Momento difícil para la criptominería
El anuncio de Tesla de no recibir pagos en bitcoins agitó la polémica con ambientalistas. ¿Cómo funciona una mina de bitcoins?
momento dificil para la criptomoneria

21 May, 2021

Cada vez que Elon Musk abre un hilo en Twitter los criptoinversores tiemblan. Hace una semana, cuando anunció la decisión de Tesla de no recibir más pagos en bitcoins, forzó una caída del 15% del valor de la cripto. Sostuvo que es por la carga contaminante de la criptominería.

El sábado hizo una broma en el programa televisivo Saturday Night Live y también se derrumbó el dogecoin un 30%. Después, preguntó a sus 54,5 millones de seguidores en la red del pajarito que le dijeran si podía vender sus autos eléctricos en dogecoins. Respondieron mayormente que sí y la moneda recuperó parte de su valor.

Más allá de los cambios de humor de Musk, que en otras ocasiones había apoyado a ambas monedas, la opinión del multimillonario abrió el debate sobre el impacto ambiental de la criptominería.

Minado de divisas

Las minas bitcoins son los lugares donde se “fabrican” las criptomonedas. Las cripto no se acuñan, se generan. El proceso se realiza en base a una serie de algoritmos matemáticos que se resuelven en ordenadores informáticos. Se trata de equipos muy potentes, que, entre otras cosas, requieren ambientes altamente refrigerados para no recalentarse e interrumpir el normal funcionamiento del sistema.

Los mineros operan sobre la blockchain, una gigantesca base de datos que registra información de transacciones. A pesar de que se trata de una plataforma pública y online, es una de las tecnologías más seguras del mundo, ya que utiliza claves criptográficas. Para escribir en ella hay que resolver un complejo cálculo matemático. “Y para eso se necesita mucho poder de cómputo”, aclaró Patricio Molina, socio de la consultora de e-marketing Real Trends.

Alta tensión

Cuando Musk eliminó al bitcoin de sus medios de pago fundamentó la decisión “en los altísimos niveles de energía eléctrica y, por lo tanto, emisiones de carbono que requieren sus mineras para producir monedas”. Un atributo a priori incompatible con la filosofía sustentable de su fábrica de automóviles.

“Una granja de minado de criptomonedas es un lugar donde hay una computadora al lado de la otra, y donde cada una de ellas se encarga de correr algoritmos para solucionar un problema matemático donde el que da con la solución es el encargado de escribir la próxima operación en el blockchain de bitcoin”, explicó Luis Paolini, director de la licenciatura en Administración y Sistemas del ITBA.

Estas máquinas consumen entre 100 a 350 W cada una. “Estamos gastando la energía eléctrica de un país de las dimensiones de Noruega en validar sólo cinco transacciones por segundo”, explicó Paolini.

La energía es el costo más importante del ecosistema bitcoin. Por eso, muchas granjas de criptominería se mudan a países emergentes en los que la energía, medida en dólares, es sensiblemente más baja que en Europa o Estados Unidos.

Por ejemplo, la minera de criptodivisas canadiense Bitfarms anunció su intención de instalarse en 2022, en la Argentina. “Para ello la compañía ha firmado un acuerdo de compra con un proveedor de energía privado en el que Bitfarms tiene derecho a extraer hasta 210 MW de electricidad a su discreción”, informó la empresa.

No trascendió ni el operador ni el lugar donde se instalaría, pero se descarta que sería en el sur, para reducir costos de refrigeración.

Para comparar, en Canadá minar un bitcoin cuesta aproximadamente 7.500 dólares. En nuestro país, un 45% menos. En Ushuaia la granja Bit Patagonia utilizó 1.600 kilovatios para generar 14 bitcoins, lo mismo que 15 manzanas residenciales.

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