Óptimas inversiones para el 2016
Con un nuevo escenario político y económico, se abren para el 2016 nuevas oportunidades para rearmar las carteras de inversión. NBS Bancos y Seguros les pidió a cuatro especialistas que recomienden un portfolio conservador y otro arriesgado de cara al año que comienza. Tras la asunción del nuevo gobierno y con expectativas favorables hacia un […]

1 Feb, 2016

Con un nuevo escenario político y económico, se abren para el 2016 nuevas oportunidades para rearmar las carteras de inversión. NBS Bancos y Seguros les pidió a cuatro especialistas que recomienden un portfolio conservador y otro arriesgado de cara al año que comienza.


Tras la asunción del nuevo gobierno y con expectativas favorables hacia un mayor desarrollo del mercado de capitalesen nuestro país, la preocupación de los inversores está puesta en revisar sus carteras de inversión para aprovechar las mejores oportunidades de cara al año entrante.

Para ello, NBS Bancos y Seguros le pidió a cuatro especialistas que armen dos carteras de inversión que brinden las mejores perspectivas en este año, una con rentabilidad esperada moderada pero un riesgo más acotado; y otra con una rentabilidad esperada más alta pero así también más riesgosa.

Para Augusto Posleman, CEO de Portfolio Personal, “hasta ahora todo lo que viene haciendo el Gobierno estuvo bien, y la expectativa es que esto no desemboque en un alza de la inflación en el corto plazo. Para ello, hay que contener el gasto público, la emisión monetaria y las paritarias. Lo que podría ser una mala noticia es que finalmente todo esto de corto plazo no tenga éxito, se traslade a precios y que la inflación termine escalando de vuelta, perdiéndose rápidamente toda la competitividad que se viene ganando”.

Bajo este escenario, Posleman se inclinó en su cartera conservadora por un 60% de activos en dólares y un 40% en pesos. “Dentro de los pesos estamos pensando en activos como las Lebac, que se ajustan semanalmente, o activos que ajusten por Lebac, como los fondos Gainvest Capital que son de corto plazo”.

Dentro de la porción en dólares, eligió, para carteras chicas, los títulos públicos Bonar 2017 (AA17) y Bonar 2024 (AY24) en partes iguales. “Para carteras de inversión de un tamaño más significativo, recomendamos el Bono de la Ciudad de Buenos Aires 2021, que es en dólares y tiene un monto mínimo de operación de 200 mil dólares”.

A la hora de tomar riesgos, Posleman apostó a un 60% de activos en pesos y un 40% en dólares. “Dentro de la porción en pesos, recomendamos un 50% en Lebac o activos ajustados por Lebac, y un 50% en acciones de los rubros energético y bancario en partes iguales”. Entre estas acciones, mencionó las de BBVA Francés, Banco Galicia y Banco Macro, dentro de las entidades financieras; y Pampa Energía, Central Puerto y Edenor, dentro de las energéticas.

Para la posición en dólares de la cartera agresiva, el experto optó por bonos soberanos de largo plazo, como el Discount Ley Argentina (DICA) y el Par Ley Argentina (PARA).

“Esta cartera está pensada para un escenario en el que a Argentina le vaya muy bien: logre una reestructuración rápida con los holdouts y las tasas de rendimiento del riesgo país caigan. Si esto sucede, al tener una duration más larga en la parte de dólares, la cartera se vería beneficiada. Por otra parte, si el tipo de cambio se fortalece estar invertido en pesos a largo plazo y a tasas altas favorecería las posiciones en pesos”.

Además de un posible acuerdo con los holdouts, Posleman destacó otras medidas que deberían beneficiar el portfolio elegido, como el ajuste de tarifas energéticas y la liberación de las tasas de interés para el sector bancario, que optimizarán el rendimiento de los activos de renta variable elegidos.

“Las expectativas son buenas. Argentina estuvo excluida de los mercados internacionales en los últimos 12 años, principalmente por sus problemas con los holdouts, que declararon al país legalmente en estado de default técnico. Y, una vez solucionado todo eso, con las medidas que se han tomado y con la confianza que eso generó, vamos a tener de vuelta una potencialidad gigantesca”, destacó el analista.

Renta fija en dólares y dólar linked

Desde Puente Hermanos, Lucas Lainez, partner y director de Clientes Institucionales de la firma, explicó las variables a considerar para el armado de carteras que pueden resultar exitosas en este 2016. “Nosotros creemos que para armar una cartera hay que tener en cuenta la volatilidad en un proceso donde existen nuevos desafíos macroeconómicos y políticos. Hay que analizar las perspectivas en el corto plazo respecto a esos desafíos y cuáles son las perspectivas respecto al cambio de lo que es la economía argentina para los próximos años”.

Teniendo esto en cuenta, el especialista eligió, para su cartera conservadora, un 55% de renta fija en dólares, un 20% de renta fija en dólar linked y un 25% de renta fija en pesos. “La renta fija en dólares te brinda cobertura del tipo de cambio. Acá creemos que es importante tener una parte en lo que es activos de corto plazo, como el Bonar 2017, que tiene rendimientos cercanos al 7% contra un plazo fijo de la misma moneda que tiene rendimientos del 3%. En cuanto a la otra parte de renta fija en dólares, creemos que hay oportunidad de apreciación de capital en los bonos largos de la curva y, en este sentido, nos parece muy atractivo el Discount Ley Argentina en dólares (DICA), el Bonar 2024 y el Buenos Aires 2028”.

“Con el nuevo tipo de cambio, los bonos que pagan en pesos su valor en dólares atados al tipo de cambio oficial vuelven a tener tasas de rendimiento positivas superiores a las que tienen los bonos que pagan directamente en dólares”, agregó Lainez. Para esta porción de la cartera, recomendó títulos con vencimiento promedio en 2017, que pueden ser soberanos, subsoberanos o corporativos con buen perfil crediticio.

Por el lado de los activos en pesos, el experto recomendó aquellos que ajustan por tasa de interés como la Badlar. “Tenés desde letras de tesorería provinciales a bonos nacionales de corto plazo, con duration de hasta un año y que ajustan por la Badlar”.

A la hora de armar un portfolio de inversiones más enfocado en la apreciación del capital y orientado a un inversionista más arriesgado, Lainez optó por mantener el porcentaje de posiciones en renta fija en pesos y dólar linked y redujo al 45% los bonos en dólares, con una mayor ponderación de bonos largos por sobre cortos e incluyendo cupones de PBI.

“Incluiríamos los cupones de PBI porque entendemos que si Argentina logra superar los desafíos macroeconómicos que tiene, principalmente en el primer trimestre del año, se podría generar un crecimiento de la economía para los próximos años, quizás a partir de 2017, por arriba del 4% y eso debería generar una reacción positiva de los cupones atados al PBI porque estos títulos pagan cuando el país crece por arriba del 3,26%”, detalló el analista, que completó la cartera agresiva con un 10% en acciones argentinas del sector financiero, que “posee mucha solvencia, liquidez y una baja penetración crediticia, otorgándole una gran potencialidad de crecimiento”, y el sector energético, “a la espera de un ajuste de tarifas y mayores inversiones”. Las compañías elegidas por Lainez fueron Banco Galicia, Banco Macro, Pampa Energía e YPF.

“Gran parte de los desafíos que afronta el país tienen que ver con la financiación de la infraestructura y las actividades productivas, que debería ser liderada en gran medida por el mercado de capitales. Por lo tanto, tenemos las mejores expectativas para este año en todo lo que tiene que ver con el desarrollo del mercado”, enfatizó el especialista.

Renta fija mediano plazo en pesos

Por su parte Marcelo Otermin, vicepresidente de ICBC Investments Argentina, consideró que en este 2016 se podrá sacar partido de las mejores tasas de interés en pesos.

“La tasa de interés real debería ser positiva y, en este contexto, tanto los depósitos a plazo como los instrumentos de renta fija de corto plazo-fideicomisos financieros, letras del Banco Central, valores de corto plazo, obligaciones negociables, etc.-van a tener rendimientos atractivos”, puntualizó el analista.

En función de ello, armó su cartera de inversión conservadora con 45% en depósitos a plazo fijo y 55% en fondos de renta fija de corto plazo en pesos. “A medida que el tema cambiario se normalice, el tipo de cambio de Argentina va a estar más calmo. Eso llevará también a una tasa de interés real un poco más alta. Si a esto le sumamos poco o nulo financiamiento al sector público por parte del Banco Central para cubrir el déficit fiscal, esto va a implicar tener que salir a buscar ese financiamiento en el mercado, lo que también va a dejar tasas de interés de equilibrio un poco más altas, por lo menos positivas en términos reales”, explicó Otermin.

Para el armado de su cartera de riesgo, el especialista redujo la porción en plazo fijo a un 20% y completó con activos de renta fija de mediano plazo en pesos en un 30% y de renta fija de mediano plazo en dólares en un 15% y con un 35% en acciones, conformando un portfolio diversificado en monedas y activos.

“Esta cartera apunta, de alguna forma, a alternativas tanto positivas como negativas. Las medidas que pueden favorecer esto son un paquete económico consistente que logre reducir la prima de riesgo país de manera más sustancial, en cuyo caso se verían beneficiadas las posiciones en acciones y bonos, tanto en pesos como en dólares”.

A la hora de justificar las posiciones de renta fija en dólares, el analista añadió que “los títulos públicos en la moneda americana pueden estar rindiendo 7% anual en términos reales, lo que va a ser competitivo contra una tasa en pesos. Entonces, pensamos que puede andar bien esta cartera en un escenario no tan bueno y en un escenario en el cual baje la prima de riesgo país de una manera un poquito más sustancial”.

En cuanto a los activos de renta variable, Otermin especificó que las acciones son las más sensibles a escenarios como el actual y destacó los papeles ligados al sector energético. “Cada vez que se habla de una normalización de las tarifas de servicios públicos las empresas ligadas a este sector reaccionan de manera positiva. Si bien, al cierre de esta edición no ha habido ningún avance concreto, hay que ver cómo se arma el nuevo esquema de normalización de tarifas y de subsidios a la demanda en reemplazo de subsidios a la oferta que existe hasta ahora”.

El funcionario recalcó que las expectativas son buenas y estiman un escenario futuro favorable, aunque con cierta cautela. “Va a haber oportunidades de ir avanzando e ir desarrollando instrumentos y alternativas para poder movilizar al mercado de capitales un poco más de lo que estaba. Igualmente, por ahora son expectativas. Estamos en una etapa muy temprana”.

Activos de renta variable

Desde Elaccionista.com, su CEO, Jorge Alberti, destacó la oportunidad que presentan los primeros meses del año para la elección de ciertos activos que poseen actualmente buenos rendimientos, como es el caso de las Lebacs.

Con esto en mente, el especialista se inclinó para su cartera conservadora, por un 25% en los instrumentos emitidos por el BCRA; un 15% de colocaciones de tasa de interés; 15% en Bonar 2017 y Bonar 2024; 20% en títulos dólar linked, como el Bono Ciudad de Buenos Aires 2020 y Chubut 2019; 5% en Discount Ley Argentina (DICA); y 10% en obligaciones negociables de empresas de primera línea.

A la hora de conformar su cartera arriesgada, Alberti apuesta a acciones de sectores relegados en los últimos años que tendrán que recomponer su estructura tanto patrimonial como de resultados. “Frente a cualquier cambio de gobierno siempre los primeros instantes son para asumir riesgos. Esto pasó con todos los gobiernos. Las carteras más arriesgadas tuvieron muchísimas más chances de ser exitosas en los primeros seis meses al año de gestión. Después, obviamente, de acuerdo a las políticas que este nuevo gobierno tome, pueden ser contraproducentes. Pero el enamoramiento inicial y la expectativa de un cambio para mejor siempre potencian las carteras arriesgadas”.

En este escenario, sus opciones son: 20% en Lebacs, 10% en acciones de Transener, 5% en acciones de TGN, 5% en acciones de San Miguel, 10% en acciones de Pampa Energía, 10% en acciones de Siderar, 10% en acciones de Aluar, 5% en acciones de YPF, 5% en acciones de Comercial del Plata y 20% en Bonar 2017.

“Apostamos a sectores que venían muy castigados y creemos que pueden mejorar. Por eso, incluimos las acciones vinculadas al sector exportador, a gas y electricidad y, un poco más relegado pero también con algún peso relevante, a petróleo. Pero no todos los activos son de alto riesgo. Hicimos un mix con algunos bonos de alto rendimiento porque la verdad es que si bien somos optimistas la situación no va a ser fácil de resolver”, puntualizó Alberti.

El experto recalcó que empresas como Aluar y Siderar tuvieron, con las medidas implementadas hasta el momento, el doble beneficio de la quita de retenciones y la devaluación. Por el lado de las empresas de servicios, la opción estuvo dada por las expectativas de un ajuste tarifario, aunque sopesando también la quita de subsidios, que emparejaría los aumentos.

Adicionalmente a esto, Alberti se refirió a la importancia de un arreglo con los acreedores internacionales. “Arreglar con los holdouts implicaría que en el corto plazo las calificadoras te puedan elevar a mercado emergente y eso habilitaría que inversiones de entre 25 y 30 mil millones de dólares puedan entrar al país, con lo cual habría un boom de demanda de activos subvaluados, que son los que cotizan en bolsa”.

“Las expectativas son positivas, teniendo en cuenta el potencial de crecimiento que tiene el mercado de capitales en nuestro país”, enfatizó.

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