“El sistema financiero puede ser un actor importantísimo para recaudar.”
Fabián Kon, gerente general del Banco Galicia El directivo de la principal entidad privada nacional en depósitos y préstamos del sector privado aspira a que, en la nueva tapa que está atravesando el país, haya un incremento importante de la bancarización, a través del impulso de las transacciones electrónicas. También espera una recuperación del crédito […]

19 Sep, 2016

Fabián Kon, gerente general del Banco Galicia

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El directivo de la principal entidad privada nacional en depósitos y préstamos del sector privado aspira a que, en la nueva tapa que está atravesando el país, haya un incremento importante de la bancarización, a través del impulso de las transacciones electrónicas. También espera una recuperación del crédito en relación al PBI, de la mano del regreso a los mercados internacionales y la baja de la inflación.

Fabián Kon asumió la gerencia general del Banco Galicia en plena etapa de cambios en la política económica del país. Entre los efectos positivos que ya viene teniendo el nuevo contexto sobre el sistema financiero, el directivo destacó el crecimiento de los créditos en dólares. El experto sostuvo que esta tendencia respondió a la salida del cepo cambiario, la vuelta a los mercados internacionales y la estabilización del tipo de cambio.

Respecto al banco, el ejecutivo señaló que está muy enfocado en la promoción de los proyectos de inversión tanto de pymes como de grandes empresas, dado que considera que el consumo debe dejar de ser el motor del crecimiento en los próximos años: “Si bien el crédito para el consumo va a seguir, empieza a haber demanda para la inversión, que es lo que realmente genera desarrollo en el mediano plazo”.

Por otro lado, enfatizó que la bancarización, de la mano de las transacciones electrónicas, es el gran desafío del sistema financiero local, al que puede transformar en un actor fundamental para aumentar la base de la recaudación.

¿Cuáles son los proyectos con los que está iniciando su gestión como nuevo gerente general del banco?

En primer lugar, es muy difícil igualar la carrera de Daniel (Llambías). Es un histórico del banco, trabajó por más de 50 años, es una persona que entró como cadete a los 18 años y terminó como gerente general. Esto muestra los valores de la institución: es un lugar donde la gente se desarrolla. Por otro lado, mi llegada se dio en pleno cambio del país, de las perspectivas económicas. Todo se viene resolviendo muy bien y creo que eso es fundamental para el desarrollo de la Argentina. Hoy tenemos acuerdos con muchos bancos internacionales, que están dando líneas de crédito al país, y estamos poniendo ese capital a disposición, tanto de los clientes pymes como de las grandes empresas. También tenemos líneas para proyectos verdes, es decir lo que es energías renovables. Hay una gran cantidad de líneas que están creciendo.

¿Estas líneas están dirigidas a financiar proyectos de inversión?

Sí. Empieza a haber demanda para la inversión, que es lo que realmente genera desarrollo en el mediano plazo. Si se quieren satisfacer las necesidades de largo plazo y se quiere generar empleo, hay que invertir y, para que haya inversiones, tiene que haber un mercado financiero. Hoy existe la posibilidad de desarrollar proyectos con tasas en dólares muy razonables para empresas que tengan ingresos en esa moneda o que estén en la cadena de distribución. La demanda de préstamos en dólares está creciendo mucho, es lo que más crece este año.

En cuanto a la parte en pesos, es muy importante que las tasas vayan bajando en sintonía con el cumplimiento de los objetivos de inflación. Esto es algo que nos impacienta a todos. Querríamos que la inflación estuviera ya en 1% mensual, pero la realidad es mucho más compleja de lo que uno piensa. No obstante, creemos que el Gobierno está en el camino adecuado. Creemos que va a haber una baja relevante de la inflación durante el año que viene, lo que va permitir la concreción de más proyectos.

¿Qué tan importante es la demanda de créditos para inversión? De acuerdo a una estimación difundida hace algunos días, la inversión bruta fija cayó un 5% en los primeros 7 meses del año.

Nosotros vemos mucho interés y cantidad de proyectos de inversión. Obviamente, la concreción lleva tiempo. Pensamos que hacia fin de año veremos muchos más proyectos concretados y que el año que viene va a seguir creciendo. Hay que darle tiempo a las variables para que se vayan acomodando. Esto es una transformación enorme, muy difícil. Arrancamos de un estado de desorden de variables total. Estamos previendo para el año que viene un crecimiento de la economía argentina de más de 3% y eso va a estar acompañado de proyectos de inversión y de demanda de crédito.

En los últimos meses viene habiendo un fuerte incremento del déficit fiscal y se viene profundizando el atraso cambiario ¿No les preocupa que esto esté marcando un retroceso en el reordenamiento de la economía?

Una vez corregidas las variables y confluyendo a variables normales, la siguiente discusión es en qué áreas el país es competitivo y cómo hacemos para ser más competitivos. Esa discusión todavía no está. El bote está lleno de agua. Primero, hay que sacar el agua y después ver cómo navegamos.

En relación al déficit, esto se vincula con la recaudación de impuestos. En Argentina todavía la base de recaudación es chica. La economía en negro es muy grande. El sistema financiero puede ser un actor importantísimo en el crecimiento de la recaudación, a través de la bancarización. En el mundo muchos países han tenido planes de bancarización muy agresivos. El secreto es la transacción electrónica.

El Banco Central se ha planteado ese objetivo casi como bandera. ¿Cómo ve los pasos que viene dando en ese sentido?

Estamos totalmente de acuerdo con las iniciativas que viene lanzando la entidad. Creemos que el camino son los medios electrónicos. La única manera de que todos paguemos impuestos es que las transacciones queden registradas. Pero hay que generar incentivos, tiene que ser muy barato para el comercio. Por ejemplo, el impuesto a los débitos desalienta que la plata circule a través de las cuentas bancarias. Si se grava el 0,6% de cada operación se desincentivan las transacciones en las cuentas. Tienen que bajar los costos. Somos los primeros que estamos discutiendo hoy en las cámaras empresarias y en reuniones con el Central cómo ir en esa dirección.

¿Qué medidas pueden tomarse para incrementar la bancarización?

Hay países en los que cuando uno tiene un inmueble, todos los impuestos de ese inmueble se deben pagar por débito. Así empieza a haber una cantidad de transacciones que antes se hacían por medio del efectivo que pasan a hacerse por cuentas, lo que genera mucho más registro de la economía. Nosotros estamos colaborando mucho con el Banco Central en estas iniciativas. Ya se están lanzando nuevos mecanismos de transferencias, lo que se llama be to be, persona a persona, a través del celular. Antes de fin de año estaremos lanzando transferencias de número a número, que se hacen en el momento. El POS Móvil es otro instrumento por el cual se pueden canalizar operaciones de todo tipo, como pueden ser las ventas de cosméticos por catálogo o simplemente pagar el taxi. Se pone el dispositivo en el teléfono celular, se pasa la tarjeta y se cobra.

¿De los proyectos que se ha planteado el banco en esta nueva etapa, en cuáles vienen concentrando los esfuerzos?

Un tema fundamental en cualquier sistema bancario del mundo es el crédito hipotecario y en Argentina éste está subdesarrollado. Es casi inexistente. Y, en términos más generales, los créditos totales en relación al PBI en Argentina apenas alcanzan el 15%, cuando en Chile la relación es del 90%. Hay muchísimo para crecer en créditos en Argentina.

¿Respecto a los créditos hipotecarios, cree que los préstamos UVI fomentarán ese crecimiento?

Este nuevo sistema permitió que más clientes califiquen. Por los cálculos que hicimos, llegamos a la conclusión de que, por ejemplo, si uno paga un alquiler por un departamento de dos ambientes y quiere comprarlo con un crédito, pagaría un 30% más de cuota. Si bien es cierto que la confianza en este tipo de instrumento puede demorar, en el caso chileno vimos que la curva de crecimiento fuerte de ventas de hipotecarios arranca cuando la inflación baja. Es un requisito tener una inflación baja. Es el punto de partida.

¿Vienen también buscando apuntalar otro tipo de créditos?

El crecimiento del crédito en general es central dentro de la estrategia de todos los bancos. El crédito tiene que crecer. Es tan importante este segmento como el de banca emprendedores y empresas o el de banca personas. Hay muchísimo para hacer. Hay que crecer en préstamos a largo plazo. Todas las inversiones de energía, de las que tanto se habla, de energía sustentable, requieren de tasas bajas y créditos a largo plazo, además de que se necesita estabilidad y seguridad jurídica.

¿Cuáles son las ideas que tienen desde el banco para impulsar estos objetivos?

Respecto a las empresas, nosotros somos el principal banco en el segmento rural, somos el número uno lejos en penetración y financiamiento del campo. Tenemos un instrumento fabuloso que es Galicia Rural, una tarjeta que permite que el productor agropecuario compre y vaya pagando a medida que va vendiendo su cosecha. El agro tiene que ser uno de los motores del crecimiento de la Argentina. Si el país no es competitivo en agro, no es competitivo en nada. Este es un sector muy dinámico. Hay decenas de miles de productores, de empresas, que están hoy superactivos. En la media en que haya estabilidad, en que haya crédito, va a crecer el valor agregado del campo, es decir, va a pasar de lo que es el recurso primario a la elaboración de alimentos con destino a la exportación.

También tenemos el proyecto de financiar a la industria y a la energía, que también es otro de los temas que vienen muy fuerte. El país tiene que hacer una transformación energética muy importante.

El banco fue uno de los primeros actores del sector privado que aprovechó la reapertura del mercado internacional para los emisores locales. ¿Cuáles fueron los objetivos de la colocación?

La emisión que hicimos es una obligación negociable (ON) subordinada. Nosotros teníamos una ON anterior que tenía una tasa muy alta y básicamente lo que hicimos fue reemplazarla por otra, aprovechando las nuevas condiciones del mercado. Terminamos cerrando en 250 millones de dólares y tuvimos seis veces más ofertas, con lo cual está claro que hay un mercado que ve bien a la Argentina. El banco tiene muy buena imagen en el exterior. Tiene muy buena reputación, por la conducta que ha tenido en estos años y por la sustentabilidad de los números que tienen sus balances.

Después de la crisis de 2008, con la caída de bancos, la presión de los reguladores del mundo ha sido cada vez más alta. Las relaciones entre el patrimonio y lo que se presta son ahora un poco más complejas, más exigentes. Si nosotros crecemos y el volumen de crédito crece, es muy importante el acceso a los mercados internacionales. Esta emisión fue relativamente chica para el tamaño del banco, pero lo que está mostrando es la avidez de títulos locales.

¿El banco también tiene proyectos orientados a aumentar la interacción digital con el cliente?

Según estudios, una persona de 30 años probablemente use dos horas de su día para mirar el celular. La idea es cómo convertirnos en un banco digital, cómo hacemos que esa persona pueda vincularse con el banco a través del teléfono. El celular no es más una línea telefónica, es un dispositivo que se conecta a Internet y que permite vincularme. Es necesario que las personas se conecten con nosotros por medios electrónicos, que hoy pueden ser el teléfono, pero más adelante pueden ser otro dispositivo. Sin ir más lejos, en los Juegos Olímpicos, Visa repartió un anillo que funcionaba como una tarjeta con un saldo precargado y tan sólo acercándolo al POS podíamos pagar. Eso ya existe en distintos países. A su vez, Mastercard tiene una pulsera que reconoce los latidos del corazón que, al igual que las huellas digitales, son únicos para cada persona. Nosotros estamos conversando estos temas con el Ministerio de Modernización, para avanzar hacia la firma electrónica. Ya hay experiencias en Perú, donde, por ejemplo, me sacan una foto, la comparan automáticamente por medio de un software para corroborar los datos del documento y así pueden autenticar que soy yo y me dan la tarjeta.

¿Qué veremos aquí de todo esto en el corto plazo?

Estamos avanzando en el lanzamiento de una nueva app, un aplicativo que se puede bajar en el celular, con el que se van a poder hacer todas las transacciones de online banking a través del teléfono celular. Esa función está en prueba con algunos miles de usuarios y la estamos lanzando este mes masivamente al mercado. Todo lo que es el mundo digital, para nosotros, es una nueva forma para vincularse con el cliente, es el mundo que viene. Van a existir una cantidad de elementos que van a evitar ir al sucursal. Se va a poder hacer cualquier tipo de transacción en forma online, desde abrir un plazo fijo hasta invertir en un fondo común de inversión o tomar un préstamo. Y, en esta línea, otro proyecto importante es el de big data o inteligencia comercial.

¿En qué consiste?

Es lo que en el pasado se hacía por medio de folletos, después fueron mails. La inteligencia comercial te permite saber qué es lo relevante para cada cliente, qué es lo que le tiene que mandar el banco a cada uno. La inteligencia comercial es entender cómo transacciona el cliente, cuál es la información relevante para él. Si es viajero, qué destinos elige, qué seguro necesita, qué ingresos tiene, qué capacidad de ahorro. Lo mismo se hace en función de la edad, si necesita préstamos, de qué tipo. Se trata de enviarle al cliente lo que le importa.

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