El 2024 resultó mucho mejor de lo esperado, tanto para nosotros en particular como para el sector financiero. El año se presentaba extremadamente desafiante por la gestión de la inflación y la volatilidad financiera. Afortunadamente, fuimos agresivos en cubrir rápidamente la exposición a la inflación a comienzos de año, y eso mitigó completamente el impacto de los primeros meses sobre nuestro balance. El cambio de escenario demandó mayor actividad financiera y de cobertura de nuestros clientes, lo que generó una mayor transaccionalidad y buenos resultados para el banco. Nos beneficiamos, además, con la baja de la nominalidad, especialmente durante el segundo semestre del año.
La economía argentina puede encarar una senda de crecimiento sostenido, impulsado por la inversión en infraestructura, la agricultura y la minería. La digitalización y la innovación serán clave para mejorar la eficiencia y la competitividad de los bancos.
En cuanto a nuestros objetivos para el 2025, estamos enfocados en seguir creciendo y expandiendo nuestra presencia en el mercado argentino. También estamos trabajando en mejorar nuestra plataforma digital y en ofrecer servicios más innovadores y personalizados a nuestros clientes. Esperamos un fuerte crecimiento del crédito. Será importante focalizarse en desarrollar nuevas fuentes de fondeo estables para afrontar dicho crecimiento.
El principal desafío el año próximo será adaptarse rápidamente al nuevo escenario de estabilidad financiera. Ya no estarán las oportunidades de arbitrajes y ganancias financieras rápidas. Este escenario demandará estar más cerca de nuestros clientes, entender sus necesidades y ser muy creativos en diseñar y ejecutar las soluciones financieras que ellos requieran. Tendremos que dejar de ser agresivos e innovadores en tomar riesgos financieros para desafiarnos a expandir nuestra base de clientes, para abastecer sus necesidades crediticias. El multiplicador bancario se encuentra en mínimos históricos. Para el 2025, tenemos que incrementarlo dos o tres veces.
En este nuevo modelo económico va a haber sectores ganadores y perdedores. Tendremos que ser inteligentes y agresivos en los que identifiquemos como competitivos, y más cuidadosos en aquellos sectores que presenten mayores desafíos en la nueva coyuntura. También debemos concentrarnos no sólo en nuevas tecnologías para mejorar la experiencia de nuestros clientes, sino que también deberemos prestar atención a nuevos negocios y oportunidades, como podrían ser las privatizaciones.
