Los analistas de JPMorgan han informado que, salvo que se produzca un giro en la negociación del Brexit, una eventual salida brusca de la Unión Europea podría depreciar otro 10% a la libra esterlina. Sin embargo la caída podría llegar al 20% ante el riesgo de una fuga de capitales extranjeros. Actualmente este país depende en gran medida del capital foráneo por los grandes holdings extranjeros de activos británicos y por su elevado déficit de cuenta corriente.
“Reino Unido lo pasará mal para financiar su gran déficit por cuenta corriente en un momento de máximo riesgo político, bajo crecimiento y mínimas rentabilidades”, señala en un informe el equipo de divisas de JPMorgan en Londres.