El fin de la tasa Libor
Uno de los indicadores más utilizados en los contratos globales a tasa variable será reemplazado a finales de 2021 por otro índice. Su eliminación plantea serios interrogantes sobre cuál será el instrumento que lo reemplace. Según lo anunciado por el titular de la Autoridad de Conducta Financiera (FCA) de Reino Unido, Andrew Bailey, la tasa […]

13 Oct, 2017

Uno de los indicadores más utilizados en los contratos globales a tasa variable será reemplazado a finales de 2021 por otro índice. Su eliminación plantea serios interrogantes sobre cuál será el instrumento que lo reemplace.

Según lo anunciado por el titular de la Autoridad de Conducta Financiera (FCA) de Reino Unido, Andrew Bailey, la tasa Libor, que se utiliza para fijar el precio de contratos financieros por un valor de más de 350 billones de dólares, será reemplazada a finales de 2021 por otro índice.

La Libor (London Interbank Offered Rate) vio manchada su credibilidad cuando en 2012 se descubrió que fue manipulada por un grupo de importantes entidades bancarias para beneficio propio. Algunos de los bancos más grandes de Estados Unidos y Reino Unido se vieron involucrados en el escándalo en los últimos años y tuvieron que enfrentar multas de 9 mil millones de dólares.

En tanto que se trata de una tasa que surge de la encuesta realizada a los principales bancos sobre cuál estiman que será el interés aplicado a los préstamos interbancarios, la subjetividad no sólo es cuestionada en términos de posibles manipulaciones, sino en cuanto a su veracidad respecto del interés efectivamente aplicado a los préstamos realizados. Esta potencial divergencia entre expectativas y realidad se vio reafianzada luego de la crisis financiera de 2008. Con las modificaciones regulatorias poscrisis y en medio de un escenario de abrupta caída de los préstamos interbancarios, avanzó el cuestionamiento sobre la utilidad de esta tasa como referencia para el resto de los contratos financieros.

En 2012, año en que saltó el escándalo de la manipulación de la Libor, el Tesoro del Reino Unido calculó que el valor de los contratos que utilizaban esta tasa como referencia prácticamente quintuplicaba el PBI mundial.

Daniel Perrotta, director general de Decisio, explicó que “la crisis del 2007 exigió una serie de cambios importantes y profundos en el sistema financiero mundial. Obligó a los organismos de control a mejorar sus procesos de supervisión y a profundizar las regulaciones prudenciales. La crisis se debió, en gran parte, a un amplio muestrario de malas prácticas aplicadas por parte de muchas entidades que perjudicaron la confianza y credibilidad de todos los bancos de los principales centros financieros del mundo. Entre dichas malas prácticas, se encuentra la manipulación de la tasa Libor y, justamente ser tildada de índice de referencia subjetivo y no una estimación real de las operaciones bancarias, más los profundos impactos que su manipulación genera en la economía global, establecieron la necesidad de reemplazarla por un instrumento creíble”.

El experto agregó que “en los últimos años han sido numerosas las denuncias respecto a su manipulación. Para entender esta maniobra, hay que pensar en un doble propósito: por un lado, generar utilidades y, por el otro, ocultar debilidades. Dicha tasa se establece en función del costo diario en el que deben incurrir los bancos para tomar dinero prestado de otras entidades financieras a corto plazo. Entonces, un acuerdo espurio para manipular los valores genera la posibilidad de ganar la diferencia entre el costo real y el informado. Pero también permite ocultar las debilidades en las finanzas y en los fondeos, que se pudieron ver acrecentadas en medio de la crisis”.

Por su parte, Douglas Elespe, presidente y gerente general de FIX SCR, remarcó que “hubo bancos, entidades supuestamente de primer nivel y máxima reputación, que fueron acusados y multados por haber manipulado la información sobre esta tasa de interés. La investigación sobre la manipulación de la Libor resultó en un escándalo y debido a eso se han tomado medidas correctivas para asegurarse de que estas cosas no se repitan”.

El analista comparó la situación a “lo que nos pasó en la Argentina con el tema del Indec. En este caso el índice surge de la encuesta realizada a los bancos en el mercado londinense, donde los bancos se pusieron de acuerdo en cómo iban a marcar, a qué precios. No era transparente ni hubo control suficientemente válido como para evitar este tipo de maniobras. Muchos fueron sorprendidos”.

Por su parte, Miguel Zielonka, director asociado de Econviews, señaló que “las propias sospechas de que la tasa hubiera sido manipulada generaron mucho revuelo. Dentro de los datos declarados por las entidades que participan de la encuesta, se descartan los extremos y luego se obtiene un promedio. Si todos tienen un incentivo para que dé un poco más alto al fijar el precio de otro tipo de préstamos, puede darse algún tipo de ingeniería para manipularla”.

Respecto a la anticipación con la que se realizó el anuncio, Elespe indicó que “se necesita tiempo para realizar los ajustes necesarios porque hay un sinnúmero de contratos que se rigen con la tasa Libor. No se pueden hacer modificaciones rápidas cuando hay derechos adquiridos y cuando lo que se busca es un índice confiable y transparente”.

El fin de una era

La tasa Libor existe desde 1986 y su importancia radica en ser utilizada como referente para una cantidad de contratos a tasa variable, cuyo valor hoy se estima en más de 350 billones de dólares.

Según Elespe, “es una de las tasas más importante de referencia. Se trata de una tasa flotante que muestra cuál es el costo de tomar dinero en el mercado de Londres en determinados plazos, habitualmente de 3 meses o 6 meses. Su importancia no se ha reducido porque es muy utilizada por la profundidad del mercado para operaciones de crédito para comercio exterior”.

Zielonka agregó que “es una tasa importantísima porque todos los préstamos a tasa variable en el mercado global se hacen a esa tasa. El que quiere tomar un préstamo en el mercado internacional tendrá como base la Libor”.

En cuanto al impacto en su eliminación, el economista señaló que “todos los contratos prevén un fold back, es decir tienen prevista una especie de secuencia lógica que señala qué pasa si ese índice no se publica más. Habrá entonces un reajuste para el inventario de operaciones que ya existen. El problema será más bien con todas las operaciones nuevas”.

Perrotta destacó que “se requerirá de un importante apoyo por parte de los bancos para lograr que la transición pueda planificarse y ejecutarse sin mayores problemas, ya que la tasa Libor es referencia de muchos de los instrumentos financieros más importantes y líquidos del mundo, como por ejemplo, contratos de futuros, swaps, bonos y créditos hipotecarios, y también es de gran relevancia en el mercado asegurador”.

“Sin lugar a dudas, una tasa que se utiliza como referencia de los instrumentos financieros más importantes del mundo debe ser, ante todo, confiable. Por eso, la magnitud de los impactos de esta manipulación es inmensa y varía según quien la informe. Se ha hablado de que afectó a contratos financieros valuados en alrededor de 500 billones de dólares y derivó en multas a innumerables bancos y banqueros. Estas circunstancias le han quitado la seriedad y certeza que requiere una tasa para ser referencial”, enfatizó el especialista.

Un indicador con la “transparencia necesaria”

La eliminación de la tasa Libor plantea serios interrogantes sobre cuál será el instrumento que la reemplace.

Elespe indicó que “el nuevo indicador tendrá que ofrecer la transparencia necesaria y también habrá que asegurarse que refleje lo que se busca, que es el conocimiento sobre cuál es el precio del dinero en los mercados, en este caso Londres”.

“Hay que mejorar los controles y, en caso de incumplimiento, aplicar las sanciones adecuadas. Pero se trata de un buen indicador, que en definitiva muestra a qué precios determinados bancos importantes toman fondos de otros bancos. En Estados Unidos, por ejemplo, se usa la tasa Prime pero se trata de una tasa a la que toman crédito las empresas de primera línea; generalmente incluye un adicional por ello, tiene como un sobreprecio incluido respecto de la Libor. Por eso, no es tan relevante ni se usa tanto en el mercado global”, añadió el especialista.

En esta línea, Zielonka advirtió que “no es un tema fácil. Si se va a discontinuar la tasa Libor lo que en teoría tendría que pasar es que el nuevo índice que la reemplace sea una referencia válida para el fondeo de los bancos. Mejor sería tomarla sobre la base de operaciones reales, concretas. Por otra parte, si se toman las tasas de política monetaria, que son más confiables, como ser la tasa de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) o la del Banco Central Europeo, no son sin embargo un reflejo fiel de lo que los bancos pagan por sus depósitos. Son tasas más bajas, libres de riesgo. Cuanto más transparente y menos manipulable sea la tasa, peor representación es de lo que un banco paga por el costo del dinero”.

“Lo que los bancos quieren es tratar de tener el menor riesgo posible y que sus depósitos y préstamos se muevan con el mismo índice. Por eso, otro tipo de tasas más confiables, libres de riesgo, les pueden generar un descalce, porque la realidad es que las entidades no se fondean a esas tasas. Justamente la Libor se usa tanto porque es la forma que tienen los bancos para fondearse en la misma base a la que luego pueden dar los prestamos”, puntualizó el economista.

Para Perrotta, “es difícil pensar en un instrumento en cuyo diseño no participen los bancos que intervienen en el mercado pero, sin duda, las autoridades de contralor deben asegurar la transparencia del sistema. Cualquier instrumento cuya validez no pueda comprobarse fehacientemente carecerá de sustento para erigirse como referencia. Según la FCA, el reemplazo sería por la tasa SONIA (Sterling Overnight Index Average), administrada por el Banco de Inglaterra y que refleja la tasa de overnight de los bancos sin garantías. Actualmente, la entidad monetaria está realizando un proceso de evaluación y ajuste metodológico que se estima concluirá en abril del año próximo”.

El experto agregó que “también la Fed comunicó la decisión de utilizar la broad Treasuries repo financing rate, que es una tasa de repo para operaciones garantizadas con tesoros americanos. Esta tasa hoy es el resultado de operaciones diarias y reales, lo cual la vuelve más difícil de manipular. Sin duda, ambas referencias coexistirán. Seguramente la tasa SONIA reemplazará a la Libor en operaciones en libras y la Treasuries repo reemplazará a la Libor en operaciones en dólares. La moneda será determinante a la hora de definir la tasa de interés referencial de las operaciones a celebrarse, sobre todo en aquellas cuya vigencia supere el año 2021”.

La Libor en Argentina

Consultado acerca del uso que tiene la tasa de referencia en Argentina, Elespe señaló que se utiliza “para operaciones de crédito en comercio exterior o también para algunos otros contratos financieros que se hacen a muy corto plazo, pero no es la más habitual a nivel local”.

Zielonka agregó que se utiliza “en caso de emitir un bono en el mercado internacional o al tomar prestado en un banco del exterior pero no se aplica para el tramo doméstico”.

Por su parte, Perrotta detalló que “es utilizada como tasa de ajuste del pago de la renta de los bonos del Estado y también del sector privado”.

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