La visión hacia adelante es darle continuidad a la tendencia actual de crecimiento del sector, donde el desarrollo de la economía será la “levadura” de todo lo que ya se viene haciendo. Las expectativas son positivas y los motores de crecimiento del mercado de seguros seguirán siendo Automóviles y Riesgos del Trabajo, pero hay nuevos negocios que irán ganando presencia de la mano del desarrollo económico del país. Los impactos tanto del mundo automotriz, el campo, el crecimiento de los créditos hipotecarios, la inversión en construcción y la obra pública permitirán que crezcan segmentos que se ubican más allá de la lógica actual del mercado.
Ya se ven resultados positivos en relación a la baja de la judicialización en Riesgos del Trabajo. Sería interesante lograr elaborar algo similar en Automóviles, donde existe también una alta judicialidad y se puede aplicar mecanismos similares. Hay mucho para hacer en la Argentina sobre esto.
Asimismo, estamos esperando las noticias de la apertura del mercado de Vida, tanto de la propia regulación como del entorno fiscal que lo envuelve. Esperamos que haya modificaciones en este segmento, en tanto que es un mercado que se encuentra muy por debajo de los rangos donde tendría que estar si nos fijamos en el resto de la región. Para eso, ayudaría la aplicación de una desgravación fiscal por la contratación de este tipo de seguros, así como el crecimiento del mercado de capitales y el ahorro, pensando en la jubilación y el retiro de los potenciales asegurados.
Las propias condiciones del entorno facilitarán el desarrollo de los seguros personales. Hay que tener una buena economía para que la gente confíe en las compañías y ahorre más, un incentivo fiscal que los ponga en el escaparate y que ayude a que tengan mayor presencia y un mayor conocimiento fuera y dentro de las compañías para generar conciencia de la necesidad de que existan estos productos, pensando en el largo plazo, en la edad de jubilación o en cualquier imprevisto que pueda surgir, más allá de lo que brindan los seguros colectivos. Por eso, se hace también necesario el desarrollo de un tejido comercial experto y conocedor de estos productos. En otros países se convierte en un sector especialista cuando agarra volumen.
Venimos trabajando activamente junto con la Superintendencia de Seguros en pos de agilizar y modernizar los procedimientos administrativos. Estamos colaborando en algunos de sus proyectos porque vemos un enfoque adecuado desde la entidad regulatoria, más transparente y con ánimos de fortalecer la industria. Para nosotros, la palabra clave es solvencia, con lo cual se requiere de la confianza de los profesionales y de los consumidores. Se apunta a una posición de trabajo más moderno y de actualización necesaria en el mercado de seguros, donde se requiere también un enfoque de solvencia y capitalización a largo plazo, que debemos asumir con compromiso desde las compañías.
Respecto a la decisión del organismo de prohibir la inversión en Lebac, es su facultad intervenir en la política de inversión de las compañías del sector porque es garante de que nuestras inversiones estén para matchear o compensar nuestros compromisos de corto y largo plazo. Nos explican que ésta sería la óptica de las nuevas medidas. Faltaría ver cómo son los nuevos instrumentos de inversión que estarían por concretarse.
