Se demora la recuperación de la economía: cuándo se sentirá a pleno
Los analistas coinciden en que la caída de la actividad ya tocó fondo. Pero aún no se percibe una reactivación clara. Repuntaron minería y energía, pero el consumo masivo, la industria y la construcción siguen hundidos.

29 Nov, 2024

La economía muestra signos de haber tocado fondo en 2023, y hay sectores clave que comienzan a mostrar una leve mejora. Sin embargo, la recuperación se perfila lenta y desigual y, para muchos expertos, está lejos de reflejarse en un robustecimiento de la actividad económica.

“En principio, se dice que la actividad tocó fondo en el mes de abril, porque la mayoría de los indicadores muestran que no siguió cayendo ni a nivel interanual, acumulado, ni mensual”, apuntó Matías Epstein, economista del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). Sin embargo, aclaró que aunque la tendencia bajista parece haberse detenido, esto no implica que el país esté en un “sendero de recuperación”, porque todavía hay ramas con alzas y otras en números rojos.

Claudio Caprarulo, de Analytica Económica, coincide con Epstein en que la actividad está mostrando una ligera reanimación desde abril. “Los indicadores de actividad sin estacionalidad dejaron de mostrar las caídas generalizadas que se veían en el primer trimestre, al mismo tiempo que empezó la recuperación de los salarios privados registrados y el crecimiento de los créditos. Sin embargo, todavía la recuperación es muy heterogénea y oscilante”, remarca el economista.

Un análisis similar hizo Francisco Ritorto, de ACM Consultora, que identificó que los indicadores muestran que el segundo trimestre tuvo una “recuperación incipiente” en lo que respecta al Estimador mensual de actividad económica (EMAE). El índice, ajustado por estacionalidad, viene “registrando subas consecutivas en julio (2,1% m/m s.e.) y agosto (0,2% m/m s.e.) y, con base en los datos adelantados de septiembre, todo apunta a que podría registrarse el primer trimestre del año con tres meses consecutivos de crecimiento”, señaló el consultor.

El agro y energía tiran para adelante

En el análisis realizado por la consultora ACM, las ramas de agricultura, ganadería, caza y silvicultura alcanzaron un crecimiento acumulado de 42% en comparación con el período anterior. En orden de importancia, le siguen la pesca, con un 14% de alza; la explotación de minas y canteras, con el 7%; y la electricidad, gas y agua, con apenas un 1% de suba.

Según Epstein, el crecimiento del sector agrícola responde en gran medida a un “rebote estadístico” tras la sequía de 2022, que había reducido drásticamente la producción. “Se está comparando un año muy malo en términos estadísticos, contra un año normal”, graficó. Además, planteó que se está dando un “fenómeno particular en este último mes”, en el que se “aceleró un poco la liquidación de cosecha”.

En lo que respecta a energía, la industria hidrocarburífera es de capital intensivo, y en ese frente se mantiene el ritmo inversor y productivo. Según la consultora Aleph Energy, en agosto la producción de hidrocarburos no convencionales alcanzó un aumento del 35% interanual. En el último reporte de octubre se evaluó que Argentina tiene proyectos hidrocarburíferos que demandarían, en promedio, una inversión de 22,5 BUSD/año, el doble del promedio anual actual, hasta el año 2031.

En la política fiscal y financiera, también se identificaron señales positivas que pueden tener un efecto de derrame hacia la economía real. “El éxito del blanqueo ha mejorado las perspectivas del crédito en dólares, ya que la regularización de activos genera liquidez en los bancos y da lugar a una mayor expansión del crédito en dólares, lo que termina traccionando sobre los sectores exportadores, los cuales han “amortiguado”, en parte, la caída este año”, afirmó Ritorto.

Construcción e industria, los sectores con más rezago

A pesar de estas señales de recuperación, hay vastas ramas que están aún sin despegar del desplome que vienen sufriendo desde fines del año pasado. Los sectores que tienden a ser de mano de obra intensiva, como la construcción, siguen en niveles muy bajos. «Aunque haya algún mes en el cual puede haber alguna recuperación leve, está muy lejos de reponer la caída tanto de actividad como de puestos de trabajo que había allá en noviembre del año pasado. Algo similar ocurre con la industria”, consideró Epstein.

Caprarulo consideró que en el caso de la construcción, si bien “es el sector más golpeado por el freno a la obra pública, fue uno de los primeros que comenzó a reactivarse y acumuló cuatro meses de crecimiento desde abril”. Sin embargo, esto “se frenó en agosto y septiembre, en niveles muy bajos sólo vistos en pandemia”.

“La industria, por su parte, comenzó su recuperación en julio, lleva dos meses de crecimiento y los indicadores adelantados, como la demanda de energía de grandes usuarios o la producción de acero, indican que septiembre también fue un buen mes para el sector. Con respecto a noviembre, sin embargo, la gran mayoría de las industrias continúan con niveles de producción por debajo de noviembre del 2023 y sólo seis son las que se ubican por encima, como la refinación de petróleo o alimentos y bebidas. Los patentamientos de autos y motos son otro rubro con un muy buen dinamismo desde abril”, evaluó Claudio Caprarulo.

Ritorto, en cambio, presentó un matiz con respecto a la industria y la construcción, al señalar que tienen un repunte significativo desde sus mínimos. “Ambos sectores crecieron un 8,8% y 16,6%, respectivamente, frente a los niveles de junio y marzo. Asimismo, el crédito al sector privado viene creciendo de forma sostenida en términos reales, y contribuyen al leve impulso que viene mostrando la actividad”, aseguró.

Epstein, en contraste, augura un escenario menos dinámico, pese a que haya recuperaciones parciales. “Esto no garantiza que el mes que viene no vaya a haber un retroceso, sobre todo porque los sectores que recuperan son muy desparejos y no hay homogeneidad en la recuperación”, advirtió.

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