A finales de octubre, el gobierno de Vietnam actualizó un decreto del 2012 sobre pagos no monetarios, dando estatus de ilegalidad a las criptomonedas como forma de pago en todo el país.
El State Bank of Vietnam, el banco central local, estableció que el bitcoin y otras criptomonedas similares no pueden calificarse como un medio legal de pago en el país, por lo que su emisión, suministro y uso quedan totalmente prohibidos.
Entre las razones que llevó a las autoridades a regular el uso de las criptomonedas, se indica que varias iniciativas de este tipo que se estaban llevando a cabo en el país resultaron en presuntas estafas. Fue el caso de OneCoin, que falsificó un permiso del Ministerio de Planeamiento e Inversión, y Bank Bitcoin Community, que funcionó como un esquema Ponzi que colapsó, perjudicando a casi 2.000 personas.