Las fintech buscan recuperarse del criptoinvierno
En 2022 se quebró la racha de crecimiento sostenido de las empresas financieras de base tecnológica. Ahora, tras la tormenta, esperan retomar la expansión en el año que acaba de comenzar.

1 Feb, 2023

En 2022 se quebró la racha de crecimiento sostenido de las empresas financieras de base tecnológica. Ahora, tras la tormenta, esperan retomar la expansión en el año que acaba de comenzar.

Luego de un crecimiento sostenido e impulsado por la pandemia durante 2020 y 2021, el año pasado significó un verdadero reto para las fintech. Y este año empezó con el pie izquierdo. En los primeros días de enero, la plataforma de criptomonedas Coinbase anunció una segunda ronda de despidos. En este nuevo ajuste de su plantilla, el gigante del mundo cripto desvinculó a 950 trabajadores, más del 20% de su fuerza laboral. Según explicó, la decisión tiene como objetivo reducir los costos operativos. Este caso se suma a otros afectados por el “criptoinvierno” o “criptocrush”, que puso en evidencia las debilidades de estas operaciones.

Ya no es una contratendencia, sino un movimiento que marca un ciclo: al menos una treintena de compañías argentinas —incluyendo a grandes como Buenbit, Ualá y Lemon— y varias filiales locales de multinacionales terminaron 2022 replanteándose su modelo de negocio en un contexto de cambios a nivel global y local.

Sin embargo, tras haberse achicado a fuerza de cierres, limitaciones en las operaciones y despidos de personal —una situación inédita en una industria con demanda de talento en alza—, muchas empresas financieras de base tecnológica buscan reacomodarse de cara a 2023 para retomar sus planes de expansión.

El crecimiento ya no puede fondearse con dinero barato, y los modelos de negocio deben soportar la prueba de demostrar que generan beneficios reales para seguir operando.

Sanear los números es una exigencia que el mercado les obliga a hacer, no solo en un escenario recesivo como el de la Argentina, sino en todo el mundo. Deberán adecuarse a las nuevas condiciones, en donde el crecimiento ya no puede fondearse con dinero barato, y los modelos de negocio deben soportar la prueba de demostrar que generan beneficios reales para seguir operando.

 

Golpe a las tech

 

El cimbronazo no se limitó solo a las empresas financieras. Con el cese de las restricciones por el menor número de casos positivos de COVID-19 y el regreso paulatino a la presencialidad, el comportamiento de los usuarios también cambió. En los primeros seis meses de 2021, se habían registrado 80,3 millones de tickets electrónicos, un 47% más que en la primera mitad de 2020, pero entre enero y junio de 2022 el crecimiento se redujo al 14% interanual, con 91,3 millones de órdenes de compra.

En ese sentido, y en línea con lo observado en el mercado fintech, una de las grandes compañías tech que despidió personal fue TiendaNube: se desprendió de 50 empleados a nivel global; 17 de ellos, colaboradores que prestaban tareas en la Argentina. En ese entonces, la firma sostuvo que “después de un crecimiento exponencial en la pandemia, la industria está volviendo a niveles de expansión más conservadores, pero consistentes”.

“La fase expansiva, que impulsó la proliferación de nuevos actores, coincidió con la gran liquidez del mercado de capitales, que encontró en las compañías de tecnología financiera el ámbito ideal para canalizar inversiones. Como en todo ciclo, el apetito inversor, la necesidad de llegar primero y la puja para no perder oportunidades hicieron que, en algunos casos, se fondeara a empresas cuyos fundamentals no eran sólidos para proyectar su sustentabilidad futura”, analizó Juan Pablo Bruzzo, CEO de la billetera Moni.

 

Los pagos digitales mantienen el crecimiento

 

A pesar de esta situación, un informe realizado por la consultora Kantar y la compañía de desarrollo de soluciones low-code Veritran da cuenta de que el 82% de los encuestados elige a las aplicaciones móviles de los bancos como el principal canal financiero para hacer sus operaciones diarias pero, además, el 70% tiene una cuenta en una fintech, más allá de utilizar las apps de bancos tradicionales. Siguiendo los resultados de este sondeo, el 65% posee una billetera digital, cifra que creció en los últimos años, en especial por el cambio de hábitos que implicó la pandemia de COVID-19.

En cuanto a la performance de 2022, un análisis realizado por la fintech Credencial Payments muestra que la industria logró sortear los obstáculos y superó el número total de usuarios en el año que quedó atrás. “Estamos en un momento en el que confluyen bancos y fintech para generar sinergias en la creación del ecosistema digital”, explicó Jorge Larravide, gerente de Marketing de Credencial Payments y profesor de la Universidad Di Tella en Programas Ejecutivos de Fintech.

“La transformación digital es un hecho. Desde 2020, los pagos digitales se consolidan mes a mes como una alternativa a las formas en las que los ciudadanos se relacionan con sus necesidades financieras”, resaltó el informe de Credencial Payments.

El último relevamiento de Pagos Minoristas del Banco Central respalda los datos. Mientras que las transacciones con tarjeta de crédito se mantienen estables y crecen las que se realizan con tarjeta de débito, todas las modalidades de pagos con transferencias (incluyendo el QR interoperable) aumentan exponencialmente.

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Juan Pablo Bruzzo, Jorge Larravide
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