La combinación entre la alta inflación, la caída de la actividad y la pérdida del poder adquisitivo delinean un escenario complejo para bancos y aseguradoras. Pero aún con perspectivas inciertas, las compañías se preparan para cuando llegue la reactivación y buscan bajar sus costos para seguir siendo competitivos ante los usuarios. Así se refleja en los anuncios y proyectos que comparten en este número especial de NBS.
Los datos del Indicador de actividad de Ferreres y Asociados muestran que en abril la actividad económica mostró una mejora con respecto a marzo, con una suba de 1,1 % mensual. A su vez, la caída interanual reflejó una importante desaceleración, que estuvo afectada por el contexto del agro, que empieza a comparar los datos del segundo trimestre con los del peor momento de la sequía, y refleja tasas muy elevadas de crecimiento.
En contraste, el informe marca que los sectores que más contribuyen a la baja de la actividad son la industria manufacturera, la construcción, el comercio minorista y la intermediación financiera. “Para los próximos meses no esperamos una rápida recuperación, aunque los sectores más orientados al mercado externo continuarán empujando positivamente, mientras que sectores como industria, construcción y comercio podrían empezar a mostrar alguna mejora en la medida en que se afiance la baja de la inflación, comience una recomposición de los ingresos, se avance con la unificación cambiaria y se reactive el crédito privado”, sostiene.
Con este panorama es clave para las compañías de seguros ser cuidadosos con la suba de las pólizas, hacer propuestas atractivas para los clientes y apostar a que el poder adquisitivo se vaya recomponiendo con el correr de los meses.
El regreso de los préstamos
En este nuevo escenario económico, los bancos cuentan con una carta a favor: el regreso de los créditos. Lo que hasta hace unos meses parecía imposible está ocurriendo. Y no se trata solamente de la puesta en marcha de los créditos hipotecarios UVA, a los que que ya se sumaron más de una docena de entidades, sino también de otras formas de financiamiento,
En abril los préstamos tuvieron un crecimiento mensual del 5,5 % real. Con estos números se quebró una racha de seis meses de contracciones consecutivas.
“El financiamiento a las empresas parece haber encontrado un piso y este mes creció un 4,6 % real. Hacia el interior, todos los instrumentos tuvieron aumentos mensuales, aunque con respecto a un año atrás, los préstamos a empresas acumulan una contracción del 33,6 % real”, señala la consultora LCG.
Los créditos al consumo fueron los principales impulsores del crecimiento: 7,9 % mensual, que representan el 45 % de los préstamos al sector privado. Los préstamos personales crecieron un 12,4 % mensual, mientras que el financiamiento con tarjeta de crédito creció un 5,9 % mensual, siempre en términos reales.
“Luego de la profunda caída que viene mostrando el crédito al consumo y los préstamos a las empresas desde noviembre de 2023, el dato de este mes mostraría que en abril se alcanzó un piso. La actividad parece comenzar a reponerse lentamente después del shock más fuerte de caída de los últimos tres meses de 2023 y los primeros tres de 2024, e implica una recuperación muy leve de la demanda. A eso se suma la reducción de las tasas de interés y la enérgica oferta crediticia de tasas muy bajas de algunos bancos públicos. Igualmente, el nivel de préstamos se encuentra muy bajo, sólo un 34,3 % del nivel del pico de mayo de 2018”, señala LCG.