“Ir lento tiene mucha fragilidad, las reformas no alcanzan” Julio Fraomeni
Empecé a trabajar hace 35 años, en la década del 80, y ahí ya escuchaba el problema del gasto público. En ese momento se abordó emitiendo dinero y terminamos en la híper del 89, donde explotó todo. Después vino la convertibilidad y fue endeudarse en el exterior, siempre con el mismo problema: el gasto público. […]

5 Ene, 2018

Empecé a trabajar hace 35 años, en la década del 80, y ahí ya escuchaba el problema del gasto público. En ese momento se abordó emitiendo dinero y terminamos en la híper del 89, donde explotó todo. Después vino la convertibilidad y fue endeudarse en el exterior, siempre con el mismo problema: el gasto público. Y terminó con el default del 2001. Después tuvimos 10 años de kirchnerismo donde, a mi parecer, todos esos problemas se agravaron.

Hoy Cambiemos está haciendo una propuesta híbrida, que es bastante emisión y bastante deuda, pero con el diagnóstico claro de que el gasto público es un problema, está proponiendo ciertas medidas, entre las cuales están las reformas previsional, laboral e impositiva. A mi juicio, está bien el diagnóstico pero no el tratamiento, por lo menos en la velocidad y en la profundidad que el país necesita. Estamos en un país muy difícil, con muchos intereses creados en diferentes sectores, y creo que están haciendo lo que pueden y no lo que quieren. Esto de ir lento tiene mucha fragilidad y las reformas, si bien son positivas, no alcanzan. Ya de por sí fueron suaves, encima están discutidas y ni siquiera van a terminar saliendo como las propusieron. La sensación es que no alcanza para arreglar el problema que tenemos.

Arreglar este problema con crecimiento, que es la propuesta del Gobierno, va a ser muy lento. Así y todo, se puede renovar el optimismo si Mauricio Macri logra un segundo mandato y consigue profundizar un poco las reformas. El tema es ver cómo sigue la dinámica del endeudamiento local y externo en estos dos años.

Estoy preocupado, no descreído. Yo me crié como empresario sin deuda. Si tenía, hacía y, si no tenía, no hacía y creo que ése fue el gran acelerador de la compañía. Eso mismo lo veo para el país. Con esto, no digo que un país no deba tomar deuda pero estamos en niveles muy altos. Lo único positivo que dejó el kirchnerismo es una deuda bajísima y eso lo estamos pulverizando en un año y medio. Yo quiero que le vaya bien a este gobierno. Hay gente de mucho valor. Tener gobernantes racionales, profesionales y hábiles no se da muchas veces y si por algún motivo les va mal, estoy seguro de que lo que viene es mucho peor.

Respecto a nuestro sector, si bien está viviendo la expectativa de un país moderno, todavía se mantiene una ley vieja que puso el kirchnerismo. Estamos todavía enquistados ahí, con costos en aumento. Es una ley que nos regula precio y nos desregula toda la prestación, que lo transforma en un delivery. Necesitamos nivelar los precios para ir llevándolos a un número un poco más normal para todas las prestaciones que nos metieron.

Otro tema es la presión tributaria, que para nosotros es tremenda. El año pasado, en el consolidado de todas las empresas, pagamos 1.700 millones de pesos de impuestos y nos quedaron 2 centavos.

Hay que entender que éste es un sector que genera empleos en escala. Si se abre un sanatorio, son mil personas trabajando y mano de obra calificada. Y también se mueve la construcción. Estamos haciendo la cuarta torre de Trinidad en Palermo, ya hicimos todas las presentaciones para hacer una Trinidad en Neuquén y vamos a hacer una en el norte también, para apoyar todo el NOA y NEA. Para un sector como el nuestro, que invierte, es una lástima que nos tengan tan olvidados.

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