Argentina asoma como una gran oportunidad
En este año electoral, el mercado parece confiar en un cambio de gobierno. Una cartera de inversiones diversificada incluye bonos en dólares, acciones y propiedades.
Gráfico de estadísticas con bandera de Argentina de fondo

17 Ene, 2023
Salvador Di Stéfano

Mientras algunas inversiones se van del país, otras vuelven. Es interesante ver los números que nos devuelven los informes del INDEC sobre la posición de inversión internacional de Argentina. Allí se puede ver que los activos de los argentinos en el exterior durante el gobierno de Alberto Fernández aumentaron 17.828 millones de dólares, mientras que el dinero de extranjeros en Argentina aumentó 17.934 millones de dólares. Casi un comportamiento neutro entre lo que llegó del exterior y lo que partió desde nuestras tierras.

Lo más llamativo es que la inversión extranjera directa creció 48.196 millones de dólares, cuando en Argentina se habla de una economía que es tierra arrasada. Sin embargo, los extranjeros que habían realizado inversiones de cartera en el país se retiraron llevándose 23.928 millones de dólares.

La aceleración de inversiones extranjeras se dio al mismo tiempo que el dinero de los argentinos migraba al exterior y que otros inversores extranjeros huían de inversiones financieras.

Es raro lo que sucede en el país, parece que se abrió una nueva etapa de inversiones en la economía real (que estarían llamadas a acelerarse en los próximos años), y esto está directamente relacionado con inversiones extranjeras directas, ligadas a la energía y minería.

El 2023 abrió las puertas para que el inversor minorista pueda comenzar a comprar bonos y acciones con buenas perspectivas por delante, lo que nos hace presumir que el mercado ha comenzado a descontar un cambio de gobierno y renovadas perspectivas para el escenario económico futuro.

En febrero del año 2022 la invasión de Rusia a Ucrania cambió el flujo de comercio mundial de la energía y minerales, lo que benefició el potencial de Argentina, que en ambos rubros podría aportar parte del mercado que perdió Rusia. Estas inversiones podrían comenzar a madurar en los años 2024 y 2025, con lo cual el escenario de faltante de dólares podría revertirse en estos años.

El mercado debería mirar más el contexto internacional: si Argentina fuera más astuta, en pocos años podríamos tener una moneda más fuerte y los activos argentinos podrían tener una mejora sustancial. Es momento de comenzar a estudiar qué activos acopiar. La bolsa subió demasiado en los últimos meses, pero toda baja será una oportunidad de compra, algo similar ocurre con los bonos en dólares. Tal vez llegó el momento de mirar con otros ojos al mercado de capitales local.

Gráfico de estadísticas

En resumen, el año 2023 abrió las puertas para que el inversor minorista pueda comenzar a comprar bonos y acciones con buenas perspectivas por delante, lo que nos hace presumir que el mercado ha comenzado a descontar un cambio de gobierno y renovadas perspectivas para el escenario económico futuro.

Seguimos pensando que los bonos en pesos podrían ir a un proceso de reestructuración de deuda en este gobierno o en el próximo, será difícil gerenciar una deuda tan concentrada en un corto período de tiempo. No sucede lo mismo con la deuda en dólares, que paga una baja tasa de interés y tiene vencimientos a mayor plazo, aquí el gerenciamiento de la deuda, tomando nueva y cancelando vieja podría dar resultado desde el año 2024 en adelante.

El dólar oficial sigue con un atraso del 50%, por ende, con la llegada de un nuevo gobierno, podría subir mucho más que los dólares alternativos. Es momento de comprar bienes y no tanto dólares billetes. En el nuevo mix de inversión, adquirir bonos en dólares, acciones y propiedades es una muy buena diversificación.

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