El sector fintech continúa creciendo. El ecosistema cuenta con 302 empresas y, entre ellas, el 20% surgió en el último año. Uno de los motivos del crecimiento es el mayor uso de la tecnología durante el confinamiento a raíz de la pandemia. En ese escenario, las soluciones fintech demostraron cuán fácil, accesible y económico es aplicar la tecnología en el ámbito de las finanzas. Cobrar y pagar productos y servicios, transferir dinero, ahorrar, invertir, contratar un seguro son necesidades de todos los días que ahora pueden realizarse a través de algunos clics desde el celular.

Muy lejos de lo que sucede en el resto de la economía, el sector fintech muestra desde 2017 una tasa de crecimiento anual del 40%. Actualmente emplea a 14.728 personas en forma directa. Y, en base a un estudio realizado junto a Great Place to Work® Argentina, las compañías proyectan incorporar más de 5.000 nuevos puestos de trabajo para fin de este año.

Se trata de empleos muy calificados, con niveles de remuneración superiores a la media del mercado y condiciones de contratación y planes de carrera sumamente atractivos.

Capacitación y crecimiento profesional

En este tipo de industria el conocimiento es fundamental para continuar el crecimiento. Por eso, la cámara lleva adelante iniciativas para promover la formación del talento fintech. Para ello se realizan programas conjuntos con las principales casas de estudio del país: Universidad de San Andrés, ITBA, UADE, UBA, IAE, UCA, UB, entre otras.

La diversidad también es un compromiso en el sector, y se pudo comprobar en conjunto con Great Place to Work® Argentina la tendencia a la equiparación en cuanto a la brecha de género en el empleo fintech.

Sabemos en el sector financiero y tecnológico hay preponderancia de hombres. Sin embargo, el porcentaje femenino alcanza hoy el 40% del total, mientras que en 2018 era el 25%. Para analizar nuevas propuestas de acción en ese mismo sentido, la Cámara creó un comisión de trabajo sobre Diversidad e Inclusión para reducir la disparidad al máximo.

El desarrollo hasta aquí es positivo pero, a largo plazo, para continuar ese camino y retener talento argentino, es imprescindible contar con sistemas regulatorios, impositivos y laborales que tengan como referencia los esquemas más exitosos en el resto del mundo. No podemos ignorar el carácter dinámico del mercado laboral que hoy no tiene fronteras. Ser atractivos y competitivos frente a propuestas internacionales es fundamental a la hora de pensar una industria basada en el mejor capital humano.

Estamos convencidos de que nuestro sector puede generar 100.000 puestos de trabajo en los próximos cinco años. Pero tamaña tarea no se logra desde una posición sectorial aislada. Necesitamos un esquema de colaboración público-privada para consolidar el crecimiento de nuestra industria y poder ofrecer a nuestros jóvenes un proyecto profesional que los desafíe y los potencie.

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