuda comercial pendiente.

Según la consultora LCG, el stock de créditos en dólares creció más de 10.100 millones en doce meses y ya es cuatro veces superior al nivel de diciembre de 2023. Asimismo, calculan que unos 1.310 millones de dólares fueron volcados al mercado interno por la colocación de esos créditos, que se liquidan con obligación en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC).

Las reservas internacionales del BCRA finalizaron febrero con un saldo de 28.117 millones de dólares, lo que implicó una caída de 192 millones comparado con el mes previo. El efecto de la compra neta de divisas al sector privado, que dejó un saldo de 1.948 millones de dólares, fue compensado por el resto de los factores de variación de las reservas internacionales, como el pago de deuda.

Por eso, la fuerte suba de los créditos en dólares tiene un impacto positivo, aunque momentáneo, justo es decirlo, en el nivel de las reservas, más aún en un inicio de año en el que el Gobierno está sacrificando altos montos cada mes para contener el tipo de cambio. Basta recordar que sólo en enero se volcaron al mercado local casi 1.000 millones de dólares con este fin.

Pero más allá de la intervención cambiaria, las entidades todavía tienen un gran volumen de fondos para satisfacer sin afectar el riesgo sistémico a una demanda ávida, que en febrero aumentó un 9,6% el monto de los créditos en dólares, lo que implica un crecimiento interanual récord del 233,6%.

Algunos analistas ponen un alerta sobre los préstamos otorgados a agentes que no son exportadores, por el descalce de monedas que generan ya que, en su caso, aumenta el riesgo de incobrabilidad ante una devaluación que incremente el monto a cancelar. El BCRA lo sabía cuando emitió la resolución y, además, repite que no va a devaluar más de 1% mensual.