Commodities entre la guerra y la inflación global
La guerra en Ucrania, el alza de las commodities y la menor liquidez global delinean un escenario complejo para América Latina.
inflación global

28 Mar, 2022

El escenario internacional ya lucía complejo para la recuperación regional. Por un lado, la decisión política de la Reserva Federal de Estados Unidos con respecto a las tasas de interés plantea una menor liquidez global. Y, por otro lado, la guerra entre Rusia y Ucrania alteró los precios de las commodities agropecuarias y energéticas.

Ante este panorama, la región necesita desarrollo, en especial, orientado a la infraestructura.

Para superar los efectos de la pandemia, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) elaboró un plan hacia 2025 (Visión 2025) que apuesta, entre otros ejes, a la integración regional, el desarrollo de las economías digitales, el apoyo a las pymes y la generación de nuevos marcos regulatorios con el propósito explícito de lograr tasas de crecimiento del 3% anual para los países latinoamericanos.

Nuevos Bancos y Seguros consultó a diversos economistas para analizar las perspectivas y oportunidades de la región, y determinar cuáles son los principales sectores para potenciar el desarrollo.

Tasas de interés, guerra y commodities

Sobre las commodities, Jorge Day, economista senior de IERAL-Fundación Mediterránea, señaló que las regionales son economías que se basan en productos estrella: “Cuando los precios son muy buenos al país le va muy bien, pero el tema es qué se hace con esos fondos. Generalmente, muchos gobiernos tienen la tentación de subir el gasto público y cuando los precios internacionales caen, las caídas son más fuertes”.

Por su parte, Diana Mondino, economista de la UCEMA, alertó: “Dadas las consecuencias de la invasión de Ucrania la recuperación será muy desigual. Los países importadores de energía tendrán un notable aumento en sus costos. Al mismo tiempo que los exportadores de productos agrícolas y mineros tendrán un notable aumento de las exportaciones”.

María Castiglioni, directora de C&T Asesores Económicos, señaló que “todos los países en 2021 lograron revertir la caída del 2020, aunque en muchos casos quedó un mercado laboral debilitado, sin recuperar todos los empleos, con una tasa de inflación más alta y con cuentas públicas complicadas”.

Por su lado, Jorge Colina, del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), confirmó: “En 2022 surgió que Estados Unidos y Europa tienen una inflación muy alta y, por eso, van a subir las tasas de interés y los capitales no van a venir a los países emergentes. Ahora la guerra en Ucrania va a hacer subir mucho el precio de la energía, lo que hace muy difícil crecer porque es un insumo fundamental. Así las cosas, las perspectivas son desalentadoras en general”.

Sectores estratégicos

Para Castiglioni, en el contexto actual, América Latina tiene una fortaleza muy grande en la agroindustria, en la minería y en el petróleo. Sobre esto, comentó: “Son sectores en los que la región tiene ventajas competitivas y capacidades, habría que apostar a su desarrollo”. La economista destacó: “También los sectores que tienen que ver con los servicios, aunque ahí es más necesario tener reglas claras que inversión”.

Para Orlando Ferreres, de OF & Asociados, “el sector del litio es un tema para investigar porque está creciendo en Bolivia, Chile y Argentina”. Y amplió: “El turismo va a seguir recuperándose porque no se llegó todavía a los niveles prepandemia. El BID podría ver cómo financiar el turismo orientando a hoteles, transporte, aviación y aeropuertos. Hay sectores que siempre van a estar creciendo, como el software, donde hay un dinamismo por sí mismo que tiene una especial atracción”.

Sobre cuáles serán los sectores estratégicos para invertir, Diana Mondino señaló: “Cuando hay pocos recursos claramente hay que definir prioridades. Lamento que siempre se piense que el Gobierno deba apoyar con financiación. Es probable que sea mucho más eficaz bajar impuestos que intentar financiar en condiciones especiales y subsidiar. En todos los sectores es imperativo reducir la carga regulatoria”.

Jorge Day, más específicamente, afirmó: “En América Latina el principal problema es la logística para mejorar la competitividad. Los países tienen mucha materia prima y no la pueden aprovechar porque no tienen infraestructura. Además, son países donde la inseguridad jurídica es muy grande”.

Sobre lo mismo se pronunció Jorge Colina: “Infraestructura en rutas internas, puertos energía y comunicaciones son las inversiones que se necesitan. Cuando hay infraestructura y estabilidad económica se crean las condiciones para que las inversiones privadas vengan”.

Confianza e integración

En uno de los documentos elaborados por el BID se hace referencia a la falta de confianza en América Latina.

Sobre esto, Diana Mondino opinó: “En cualquier país del mundo es necesario que haya confianza y algo fundamental que no se menciona: es indispensable que haya expectativas de ganancias. Si el inversor no cree que tendrá ganancias, o que si las tiene será criticado o recibirá una mayor carga impositiva, entonces no tiene incentivos para invertir”.

La economista agregó: “Asumiendo que haya confianza y buenas expectativas de ganancias, también hace falta financiación o crédito. La contracara es que la sociedad pueda ahorrar para que pueda haber crédito financiando las inversiones”.

Otro de los ejes esbozados por el BID en su Visión 2025 es la integración de la región.

Según Ferreres, el Mercosur sigue siendo un asunto problemático: “Brasil quiere bajar el arancel común y Argentina no. Hay diferencias de fondo”.

María Castiglioni aseguró: “No veo un escenario de integración regional. Hay un gran desafío que es el de los países más grandes y no los veo enfocados en la integración sino pensando en el proteccionismo, la restricción de divisas y en poner trabas en el comercio y el movimiento de capitales.

Diana Mondino señaló: “La integración regional es buena pero no debe ser el único objetivo. La globalización no es ni más ni menos que un proceso más amplio de integración que permite a cada empresa y país dedicarse a su mejor oportunidad”.

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