Diana Mondino: «Las asimetrías en cargas impositivas son monumentales», economista
A pesar de que el escenario internacional juega en favor del país, el Gobierno no parece tomar las medidas adecuadas para mejorar el cuadro general. Diana Mondino analiza las marchas y contramarchas de la economía argentina.
Diana Mondino, economista

23 Dic, 2022

En 2022 se avanzó en reabrir la economía después de un año y medio de una larguísima cuarentena. El nivel de actividad se ha ido recuperando razonablemente con respecto a lo que fue 2020 y 2021 aunque, lamentablemente, el proceso de recuperación se ha visto afectado en el último trimestre por la falta de importaciones. En el balance, hubo señales positivas y negativas.

Hemos tenido marchas y contramarchas con relación a las políticas fiscales. En el primer semestre hubo un notable crecimiento del gasto público en términos reales y en los últimos tres o cuatro meses, desde que asumió Sergio Massa, hay un intento de reducir la tasa de incremento del gasto público (que sigue creciendo pero a una tasa menor).

Tenemos una multiplicidad de tipos de cambio y eso da lugar a todo tipo de complejidades. Deberíamos tener un solo precio para poder determinar si existe o no atraso cambiario que afecte la competitividad.

Lamentablemente, el déficit cuasifiscal ha crecido notablemente, en parte, por la suba de las tasas de interés y, en parte, por ser un sistema endógeno desde el punto de vista del BCRA que, aunque parezca un juego de palabras, tiene que pagar con emisión la emisión que previamente absorbió.

En todos los casos es necesario que haya condiciones para aumentar los niveles de producción. Pero estamos yendo en la dirección opuesta con la restricción a las importaciones y manteniendo las dificultades en sectores clave, como el energético y el agropecuario, como son las limitaciones para exportar y, eventualmente, las limitaciones adicionales que representan los costos incrementados de logística o acceso a insumos.

Tenemos una multiplicidad de tipos de cambio y eso da lugar a todo tipo de complejidades. Deberíamos tener un solo precio para poder determinar si existe o no atraso cambiario que afecte la competitividad.

La capacidad de controlar la inflación dependerá de las medidas que tome el Gobierno. Hasta ahora ha hecho un gran esfuerzo para reducir la emisión por el déficit fiscal, pero se están complicando por el lado del cuasifiscal. En líneas generales se están compensando entre sí. Las medidas parciales que se han tomado, como por ejemplo el dólar soja, además de desequilibrios intrasectoriales, generan un gran volumen de emisión muy difícil de absorber.

Diana Mondino

El mercado de trabajo está totalmente fragmentado, es muy disperso. La persona que haya perdido un trabajo formal es difícil que pueda recuperarlo. Las asimetrías en cargas impositivas son monumentales. Entre cargas sociales, riesgos laborales y falta de productividad de la economía es muy difícil creer que habrá un aumento en el salario real, especialmente considerando el nivel de desempleo. Hay algunas actividades en las que hay pleno empleo y los salarios están creciendo, pero se trata de sectores muy puntuales. No es algo generalizado en toda la economía.

Nunca queremos ver la posibilidad de ingresar en una fase recesiva. Con un régimen de inflación con cepo que empuja a gastar los pesos lo más pronto posible, probablemente no haya recesión. En estas condiciones, si la hubiera, será por falta de insumos y no por falta de demanda.

El escenario internacional hace cien años que juega en favor de la Argentina y, sin embargo, no hemos sabido aprovecharlo. Estamos muy aislados del mundo. Nuestro nivel de comercio, tomando exportaciones e importaciones, es tan pequeño con relación a nuestras capacidades de producción que, cualquier intento de abrir la economía, debería mejorar el cuadro general. Hay un mercado gigantesco de 8.000 millones de personas a las que no les prestamos atención. Preocuparse hoy por la suba de las tasas de interés de la FED resulta un problema menor comparado con todo lo que no estamos vendiendo por las restricciones internas que generamos nosotros mismos.

Entrevistado: Diana Mondino, economista
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