Controversia por los seguros de vida sobre saldos deudores
Altos márgenes sobre las primas de seguros que cobran los bancos derivaron en una norma del BCRA que obliga a cargar ese servicio en la tasa de interés. Esto provocó la reacción de las aseguradoras, que no quieren perder su negocio en manos de quien no es su regulador. En su búsqueda por abaratar los […]

27 May, 2016

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Altos márgenes sobre las primas de seguros que cobran los bancos derivaron en una norma del BCRA que obliga a cargar ese servicio en la tasa de interés. Esto provocó la reacción de las aseguradoras, que no quieren perder su negocio en manos de quien no es su regulador.

En su búsqueda por abaratar los costos de los préstamos, el Banco Central (BCRA) se puso a regular el cobro de los seguros de vida sobre los saldos deudores que realizan los bancos, que evidencia márgenes elevados sobre las primas que cobran las compañías que cargan en los consumidores. Pero se enfrentó con las compañías de seguros, que no quieren ver recortado su negocio en manos de una institución que no es su regulador.

A través de la Comunicación “A” 5928 del 21 de marzo pasado, el BCRA determinó que los bancos y emisoras no financieras de tarjetas de crédito no podrán recibir de los usuarios ningún tipo de comisión o cargo vinculado a los seguros de vida sobre saldo deudor a partir de septiembre próximo, cuando también se liberarán las comisiones bancarias. En cambio, deberán contratar una cobertura de fallecimiento e invalidez total permanente que extinga el monto adeudado, en caso de que ocurra el siniestro o autoasegurar esos riesgos.

En las compañías de seguros indican que la norma promovería que los bancos se autoaseguren por el riesgo de impago y carguen ese costo a la tasa de interés, lo que podría disminuir este negocio que hoy representa más del 5% de las primas totales.

Como respuesta a la medida, la Asociación de Aseguradores de Vida y Retiro de la República Argentina (AVIRA), la Asociación Argentina de Compañías de Seguros (AACS) y Aseguradoras del Interior de la República Argentina (ADIRA) presentaron cartas con su reclamo al presidente del BCRA, Federico Sturzenegger y al presidente de la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN), Edgardo Podjarny. El planteo de las aseguradoras es que la autoridad monetaria se excedió en sus facultades, porque quien debe regular su actividad es la SSN.

“Recibimos la nota y la SSN está en conversaciones con el BCRA. Ambos están trabajando sobre el tema”, explicaron voceros del regulador de la actividad aseguradora. Al cierre de esta edición seguían las negociaciones.

Un costo elevado para los consumidores

“Es un tema controvertido, cerrado y complejo. Acá hay dos figuras jurídicas que están, de alguna manera, involucradas y las dos son importantes”, dijeron en una cámara respecto de los bancos y las aseguradoras. “La desventaja fuerte es que finalmente los tomadores de crédito y los tenedores de tarjetas de crédito estaban pagando un costo alto por la cobertura de seguros de vida. La alícuota promedio es del 0,25‰ pero en la tarjeta figuraba el 2 o 3%. Se advirtió que había un gap importante entre el costo del seguro de vida saliendo de las aseguradoras y el que cobraban los bancos al tomador del crédito. Esto es lo que la SSN y el BCRA dicen que no puede ser más”, agregó.

Ya hubo otras normas que promovieron la competencia y limitaron el cobro de los márgenes sobre los costos del seguro, pero el tema nunca terminó de tener una solución definitiva. Ya en marzo de 2011 la SSN había prohibido que los costos de intermediación de la contratación del seguro fueran transferidos al cliente. Y prohibió que los bancos actúen como productores vendedores de seguros.

Según un comunicado de la Asociación de Defensa del Asegurado (ADA), el banco o la emisora de la tarjeta de crédito acordaban con las aseguradoras el precio del seguro, que incluía una elevadísima retribución a favor de las instituciones financieras, que era trasladada íntegramente a los clientes.

De acuerdo a la entidad, “los usuarios de servicios de crédito debían pagar sobreprecios del 2.000% sobre el precio corriente de plaza”, porque entiende que los 15 bancos que concentran el 85% de los préstamos otorgados incurren en prácticas abusivas.

La institución da como ejemplo que el Banco Ciudad cobra a sus clientes de tarjeta de crédito Visa 0,165 pesos cada mil de deuda, en tanto que los privados llegan a cobrar 5,25 pesos por el mismo servicio. Y, sobre el saldo deudor en cuentas corrientes, la misma entidad cobra 0,127 pesos cada mil, mientras que el resto llega a cargar hasta 3 pesos.

Un mercado más transparente

Precisamente, el ex presidente del Banco Ciudad es ahora el titular del BCRA y pretende que el costo del seguro de vida se cargue a la tasa de interés para que los bancos compitan en ofrecer costos que los clientes puedan comparar más fácilmente. Pese a que hoy es obligatorio desplegar en forma legible el costo financiero total, el funcionario entiende que los consumidores, en realidad, se fijan y comparan la tasa de interés.

Según el ejecutivo de una tarjeta de crédito, la medida otorgará más transparencia al costo del crédito, al cobrarle el cargo directamente al cliente en la tasa de interés y prescindiendo del servicio de las aseguradoras: “Siempre es bueno otorgar más transparencia, pero va a terminar en un aumento de tasas de interés, porque el costo lo tenés que absorber. En términos de tasa va a ser transparente, aunque ya lo era en el costo financiero total. Pero te permitía quizá cobrarle al cliente por algo directamente y ahora se lo vas a pasar directo a tasa de interés”.

La nueva norma ahorra a los clientes el margen que el banco cargaba sobre el costo del seguro que factura la aseguradora. Pero el riesgo es que las entidades ya no estén dispuestas a financiar a las personas mayores o enfermas, salvo que cobren tasas de interés diferenciales.

Por otra parte, los bancos también deberán resolver cómo cubrir determinados tipos de financiamiento con tarjeta de crédito que hacen difícil cargar el seguro a la tasa de interés. Es el caso de las cuotas sin interés que cobran los comercios y las compras de contado.

A su vez, de no sufrir modificaciones, la nueva norma deja a las aseguradoras en la posición de tener que demostrar que contratarlas para cubrir un siniestro (que implica una prima y un margen) es más beneficioso para un banco que autoasegurarse. Podrían perder así un negocio que, en la segunda mitad de 2015, representó un 5,63% de las primas totales, sumando 5.562 millones de pesos, según estadísticas de la SSN.

Según ADA, los bancos y tarjetas de crédito terminan trasladando unos 8.000 millones de pesos anuales a sus clientes en concepto de seguros pero, según su estimación, sólo 500 millones corresponden al precio real de los mismos. El resto “es un injustificado sobreprecio que cobran los bancos y emisoras de tarjetas a sus clientes”.

Los reguladores tienen hasta septiembre para definir si queda este nuevo esquema impuesto por el BCRA o se adaptan a los pedidos de los privados.

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