Según un informe de Cybersecurity Ventures, se espera que el costo anual del ciberdelito alcance los 10,5 billones de dólares en 2025, un aumento significativo desde los 3 billones de dólares en 2015. La creciente sofisticación de los ciberataques y las amenazas emergentes obligan a todas las industrias a integrar estrategias de protección más robustas y conscientes de los riesgos.
«La ciberseguridad es mucho más que un problema tecnológico; es un desafío que involucra a todos los sectores. Las empresas deben invertir en soluciones que les permitan proteger sus activos más valiosos: los datos. Y, para eso, es clave una capacitación continua y un enfoque integral que contemple la responsabilidad compartida entre proveedores y clientes”, sostiene Gustavo Pontoriero, cybersecurity lead de Nubiral, empresa de tecnología global especializada en innovación y transformación digital.
La seguridad de los datos es esencial para evitar brechas que puedan comprometer la privacidad de los usuarios y dañar la reputación de las instituciones. Por ejemplo, la creciente dependencia de las redes hace que sea imprescindible reforzar este aspecto en las empresas de telecomunicaciones.
Respuestas efectivas
Una estrategia que proteja la infraestructura digital es clave para mantener en alto la reputación, el negocio y hasta la seguridad ciudadana. Dentro de ella, algunas de las acciones que se pueden llevar a cabo van desde la implementación de servicios de postura de seguridad, el monitoreo continuo de redes, el análisis de comportamiento anómalo y la respuesta rápida y efectiva ante incidentes de seguridad.
Lo mismo sucede con las empresas de oil & gas, cuyas inversiones para proteger sus datos alcanzarán, según un estudio de GlobalData, los 10.000 millones de dólares en 2025.
“En lo que respecta a este sector existen algunas características específicas que lo vuelven particularmente desafiante, como las vulnerabilidades en infraestructura, las amenazas a la integridad de los datos operacionales y los riesgos de interrupción en la cadena de suministro energético. Sin embargo, con la implementación de protocolos de ciberseguridad y seguridad OT (operational technology) avanzados, junto con la actualización regular de sistemas y software y la monitorización continua de actividades anómalas, es posible alcanzar la máxima productividad con los mínimos riesgos”, agrega Gustavo Pontoriero.
En un contexto digital cada vez más complejo, los ciberataques se han vuelto más rápidos, precisos y extendidos. Según el Digital Defense Report de Microsoft, los incidentes de ransomware crecieron 2,75 veces el último año, y técnicas como el phishing, mediante correos electrónicos, mensajes de texto y llamadas son las más utilizadas para engañar a las víctimas.
Además, la explotación de vulnerabilidades en aplicaciones sigue siendo un problema crítico. En esa línea, Microsoft destaca que diariamente bloquea cerca de 7.000 ataques con contraseñas por segundo, lo que evidencia la magnitud de esta problemática global.