El Banco Central Europeo (BCE) anunció durante el mes de marzo que va a calificar de «extremadamente severas» las infracciones de los bancos que puedan tener consecuencias para el sistema financiero e impondrá un multa equivalente a un porcentaje de la facturación anual del banco que la haya cometido, pero que no superará el 10%.
La entidad monetaria considera que las multas deben ser «efectivas, proporcionadas y disuasivas».
La severidad de las infracciones fueron clasificadas en cinco categorías: «menor, moderadamente severa, severa, muy severa y extremadamente severa». Y la peor conducta es cuando el banco sabía que su conducta resultaría en una infracción de sus requerimientos. Además, se agravará si impidió al BCE obtener una imagen amplia de su situación u ocultó la infracción.