Según estimaciones de la reaseguradora suiza Swiss Re, las catástrofes naturales y los desastres causados por el ser humano provocaron, en 2017, pérdidas aseguradas por 144.000 millones de dólares, la cifra anual más alta de la historia. Las pérdidas económicas globales (incluidas las no aseguradas) alcanzaron los 337.000 millones de dólares, casi el doble que en 2016 y la segunda cifra más alta registrada.
La mayor parte de las pérdidas provinieron de los tres huracanes –Harvey, Irma y María– que castigaron al Caribe y los Estados Unidos. Estos fenómenos meteorológicos provocaron 92.000 millones de dólares en pérdidas aseguradas, convirtiendo al 2017 en la segunda temporada de huracanes más costosa del Atlántico Norte desde 2005.
El 2017 también fue un año récord para los incendios, que generaron un total de 14.000 millones de dólares en pérdidas aseguradas. Los incendios registrados en Estados Unidos, Canadá y Portugal contribuyeron a que el número de hectáreas quemadas desde el inicio del año hasta octubre fuera 53 veces mayor que la media anual de los últimos 10 años.
