De residuos a nuevas oportunidades
Grupo Newsan La empresa diseñó un programa integral para reducir la basura, fomentar la conciencia de los empleados e incluir proveedores no tradicionales.     Oficina Verde es un programa que no centra sus esfuerzos en los residuos sino en la generación de un contexto ideal para el cambio de mentalidad que el medio ambiente […]

27 Dic, 2016

Grupo Newsan

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La empresa diseñó un programa integral para reducir la basura, fomentar la conciencia de los empleados e incluir proveedores no tradicionales.

 

 

Oficina Verde es un programa que no centra sus esfuerzos en los residuos sino en la generación de un contexto ideal para el cambio de mentalidad que el medio ambiente está necesitando. A partir de la iniciativa, la empresa pudo crear una alianza con proveedores no tradicionales en línea con la generación de triple valor.

Una de las organizaciones que incorporaron como proveedores es la Cooperativa Bella Flor, formada por 70 ex recicladores urbanos, que encontraron en la basura una fuente de trabajo formal. “Bella Flor nos ha acompañado desde el inicio de la relación, dedicándose al reciclaje de nuestros residuos derivados del papel, cartón, plástico, vidrios y metales, los cuales son previamente separados en cestos de recolección diferenciados. Cada uno de estos insumos es trasladado a la planta de reciclaje de la cooperativa, enfardado y comercializado, lo que permite sostener a los cooperativistas y al comedor, donde a diario asisten 60 chicos de la zona de José León Suárez”, indicaron en la empresa.

La compañía genera más de 5 toneladas de residuos, de los cuales un 50% son orgánicos. La fundación Chacras de Buenos Aires, que trabaja en pos de la inclusión social de personas en procesos psicoasistenciales de los hospitales Borda, Moyano y Tobar García, propuso convertirse en proveedora de la empresa para darle también valor a los residuos orgánicos. Ellos trabajan la tierra, cosechan lo que siembran y lo comercializan. Más de dos toneladas y media de residuos orgánicos son compostados mensualmente en las composteras distribuidas en la oficina central de la compañía. Una vez convertidos estos residuos en tierra fértil, se entregan para el abono de las huertas de la organización. “Trabajamos durante 6 meses con el equipo de la fundación, para que puedan convertirse en un proveedor de nuestra empresa, siguiendo procesos y cumpliendo estándares. Lo interesante de esto es que, fruto de la relación, pudieron llevar su tarea un poquito más allá, convirtieron una excelente acción en un negocio de triple impacto, y nosotros ganamos un excelente socio estratégico. Como consecuencia de la sinergia generada, se ha comenzado a trabajar en la apertura de una nueva huerta comunitaria en el barrio donde poseemos nuestras oficinas”, agregaron en la entidad. La huerta se encuentra dentro del Centro de Jubilados de la Comuna 12.

La generación de la figura de los eco embajadores dentro de la empresa fue un aspecto clave para llevar adelante el proceso. Ellos son empleados de la compañía que voluntariamente decidieron dedicar parte de su tiempo al trabajo puntual que requiere el cambio de hábitos que se pretende generar. Apoyan a jefes, gerentes y directores en la promoción de buenas prácticas, también operan la vinculación con los líderes de medio ambiente, sustentabilidad y responsabilidad social empresaria en aquellas situaciones que puedan afectar el normal funcionamiento del programa.

Durante todo el camino recorrido para consolidar la oficina verde, fue imprescindible el apoyo de Cascos Verdes, una organización social que trabaja en la inclusión sociolaboral de personas con discapacidad intelectual, a través de la educación ambiental. Ellos los ayudaron a sentar las bases del cambio que se quería generar en los empleados. Un grupo de educadores ambientales se sentó a conversar con cada uno de los colaboradores para contarles, de un modo muy didáctico, la importancia de desarrollar prácticas vinculadas a las 3 R: reducir, reutilizar y reciclar.

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