El proceso de reestructuración que llevaron adelante los bancos españolares en los últimos años provocó un importante aumento en la cantidad de localidades sin presencia bancaria. Según datos publicados a principios de noviembre por el Banco de España, el 50% de los municipios ya no cuenta con ninguna sucursal, cuando antes de la crisis, en 2007, este porcentaje se situaba en el 44%.
Las cifras indican que el ajuste afectó mayormente a las localidades que tienen entre 500 y 2.000 habitantes. Los pueblos que tienen entre 500 y 1.000 habitantes sin acceso a una sucursal pasaron en este periodo del 28 al 40% del total y los que poseen entre 1.000 y 2.000, del 9 a más del 15%.
En los últimos diez años el sector financiero español llevó adelante un intenso ajuste de su estructura como consecuencia de las fusiones entre entidades, la necesidad de ahorrar costos y el empuje de los canales digitales. La red de sucursales nacional cayó de más de 45.000 a 27.800, una merma del 38%.