Mirando en retrospectiva, el año comenzó con un escenario político marcado por la incertidumbre frente a la asunción de un nuevo Gobierno, que recibió un país con un panorama económico complejo, al límite de la hiperinflación.
Aunque al comienzo fuimos muy cautelosos con nuestras expectativas, con el correr del tiempo la situación comenzó a revertirse y la inflación siguió bajando. Eso es una gran señal, aunque viene de la mano de una fuerte recesión, que impacta también sobre el sector asegurador.
El segundo semestre presentó un panorama muy diferente, el empleo dejó de caer, se advierten algunas reactivaciones sectoriales y, de a poco, se están dando las condiciones para que la actividad económica comience a repuntar.
Si bien nuestro presente nos encuentra con altos niveles de solvencia económica, los balances cerrados al 30 de junio han mostrado la descapitalización del mercado asegurador en su conjunto. Una vez más, esto confirma la necesidad de estar siempre un paso adelante. Sin embargo, soy optimista al pensar en el 2025. Creo que hemos iniciado el camino de la recuperación económica y se están sentando las bases de un mayor ordenamiento que nos va a permitir volver a un mercado más competitivo y con reglas claras.
Como grupo asegurador continuaremos consolidando nuestro liderazgo, con propuestas de productos y servicios para cada necesidad, para individuos y empresas.
Estamos invirtiendo en tecnología aplicada a nuestro negocio core para mejorar procesos y la experiencia del cliente, siempre de la mano de nuestros PAS, que tienen un rol fundamental para acompañar nuestro crecimiento y evolución.
Pensando en el contexto económico, el desafío para 2025 es mantener la baja inflación, y continuar con la reactivación de la economía y la recuperación del empleo, que traerá indefectiblemente un aumento del consumo.
En lo que se refiere a nuestra industria, el sistema de riesgos del trabajo es un tema urgente a tratar, ya que la litigiosidad sigue sin freno y resulta un riesgo difícil de sostener en este contexto.
Además, seguiremos con el compromiso de despertar una mayor conciencia aseguradora en los argentinos, trabajaremos fuertemente en la prevención de siniestros, en el cuidado de la salud y el compromiso social que llevamos adelante a través de nuestra gestión de sustentabilidad.
El año próximo seguiremos enfocados en nuestra oferta de valor y en el desarrollo de nuestro ecosistema de soluciones de seguros, financieras y de salud.
En es sentido, Sancor Seguros Energy, es un paquete de coberturas pensado específicamente para la industria del gas y el petróleo. También apostamos a la inversión en la economía real a través de proyectos de real estate, con presencia federal.
También vamos a seguir incorporando tecnología, como ya hemos hecho con IA a través de asistentes inteligentes o bots de atención, para facilitar el acceso rápido a necesidades puntuales de nuestros clientes, conocer su experiencia y actuar en base a ello.
Además, usamos IA generativa para análisis de datos y personalización, porque nos permiten aplicar modelos predictivos para cross selling, bajas, prevención de fraudes y juicios, entre otros.
En lo que refiere a seguros embebidos, estamos trabajando en generar capacidades tecnológicas (API de cotización, emisión, pagos), que nos permitan avanzar en la búsqueda de oportunidades de negocios para lograr mayores ventas a un bajo costo.
