Rafael Soto: «El efectivo y las tarjetas van a desaparecer»
El CEO de MODO cuenta los detalles detrás del éxito de esta innovadora billetera digital. Cuáles son los desafíos, logros e impacto de la plataforma.

22 Mar, 2024

MODO, la billetera digital que revolucionó el mercado argentino, cumple ya casi cuatro años desde su lanzamiento. Rafael Soto es el CEO de la compañía desde su creación, por lo que vio cada uno de sus pasos de desarrollo. El ejecutivo primero trabajó en Ualá en 2017, cuando —según afirma— “la palabra fintech todavía no existía”. Luego migró a Nubank, un banco brasilero de éxito mundial que había decidido abrir operaciones en la Argentina. Sin embargo, ese proyecto se discontinuó y fue en esas circunstancias que Soto decidió pegar un nuevo “salto”.

—¿Cómo fue el arranque de MODO en plena pandemia?

—La construcción de MODO requería mucho esfuerzo y coordinación en términos de toma de decisiones e integraciones tecnológicas. Antes de la pandemia, esto habría implicado numerosas reuniones presenciales, pero la pandemia nos obligó a hacer todo el trabajo en reuniones virtuales, lo que agilizó enormemente el proceso. De hecho, mi primer día fue el 1 de mayo, y el 3 de diciembre nos lanzamos al mercado.

—¿Cuál dirías que es la característica distintiva de MODO en comparación con otras fintech?

—La principal contribución de MODO es darles a los bancos la posibilidad de convertir sus aplicaciones en billeteras digitales. Los bancos tienen una relación muy sólida con sus clientes, y ya cuentan con los medios de pago, promociones, cuentas, entre tantas otras opciones; pero todo esto estaba de manera cada vez más analógica. MODO digitaliza todo esto, permite pagos con QR, promociones visibles al momento del pago y reintegros instantáneos.

Lo principal es tener un buen producto que funcione, sea simple de usar y amigable, tanto para el usuario como para el comercio.

—¿Cuántos usuarios tienen actualmente?

—Tenemos tres millones de usuarios activos y 16 millones de usuarios registrados. En Argentina, hay alrededor de 20 millones de personas que utilizan aplicaciones bancarias. Nuestro objetivo es que todas esas personas que ya usan sus aplicaciones bancarias para realizar transacciones también las utilicen para pagar.

—¿Cuál es la estrategia para lograr ese objetivo?

—Lo principal es tener un buen producto que funcione, sea simple de usar y amigable, tanto para el usuario como para el comercio. También es importante trabajar en la educación, para que los usuarios comprendan rápidamente cómo funciona y los comercios sepan cómo cobrar sin problemas. En el medio están las promociones, que son una herramienta de marketing para premiar al usuario que hace el esfuerzo de aprender a utilizar un nuevo método de pago.

—¿Creen que las promociones dejarán de tener un papel tan central en el futuro?

—Las promociones alcanzan sólo al 25% de los pagos. Así que solamente hay uno de cada cuatro sin promoción.

La tarjeta va a desaparecer, y si quiero asegurarme el cliente, necesito que, como banco, vaya acostumbrándose. Falta muy poco para que desaparezca el plástico.

—Llama la atención la baja incidencia de las promociones. ¿No será que falta comunicación de parte de ustedes?

—Competimos con un montón de información, por lo que es el desafío permanente de dar mensajes creativos y llegar de otra manera. Cada banco es libre de impulsar su estrategia, algunos bancos enfocan más las promociones con billeteras, y otros son más abiertos a las tarjetas. Cada vez más los bancos están migrando al pago con celular, que es el comportamiento que más rentabilidad tiene a futuro.

—Eso te iba a preguntar, ¿cuánta vida le queda al plástico?

—La tarjeta va a desaparecer, y si quiero asegurarme el cliente, necesito que, como banco, vaya acostumbrándose. Falta muy poco para que desaparezca el plástico. La tarjeta como instrumento de pago puede ser virtual y tiene varias ventajas que todavía son difíciles de reemplazar en su totalidad. Pero el 70% de las personas no tienen tarjeta; en la medida que no usen efectivo, hacen pagos con transferencia y van por fuera de las redes de tarjeta. Al no tener tantas reglas al uso, permiten mucha innovación. Una tendencia que se está dando es la financiación del pay later que, al momento de pagar, se accede a un micropréstamo para financiar esa compra.

—¿Qué tipo de operaciones todavía no se pueden hacer con pagos digitales?

—Por ejemplo, la tarjeta te permite hacer operaciones en cualquier país. Las tarjetas también tienen beneficios relativos a la protección de las compras de seguros, como que el usuario tenga la posibilidad de desconocer una transacción. VISA tiene un estándar único de pago con QR con tarjetas en toda Latinoamérica, excepto Brasil. MODO ha sido la primera empresa que ha implementado la tecnología de VISA para realizar esos pagos con QR.

—¿Hacia dónde va a evolucionar el mercado?

El efectivo y las tarjetas están por desaparecer, y los bancos y MODO vamos a seguir. Una de las cuestiones que tiene muy claro este Gobierno es que el actual esquema impositivo hace inviable un montón de negocios y el blanqueamiento de la economía. La primera versión de la Ley Ómnibus decía que los comercios con una facturación determinada tenían que estar exentos de todas las retenciones impositivas, como el impuesto a las ganancias o ingresos brutos. Pero creo que vamos a esperar a que nos simplifiquen los engorros que teníamos años atrás. MODO está para ayudar con la mejor tecnología para que eso ocurra.

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