Los reclamos para implementar una semana laboral de cuatro días van ganando peso en el mundo. Según el informe People at Work 2022: A Global Workforce View del ADP® Research Institute, los trabajadores quieren más flexibilidad en su vida laboral, como pasar a una semana laboral de cuatro días, y están dispuestos a hacer concesiones para conseguirlo.
La encuesta, realizada a casi 33.000 trabajadores de 17 países, revela que más de siete de cada diez personas (71%) desearían tener más flexibilidad en cuanto a la estructura de su tiempo de trabajo, por ejemplo, comprimiendo las horas en menos días y más largos. En Argentina, el 70% lo sostiene, mientras que solo el 3,7% no está de acuerdo.
Aunque los trabajadores afirman que el salario es el factor más importante en un trabajo, la investigación también reveló que alrededor de la mitad estaría dispuesta a aceptar un recorte salarial para obtener más flexibilidad o control sobre su vida laboral.
“Los trabajadores están demostrando una fuerte demanda de opciones innovadoras alternativas al tradicional horario de nueve a cinco para mantenerse satisfechos en el trabajo.” Alejandro Russo, Argentina ADP.
El 48% aceptaría un recorte salarial si ello supusiera una mejora del equilibrio entre la vida laboral y la personal, y una proporción similar del 31% aceptaría un recorte salarial para garantizar la flexibilidad en la estructuración de su horario, incluso si ello supusiera que el total de horas trabajadas no cambiara.
Opciones innovadoras
Alejandro Russo, operations regional director and country leader de Argentina ADP, sostuvo que «los trabajadores están demostrando una fuerte demanda de opciones innovadoras alternativas al tradicional horario de nueve a cinco para mantenerse satisfechos en el trabajo».
«No hace mucho tiempo, ideas como la adopción de un horario flexible generalizado o la posibilidad de que los empleados reducieran su horario a cuatro días podrían haber sido rechazadas. Ahora merecen una reflexión seria, sobre todo si la concesión de solicitudes de salarios más altos no es una opción viable”, afirmó.
La reducción del horario laboral viene avanzando en el mundo. En España se puso en marcha un programa que destinará 150.000 euros a aquellas pymes que reduzcan un mínimo del 10% su jornada laboral, sin recorte salarial, durante un periodo de, al menos, dos años.
Una prueba de una semana laboral de cuatro días en Gran Bretaña, descrita como la más grande del mundo, encontró que una abrumadora mayoría de las 61 empresas que participaron de junio a diciembre pasados seguirán adelante con los horarios más cortos y que la mayoría de los empleados estaban menos estresados y tenían un mejor equilibrio entre vida laboral y personal.
Todo ello, mientras los ingresos de las empresas se mantuvieron prácticamente iguales durante el periodo de prueba del año pasado e, incluso, aumentaron en comparación con los mismos seis meses del año anterior, según los resultados publicados esta semana.
Experiencia piloto
“Nos sentimos realmente animados por los resultados, muestran las muchas maneras en que las empresas están convirtiendo la semana de cuatro días de un sueño a una política realista, con múltiples beneficios”, manifestó David Frayne, investigador asociado de la Universidad de Cambridge y quien ayudó a dirigir el equipo que realizó las entrevistas a los empleados para el ensayo. “Creemos que hay muchas cosas aquí que deberían motivar a otras empresas e industrias a intentarlo”, sostuvo.
El equipo de la universidad trabajó con investigadores del Boston College; también con Autonomy, una organización de investigación centrada en el futuro del trabajo; y con la comunidad sin ánimo de lucro 4 Day Week Global, para ver cómo responderían las empresas de sectores que van desde el marketing hasta las finanzas, pasando por las organizaciones sin fines de lucro a una reducción de las horas de trabajo mientras se mantenía el mismo salario.
Como era de esperar, los empleados informaron de los beneficios, con un 71% menos de agotamiento, un 39% menos de estrés y un 48% más de satisfacción con su trabajo que antes de la prueba.
De los trabajadores, el 60% afirmó que era más fácil conciliar el trabajo y las responsabilidades en casa, mientras que el 73% declaró estar más satisfecho con su vida. El cansancio había disminuido, la gente dormía más y la salud mental había mejorado, según los resultados.