Banco Nación: Financiamiento de microempresas y emprendedores
El Banco Nación se puso como objetivo estratégico apoyar la inclusión financiera. Este año puso en marcha tres líneas que apuntan en esa dirección. Busca llegar a un millón de microcréditos para el 2019. El Banco Nación (BNA) está trabajando con fuerza para financiar a las microempresas y a los emprendedores que están formándose en […]

15 Nov, 2018

El Banco Nación se puso como objetivo estratégico apoyar la inclusión financiera. Este año puso en marcha tres líneas que apuntan en esa dirección. Busca llegar a un millón de microcréditos para el 2019.

El Banco Nación (BNA) está trabajando con fuerza para financiar a las microempresas y a los emprendedores que están formándose en el país. “Decidimos comprometernos con la inclusión financiera. Para eso, no desarrollamos una línea sino un programa de asistencia e inclusión, que se llama Nación Emprende”, explicó Jorge Lawson, director de la entidad.

“Tenemos un combo completo para que el banco se involucre verdaderamente en el desarrollo de las economías regionales, las pymes, los emprendedores y la economía real”, agregó.

El programa se divide en tres líneas. La primera tiene que ver con los microcréditos, que el banco está otorgando por un monto de hasta 50 salarios mínimos, aunque los solicitantes no estén formalizados.

“Normalmente, las instituciones bancarias conforman sociedades paralelas que administran una cartera de microcréditos. Nosotros decidimos comprometernos como banco y no hacer una institución ad hoc. La idea es utilizar toda la estructura de la entidad en todo el país, con sus casi 800 sucursales. Designamos un referente especial del programa en cada sucursal, que tiene el compromiso fundamental en este segmento de salir a buscarlos”.

La iniciativa se lanzó el pasado 2 de marzo y ya superaron el objetivo de 15.000 créditos en tres meses. La colocación se está dando a un ritmo de 1.200 préstamos por semana y ya suman 18.000 desembolsos que generaron 12.000 nuevas cuentas para el banco (equivalentes a unos 55.000 productos). Para el año que viene, el objetivo es ambicioso: llegar al millón de créditos. Una parte de esa cifra será a través de financiamiento de segundo piso que la institución le otorgará a empresas especializadas en microcréditos. El objetivo se puso teniendo en cuenta que hay unas 4 millones de personas que trabajan hoy en su casa en forma informal y sólo 80.000 han sido alcanzadas por las compañías de microfinanzas.

“Fuimos a un barrio, le tocamos el timbre a un albañil y le pedimos que nos presentara a la gente del barrio que estaba trabajando y necesitaba un empujoncito para crecer. En una cuadra y media recorrimos diez emprendimientos: tortas, ropa de bebés, delantales, camisas, zapatos. A ellos fuimos a ofrecerles nuestro programa. Ahí nos encontramos con una traba: la informalidad. Nadie le presta a un informal. Empezamos a ver cómo invitarlos a que se formalicen, con un acompañamiento y educación financiera. De todos modos, la decisión que hemos tomado es que le vamos a prestar al informal. No nos vamos a poner límites”, enfatizó Lawson.

La segunda de estas líneas apunta a las startups a través de Nación NACE, una línea que financia hasta 1.250.000 pesos. “Es para aquellos que deciden poner una pequeña empresa y van a un banco con esa idea o proyecto y, como no tienen antecedentes ni balances, no les dan financiamiento. Nuestra entidad tiene un equipo que va a estudiar el proyecto, el flujo de fondos y lo que puede llegar a ser. Esto implica involucrarse en el proyecto”, sostuvo el ejecutivo.

La tercera línea está orientada a emprendedores que tengan desde tres meses de antigüedad y estén inscriptos en el monotributo o tengan algún grado de formalización. Con esta línea, el banco presta hasta 3.000.000 de pesos.

El directivo también mencionó una sublínea de los créditos para microempresas destinada a monotributistas, de hasta 500.000 pesos. “Eran mala palabra para los bancos, nadie le prestaba a un monotributista como empresario o emprendedor. La mayoría de nuestros créditos salen por ahí, con un monto promedio de 220.000 pesos”, puntualizó.

Con respecto a las tasas de interés, el director del BNA opinó que no son lo más relevante en estos casos porque “en este segmento no hay crédito más caro que el que no hay”. De todos modos, reconoció que mientras más pequeño sea el tomador del préstamo habrá “más tasa pero mayor facilidad de acceso. Por ejemplo, quizá no le pidamos balances”. Pese a esa flexibilidad, Lawson destacó que sólo tuvieron tres casos de morosidad entre los 18.000 préstamos que ya otorgaron.

En cuanto a los plazos de aprobación, el directivo puntualizó que, aun cuando el funcionario del banco tiene que visitar el emprendimiento, el préstamo se está aprobando en un lapso promedio de dos días. “Esto es inédito, ha revolucionado el banco. Se armó como una competencia nacional a ver quién coloca más créditos. Es un cambio cultural muy fuerte”, opinó.
 
Los préstamos de la entidad son multidestino. Se pueden usar para financiar capital de trabajo, compra de maquinarias, puesta en marcha de un negocio a la calle, entre otros propósitos. Las líneas no reciben subsidio alguno del Estado e incluyen asistencia técnica para los proyectos. “Les enseñamos cómo hacer un flujo de fondos o cómo hacer un trámite. Tenemos un sistema de acompañamiento y estamos viendo de hacer unos programas de mentorías. Allí estamos buscando alianzas con universidades, donde los estudiantes se ofrezcan como voluntarios para estar allí cuando la persona los necesita”, explicó Lawson.

Buscando marcar el camino

Lawson aspira a que la iniciativa que viene llevando adelante la entidad sea imitada por la banca privada. “En nuestro país tenemos la mentalidad de que el emprendedor tiene que ser un unicornio y no es así. El unicornio va a triunfar igual. Lo que necesitamos es apoyar al emprendedor de base. Los bancos privados están muy metidos en el financiamiento a emprendedores de alto impacto y yo espero que, a partir de esto que hace la entidad, podamos hacer escuela como hicimos con los créditos hipotecarios. Ansío plenamente que la banca privada también se sume a la inclusión de esta manera”. 

Consultado sobre qué se puede hacer desde el plano público para masificar el financiamiento a microemprendimientos el ejecutivo propuso: “Se debería crear un régimen especial para los que recién comienzan. El monotributo social no existe. Primero, porque el nombre ya dice que no tiene escalabilidad, suena a ayuda. Segundo, es gratis. Lo gratuito no sirve. Tercero, si la persona es dueña de algo, no puede sacarlo. ¿Por qué una persona no puede tener su casita y decidir emprender? Además, cuando facturan un poquito más de lo permitido, se quedan afuera. Es un corset para dar una ayuda. Nosotros lo que necesitamos es cambiar la cultura de la ayuda a la de ‘Yo hago, me desarrollo y tengo que empezar a crecer’”.

Lawson destacó que, con el financiamiento que viene brindando el banco, muchos emprendedores ya están mejorando su negocio: “Por ejemplo, unos chicos que eran empleados de un hotel en el sur empezaron a desarrollar todo tipo de tortas y dulces. Las vendían sólo por Facebook. El banco les ofreció un crédito para poner un local y hoy tienen su negocio abierto al público. Otro muchacho, en San Juan, vendía hamburguesas en un carrito. Logró poner un local y hoy está armando sus franquicias”.

En paralelo a las líneas de crédito, el banco es aliado estratégico de Empretec, una institución desarrollada junto con la ONU. Lawson se desempeña en la actualidad como presidente de ese organismo, que realiza el programa Comunidades con valor, dedicado a emprendedores. “Recorremos todo el país (estamos en 23 provincias, sólo nos falta Formosa). Vamos a los pueblos, hablamos con los intendentes y les preguntamos qué están haciendo para que sus jóvenes no se vayan a buscar trabajo a otro lado. Los invitamos a conformar una mesa de desarrollo regional junto con empresas de la región y las cámaras de la zona. Luego convocamos a todas las pymes y emprendedores en marcha, o no, de la región y unimos cada oportunidad con quien la puede llevar adelante. Los metemos en un programa de capacitación financiado por nosotros que dura cuatro meses, donde determinamos calidad, precio, escala y sustentabilidad de cada uno de esos proyectos. Al que da, lo financiamos con Nación Emprende. De esa forma estamos trabajando en todo el país para desarrollar nuevas empresas y financiarlas”, comentó.

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